jueves, 26 de julio de 2018

El potencial formativo de la industria acuícola


Potenciar la acuicultura hacia una posición estratégica en el desarrollo regional y nacional implica que la propia industria tome la iniciativa en una serie de ámbitos que la pueden convertir en líder, como la incorporación de tecnología, la seguridad y calidad de la producción, la mejora genética o de los procesos de producción. 

Maximize aquaculture towards a strategic position in regional and national development means that the industry itself takes the initiative in a series of areas that can turn it into a leader, such as the incorporation of technology, the safety and quality of production, genetic improvement or of the production processes.

Aun cuando se cree que la industria alimentaria acuícola tiene data reciente, la verdad es que durante miles de años las civilizaciones china y de la antigua Roma ya la cultivaban. Su identidad moderna, asociada al progreso tecnológico, la identifica como un importante contribuyente del suministro alimentario a escala mundial, teniendo, además, la particularidad de generar tantos empleos directos como indirectos en servicios, procesados y otras relacionadas, incluida la investigación.

La industria acuícola emplea personal altamente calificado en todos los niveles de la cadena, desde los productores hasta los equipamientos y proveedores de piensos, servicios sanitarios y veterinarios, investigadores, procesadores y comercializadores. Esta excelencia, le permite ser considerada como parte integral de la bioeconomía, campo de estudio transdisciplinar de gestión de la sustentabilidad que tiene por finalidad trabajar por un desarrollo socio-económico sostenible, a través de un uso eficiente de los recursos naturales en el que participan además de economistas, científicos de otras áreas como la biología, la física, la química, la ingeniería y otras, cuyos principios más relevantes están asociados al desarrollo de la capacidad para defender el medio ambiente y asegurar la capacidad de regeneración de la biodiversidad, al uso de recursos renovables y energías limpias para evitar la destrucción y contaminación de los ecosistemas y a la promoción de la mejora del bienestar y la equidad social.

Potenciar la acuicultura hacia una posición estratégica en el desarrollo regional y nacional implica que la propia industria tome la iniciativa en una serie de ámbitos que la pueden convertir en líder, como la incorporación de tecnología, la seguridad y calidad de la producción, la mejora genética o de los procesos de producción. Sin embargo, creo que una de las aportaciones más significativas para la sociedad puede estar en el campo del desarrollo de la formación y distribución del conocimiento, elevando con ello la calidad de la producción y el bienestar social. Para ello, la industria debiera tomar la iniciativa y establecer fuertes vínculos con las instituciones formadoras y por esa vía, asegurarse la gestión eficaz y la transferencia de conocimientos y tecnología a etapas previas a la fase productiva, desarrollando currículos y asegurando la adquisición de competencias en relación con las necesidades de la cadena de valor de la acuicultura, en la creación de redes especializadas y eficaces para asegurar el éxito de la transferencia de tecnología y la aplicación de las innovaciones, con ello podría garantizar una formación y desarrollo de habilidades de las personas que trabajan en el sector y atraer profesionales cualificados.

La industria acuícola tiene el reto de enfrentar la percepción pública y preocupaciones del consumidor negativas respecto de los productos acuícolas, con especial atención a la calidad, la seguridad, el impacto medioambiental y la sostenibilidad, que, de mantenerse, pueden constituir un riesgo que redunde en una falta de personal calificado y motivado, no proporcionándoles un ambiente de trabajo seguro, atractivo, desafiante y gratificante, y en que la transferencia del conocimiento desde la investigación hacia la industria y hacia los políticos, entre en abierta duda. Por ello, es estratégico para la industria invertir en un abanico más amplio de personas con educación superior, también en gestionar y transferir el conocimiento con mayor amplitud a los ciudadanos, especialmente de los resultados de las investigaciones que denotan beneficios para la población. Una política de extensión más allá de la comunicacional, es urgente en el sector.

