miércoles, 18 de agosto de 2010

Triquiñuelas no

Vengo llegando de un acto de la JUNAEB donde se lanza la “incorporación del chorito” en la dieta escolar para los estudiantes de Chiloé, pero en la misma presentación que realiza uno de los funcionarios, se señala que en 2007 ya se había introducido como una innovación regional, junto con la de los vegetales. A comienzos de la semana el Ministro Lavín anuncia las becas para estudiantes con resultados destacados en la PSU que opten por estudiar pedagogías, como una gran novedad los medios de comunicación optaron por hacer de ella una noticia de portada y muchos medios escritos editorializaron alabándola y ya la han comenzado a denominar como “la beca Lavín”; tal vez, porque el Ministro sabía de la baja difusión que su antecesora había hecho de esta iniciativa cuando se implementó en octubre de 2009, pretendió presentarla como “su” idea. No creen que existía? Vean aquí: http://www.chileclic.gob.cl/1542/w3-article-46960.html. A mí no me sorprende que pretendan engañarnos, ya el Presidente Piñera dijo durante su campaña que iba a mantener lo bueno que se ha realizado durante los gobiernos de la Concertación, pero lo que si me sorprende, es la actitud de querer presentar como ideas nuevas lo que ya existía.

Pareciera que esto fuese parte del doble estándar con el cual se ha manejado el gobierno y algunos funcionarios estos primeros meses: el presidente llamando a la unidad nacional en la mañana y en la tarde fustigando a la oposición y sus representantes, o Intendentes que se van de vacaciones a Sudáfrica en medio de período de inundaciones en sus regiones, pero que asumieron meses antes para hacer un gobierno eficiente. Sólo muestras de la incoherencia con la cual se ha manejado durante estos meses el gobierno, para que hablar de los múltiples conflictos de interés de funcionarios y del propio presidente, lo cual restringe ostensiblemente sus facultades para actuar, los inhabilita éticamente para actuar aun considerando que lo hagan por el interés público, e incluso, obligándolos a renunciar o vender.

No queremos un gobierno del más pillo o del más vivo, queremos un gobierno mejor. Si hay que mantener iniciativas que se han implementado en gobiernos anteriores, hay que mejorarlas si ello cabe, pero no pretender traficarlas como propias; si existen obras en curso, iniciadas en gobiernos anteriores, hay que terminarlas bien para beneficio de la gente. La pretensión fundacional propia de las mentalidades totalitarias es un fenómeno político y social del siglo XX y muy ajeno a nuestra realidad nacional, hoy no se puede pretender engañar a los ciudadanos por mucho tiempo. Recurrir a estratagemas de esta naturaleza constituye una burla para los ciudadanos que tarde o temprano termina minando la confianza, la credibilidad, algo tan necesario para el buen gobierno. A la seguidilla de errores iniciales, le siguió una estrategia comunicacional agresiva contra los gobiernos anteriores, contra sus obras, contra sus autoridades y relativizando sus logros; los resultados los hemos visto estos días en las sucesivas encuestas donde la imagen y popularidad del presidente y del gobierno distan mucho de ser confortables, más aún, los ciudadanos han castigado al gobierno por sus errores políticos a pesar de las buenas cifras económicas, a la gente no le gustan estas triquiñuelas.

