viernes, 10 de agosto de 2018

Formación profesional de calidad

Una educación técnica que promueve altas expectativas de sus estudiantes y no solo tiene como horizonte inmediato el ingreso temprano al mundo laboral, puede tener un importante impacto en la calidad de la formación y crecimiento del capital humano de una sociedad.

A technical education that promotes high expectations of its students and not only has as an immediate horizon the early entry into the working world, can have an important impact on the quality of training and growth of human capital of a society.

Diversas investigaciones nos señalan que la educación técnica puede ser el punto de partida en la trayectoria educacional de muchos jóvenes de sectores más desaventajados y convertirse en una potente oportunidad para sus desempeños académicos, sus expectativas educacionales y la
continuidad de estudios en la educación superior. Una educación técnica que promueve altas expectativas de sus estudiantes y no solo tiene como horizonte inmediato el ingreso temprano al mundo laboral, puede tener un importante impacto en la calidad de la formación y crecimiento del capital humano de una sociedad. 

Las mismas investigaciones indican que para tener mayores logros y generar un impacto en la productividad de un país o región, deben existir marcos institucionales claros, con participación del sector público y del privado. En este sentido, nuestras regiones pueden aportar a construir un diseño de gobernanza territorial basada en la coordinación de los actores claves de sus áreas prioritarias o de vocación productiva, de tal manera que se pueda provocar un salto hacia fases de mayor complejidad y productividad, de mejor calidad en los empleos y distribución de los ingresos, otorgando sustentabilidad a los sistemas productivos y de empleo regionales. 

Las regiones constituyen el mejor espacio territorial para construir un sistema de formación profesional que responda a estos retos, simplemente, porque la educación técnica requiere de un ambiente de desenvolvimiento descentralizado, que es el escenario en el cual puede contextualizar su oferta educativa, tomar decisiones oportunas, realizar articulaciones efectivas, monitorear las implementaciones acordadas y evaluar sus resultados. Es en el nivel regional donde podemos establecer los vínculos para que el sector privado y el público colaboren para potenciar la innovación, la competitividad, la sustentabilidad y el desarrollo social, pero ello requiere de una institucionalidad que articule las rutas formativas y asegure la calidad de la formación de los actuales y futuros trabajadores y profesionales, pero que también pueda orientar a través de estándares indicativos y protocolos de evaluación de los aprendizajes, la gestión y los resultados de las instituciones formadoras. 

Somos testigos y protagonistas de una sociedad en constante y acelerados cambios, en la cual se valora la creatividad, las capacidades de trabajo colaborativo y de comunicación crítica, bases para el desarrollo de las competencias de alfabetización, resolución de problemas y manejo de lenguajes tecnológicos. Si lo anterior no caracteriza nuestro actual sistema de formación profesional, requiere ser introducido con prioridad y urgencia. Las regiones y las instituciones de formación profesional deben ser las primeras interesadas en asegurar las capacidades de generar aprendizajes y competencias que respondan a las necesidades de los estudiantes y los trabajadores, del mundo del trabajo, y del desarrollo social y económico del territorio.

viernes, 3 de agosto de 2018

El valor de la lectura temprana

A pesar de los esfuerzos que se han diseñado para apoyar a las escuelas a través de las políticas públicas, de los mayores recursos destinados al sector y de los mejoramientos materiales implementados, el sistema escolar no logra alcanzar los niveles satisfactorios que todos esperamos. 

Despite the efforts that have been designed to support schools through public policies, the greater resources allocated to the sector and the material improvements implemented, the school system fails to reach the satisfactory levels we all expect.

La Agencia de la Calidad de la Educación evalúa, informa y orienta a las escuelas y al sistema educacional con el propósito de contribuir al mejoramiento de la calidad y la equidad de los aprendizajes de todos los estudiantes del país. En este sentido, el Primer Estudio Nacional de Lectura 2017 realizado en los segundos básicos y dado a conocer recientemente, entrega información valiosa para que quienes diseñan la política pública, puedan formular los apoyos necesarios a las comunidades escolares y brindar así una serie de recomendaciones orientadoras que pueden ser consideradas por los establecimientos educacionales para asegurar los aprendizajes esperados en este nivel educativo. 
Los resultados no son satisfactorios, porque evidencian un estancamiento generalizado en relación a los aprendizajes esperados para los estudiantes en este nivel: no logran superar el 50% en el nivel de aprendizaje adecuado, las mujeres obtienen mejores resultados que los hombres y la estratificación entre los niveles socioeconómicos mantienen una referencia casi proporcional. Estos resultados no son muy diferentes a los alcanzados por los estudiantes en mediciones de otras competencias o niveles superiores. A pesar de los esfuerzos que se han diseñado para apoyar a las escuelas a través de las políticas públicas, de los mayores recursos destinados al sector y de los mejoramientos materiales implementados, el sistema escolar no logra alcanzar los niveles satisfactorios que todos esperamos. 