Enfrentar estos desafíos implica que en materia de formación y desarrollo del conocimiento se deben promover intensivamente las oportunidades de formación permanente, formal e informal, en todos los niveles, como estrategia central para garantizar la transferencia y poder contar con técnicos y profesionales competentes e innovadores; explorar nuevos modelos y colaboraciones para el aprendizaje y asegurarse de que sean competentes para alentar el desarrollo de la promoción y la innovación en el sector; maximizar los itinerarios adecuados de promoción y satisfacción laboral; fomentar redes de colaboración entre los diferentes actores formativos y laborales, de modo que se creen vínculos eficaces entre la industria, las comunidades de investigadores y el amplio mundo laboral en el cual puede incidir no solo directamente, sino también de manera indirecta, como en la industria turística, en la gastronomía o en el desarrollo y puesta en valor de la riqueza patrimonial de nuestra región.

http://www.aqua.cl/columnas/potencial-formativo-la-industria-acuicola/#

acuicultura industria pesquera medio ambiente formación profesional

miércoles, 11 de julio de 2018

Las claves del aprendizaje cooperativo


Cuando es el grupo quien debe asegurarse que todos sus miembros deben aprender, entonces a todos les interesará dedicar tiempo a explicar las ideas a los demás. 

When it is the group who must ensure that all its members must learn, then everyone will be interested in taking time to explain the ideas to others.

Es imprescindible que las escuelas y los territorios escolares sean capaces de construir capacidades que les permitan crear e implementar una estrategia de mejora sostenida de la calidad y equidad de la educación, así como también, para instalar las bases de una inclusión real. Para lograrlo, los directivos de estos niveles deben poseer sólidos marcos de referencia conceptual, evidencia científica que sirva para la toma de decisiones profesionales y utilizar mecanismos de participación que aseguren la vivencia de la profundidad de la concepción democrática que tiene la escuela. Esta es la manera en que los liderazgos educativos son a la vez, liderazgos pedagógicos.

Uno de los aspectos que da cuenta del cambio que viene experimentando la enseñanza dice relación con la centralidad del aprendizaje en el discurso educativo y en el esfuerzo por alinear el desarrollo profesional de los docentes a los conocimientos que viene proveyendo la ciencia educativa. La existencia de una abundante investigación sobre el aprendizaje cooperativo en las escuelas sugiere su incorporación como estrategia de trabajo permanente, debido a que sus resultados son abrumadoramente beneficiosos, aun cuando las escuelas no le otorguen la relevancia que debieran, ya que los docentes y los padres suelen pensar que los métodos de aprendizaje cooperativo pueden retrasar a los estudiantes con altos desempeños, sin embargo, estos métodos obtienen logros con todos los tipos de estudiantes y la investigación educacional reporta que tantos los estudiantes de altos logros, como los de bajos y medios, se benefician de los métodos de aprendizaje cooperativo (Slavin; 1995).

El aprendizaje cooperativo se ha promovido para fortalecer las capacidades de pensamiento complejo, como alternativa a las clases de refuerzo, como medio para mejorar la tolerancia y como una manera de preparar a los estudiantes para cuando deban integrarse a una fuerza de trabajo cada vez más colaborativa. Existen muchas formas y muy diversas de aprendizaje cooperativo, todas requieren que los estudiantes trabajen en grupos pequeños para ayudarse unos a otros y comparten la idea de que los estudiantes que trabajan juntos son responsables del aprendizaje de los demás, así como del propio. Por otro lado, también es necesario destacar que el aprendizaje cooperativo mejora casi siempre los resultados en los aspectos afectivos: a los estudiantes les es grato trabajar en grupos, se sienten más competentes y les gustan más las asignaturas que se enseñan cooperativamente, pero para asegurar que sea eficaz, los docentes deben asegurarse que estén presentes las metas del grupo y la responsabilidad individual (Slavin; 2009), es decir, los grupos deben trabajar para alcanzar cierta meta, alcanzar una recompensa o un reconocimiento, pero también deben estar conscientes de que el éxito del grupo dependerá del aprendizaje de cada miembro del grupo, porque lo que se busca no es hacer algo juntos sino aprender algo en equipo.

Cuando es el grupo quien debe asegurarse que todos sus miembros deben aprender, entonces a todos les interesará dedicar tiempo a explicar las ideas a los demás. Los estudios del comportamiento de los estudiantes dentro de los grupos cooperativos de aprendizaje señalan que los estudiantes que más se benefician son aquellos que dan y reciben explicaciones (Webb; 2008); en cambio, dar y recibir respuestas sin explicaciones tiene una relación negativa con el aumento de logros. Por lo tanto, las metas del grupo y la responsabilidad individual motivan a los estudiantes para dar explicaciones y tomarse en serio el aprendizaje de los demás, en vez de simplemente dar respuestas o de centrase en el propio aprendizaje sin importar el de los otros.
equidad; igualdad, justicia, calidad de la educación, profesores, mejores escuelas

Las oportunidades de esta crisis