martes, 10 de agosto de 2010

La CASEN, los jóvenes y la educación

El gobierno ha estado entregando los resultados de la CASEN de forma parcial y de manera diferida, para mantener la noticia de las consecuencias del impacto de las “malas” políticas sociales aplicadas durante los años de los gobiernos de la Concertación. Así ocurrió con la entrega de las cifras de pobreza, luego con las de distribución del ingreso y ahora con los datos de educación. Sin embargo, a pesar de que el gobierno las esconde, han ocurrido cosas buenas para nuestros jóvenes durante estos últimos años. Veamos:
1. La educación se ha convertido en la mejor inversión que pueden hacer las personas. Aquellos que tienen 12 años de escolaridad obtienen un 31.9% más de ingresos que aquellos que sólo completan la educación básica. Quienes logran un título técnico de nivel superior, es decir, dos años más de estudios, tienen ingresos un 43.5% superiores a los anteriores y si logran un título profesional, sus ingresos se incrementan un 86.6% más; es decir, un profesional obtiene en promedio un 130% más que alguien que se conforma con cuarto medio. No hay instrumento en el sistema financiero que tenga tan altos retornos que la inversión en educación. Una persona con estudios técnicos llega a percibir anualmente casi dos millones de pesos adicionales a alguien que sólo se queda con cuarto medio. Sólo considerando este diferencial positivo, esta persona durante su vida laboral –sin considerar ahorros y otras inversiones-, habrá percibido los ingresos suficientes para pagar una casa de dos mil UF.
2. Una mirada equilibrada requiere reconocer los avances. En 1990 sólo el 26% de los jóvenes pertenecientes al 10% más pobre de la población tenía educación media completa; en 2009 más del 60% de los jóvenes de este grupo termina este nivel educativo. En 1990 el 53% de los jóvenes había alcanzado este nivel educativo en el país; en 2009 lo logra el 81.5%. En 1990 el 15.6% de los jóvenes estaba en la educación superior; en 2009 el 39.6% asiste a este nivel educativo. En 1990 el 4% y en 2009 el 19.1% de los más pobres asiste a la educación superior; en 1990 sólo el 13.9% de las mujeres asiste a la educación superior, en 2009 superan el 40%, siendo quienes más han avanzado en mejorar sus niveles educativos. Esto permite dimensionar hasta qué punto la expansión de la oferta educativa chilena desde 1990 ha sido un poderoso motor de movilidad social.
Estas cifras son impresionantes para cualquier coalición que en sólo 20 años redujo la pobreza desde un 38.6% en 1990 a un 15.1% en 2009 y haciéndose casi un escándalo del incremento desde un 13.7% al cual se había llegado en 2006. Hay que guardar las proporciones, no soy de los que creen que todo tiempo pasado ha sido mejor. Estas cifras demuestran que nuestros jóvenes hoy tienen mayores oportunidades que los de generaciones anteriores. Sin embargo, nuestro sistema educacional tiene problemas de calidad y esto está asociado a la distribución del ingreso. Somos uno de los países más inequitativos del mundo; por ejemplo, el 10% de los hogares de mayores ingresos recibe 46,2 veces el ingreso del 10% de los hogares con menores ingresos; mientras sólo dos de cada diez jóvenes provenientes de las familias más pobres asiste a la educación superior, nueve de cada diez de las familias más ricas lo hace. Esa brecha, sin embargo, es hoy menor que en ningún otro momento de nuestra historia, y eso refleja la tendencia de los últimos 20 años.
Hace unos días, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, señaló en un informe que si bien Chile ha logrado grandes avances en educación aún falta camino. Uno de las preocupaciones del organismo son los problemas de equidad que aún no se resuelven en el país. El informe de la OCDE, además, dijo que el país debiera mejorar los resultados en las escuelas más vulnerables enfocándose, incluso, más en este sector que en el resto porque de esta forma, sostiene el organismo, se mejorarían los resultados y la equidad. Atribuir toda la responsabilidad de la mala calidad de la educación al sistema educativo, es carecer de voluntad para realizar los cambios que en esta nueva fase se requieren, mantener el discurso de que la educación resolverá todos los problemas del país en el corto plazo, no es consistente con los retornos que esta genera sólo a partir del ingreso al mercado laboral de las personas. Todos los países con resultados educativos destacados por sus estudiantes en las mediciones internacionales y bienestar social de sus habitantes, son los que poseen mayores niveles de equidad en el mundo. Hasta la fecha, nada hemos escuchado de las nuevas autoridades para enfrentar esto que podríamos calificar como el flagelo del siglo XXI, sólo se han limitado a lamentar los 20 años de la Concertación como si quisieran retrotraer el país a como lo dejaron en 1990.

jueves, 5 de agosto de 2010

Aprender inglés…now!

El año pasado comenzamos con un Diplomado de Inglés para los estudiantes de cuartos medios de la especialidad de hotelería del Liceo Politécnico y otros del Liceo Coloane. Más de veinte alumnos llegaron al final del curso y junto a sus licenciaturas de educación media recibieron un certificado de competencia del idioma extranjero por una prestigiosa entidad nacional. Este año además, se ofreció un curso para mejorar sus competencias a los docentes de inglés primero y luego a quienes quisieran para mejorar su dominio; a pesar de la calidad del mismo, no llegaron los que más lo necesitaban: aquellos que tienen bajos niveles de competencia.
El éxito de esta experiencia con los alumnos nos llevó a que este año ampliemos a noventa los cupos e iniciemos en tercero medio esta experiencia; queremos impulsar con fuerza el aprendizaje del inglés en nuestros liceos y para ello ofreceremos a los buenos alumnos becas para mejorar su dominio. Todos los alumnos con un promedio superior a 5.5 en sus liceos serán convocados en agosto a participar de la selección que realizará una institución externa, curso que se extenderá hasta fines del año escolar.
Esta iniciativa de la Corporación Municipal de Castro es única, en la región por lo menos; será un impulso para que los liceos puedan mejorar sus prácticas de enseñanza, un incentivo que los docentes de inglés podrán disponer para sus mejores alumnos, pero también, constituirá una evaluación de la eficacia con la que se enseña en cada liceo y del domino que los estudiantes adquieren. Este año además, el Ministerio de Educación implementará la primera evaluación tipo SIMCE, test que será aplicado en el mes de octubre y que estará a cargo de la entidad estadounidense Educacional Testing Service (ETS), que se ocupa del equivalente al Simce en Estados Unidos. Será una evaluación externa e independiente que dará cuenta del nivel de aprendizaje que tienen nuestros alumnos hoy. Este es un gran desafío para los profesores de inglés, quedará en evidencia la eficacia de su enseñanza que más allá de la evaluación de desempeño a la cual puedan ser sometidos o a pruebas de dominio internacional u otra acreditación, lo que está en juego es su verdadero ejercicio profesional. Hoy existen los recursos mediáticos y tecnológicos suficientes para tener buenos resultados, aunque el mejor de ellos será siempre el buen profesor, por lo que esperamos el compromiso de los padres, de los propios estudiantes seleccionados y de los establecimientos escolares.
Es imprescindible el dominio de esta lengua extranjera por parte de las próximas generaciones, sin esta llave muchas puertas se les cerrarán. Este idioma permite acceder a mejores empleos, a mejor y mayor información, a nuevos conocimientos, a viajar con libertad. Muchos de nuestros jóvenes de hoy serán los trabajadores y profesionales de mañana en nuestra región y ciudad, ellos necesitarán conectarse y conversar con el mundo para intercambiar productos y servicios, por lo que tenemos que persistir en el esfuerzo de su dominio y de una mejor enseñanza, tenemos que aspirar a tener docentes de primer nivel, que puedan demostrar no sólo el dominio del idioma –que en este caso es el contenido que enseñan-, sino que el de metodologías atractivas y efectivas.

Las oportunidades de esta crisis