Sin embargo, este estudio nos entrega algunos elementos que debiéramos incorporar tanto en los diseños de política educativa como en las estrategias que los establecimientos escolares deberán implementar para comenzar a superar las anteriores debilidades. En efecto, entre las variables asociadas a los buenos resultados está en primer lugar la exposición temprana a los ambientes escolarizados, es decir, cuando los niños y niñas han asistido a la educación parvularia logran mejores resultados académicos en todos los niveles socioeconómicos. Además, cuando en este nivel se trabajan las habilidades prelectoras, como reconocer letras y palabras o han estado expuestos a prácticas de lectura tanto en el hogar como en la escuela, estos logran desarrollar trayectorias significativamente mejores. Luego, cuando en la escuela tienen profesores con formación destacada, se implementan programas especiales de promoción de la lectura y existe una buena relación entre estudiantes y profesores, los efectos en los resultados de los estudiantes impactan positivamente hasta ocho años después. 

La escuela es la institución más significativa para los estudiantes, especialmente para aquellos que provienen de hogares más vulnerables. En este sentido, el liderazgo de los directivos para movilizar a su comunidad y a todos sus integrantes es fundamental para diseñar estrategias efectivas, pero también para crear las capacidades institucionales que permitan tomar decisiones acertadas e innovadoras, que promuevan la colaboración y el desarrollo profesional de los docentes, y establezcan una relación armoniosa con los padres, incorporándolos como aliados privilegiados para promover una cultura de altas expectativas en los estudiantes.

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jueves, 26 de julio de 2018

El potencial formativo de la industria acuícola


Potenciar la acuicultura hacia una posición estratégica en el desarrollo regional y nacional implica que la propia industria tome la iniciativa en una serie de ámbitos que la pueden convertir en líder, como la incorporación de tecnología, la seguridad y calidad de la producción, la mejora genética o de los procesos de producción. 

Maximize aquaculture towards a strategic position in regional and national development means that the industry itself takes the initiative in a series of areas that can turn it into a leader, such as the incorporation of technology, the safety and quality of production, genetic improvement or of the production processes.

Aun cuando se cree que la industria alimentaria acuícola tiene data reciente, la verdad es que durante miles de años las civilizaciones china y de la antigua Roma ya la cultivaban. Su identidad moderna, asociada al progreso tecnológico, la identifica como un importante contribuyente del suministro alimentario a escala mundial, teniendo, además, la particularidad de generar tantos empleos directos como indirectos en servicios, procesados y otras relacionadas, incluida la investigación.

La industria acuícola emplea personal altamente calificado en todos los niveles de la cadena, desde los productores hasta los equipamientos y proveedores de piensos, servicios sanitarios y veterinarios, investigadores, procesadores y comercializadores. Esta excelencia, le permite ser considerada como parte integral de la bioeconomía, campo de estudio transdisciplinar de gestión de la sustentabilidad que tiene por finalidad trabajar por un desarrollo socio-económico sostenible, a través de un uso eficiente de los recursos naturales en el que participan además de economistas, científicos de otras áreas como la biología, la física, la química, la ingeniería y otras, cuyos principios más relevantes están asociados al desarrollo de la capacidad para defender el medio ambiente y asegurar la capacidad de regeneración de la biodiversidad, al uso de recursos renovables y energías limpias para evitar la destrucción y contaminación de los ecosistemas y a la promoción de la mejora del bienestar y la equidad social.

Potenciar la acuicultura hacia una posición estratégica en el desarrollo regional y nacional implica que la propia industria tome la iniciativa en una serie de ámbitos que la pueden convertir en líder, como la incorporación de tecnología, la seguridad y calidad de la producción, la mejora genética o de los procesos de producción. Sin embargo, creo que una de las aportaciones más significativas para la sociedad puede estar en el campo del desarrollo de la formación y distribución del conocimiento, elevando con ello la calidad de la producción y el bienestar social. Para ello, la industria debiera tomar la iniciativa y establecer fuertes vínculos con las instituciones formadoras y por esa vía, asegurarse la gestión eficaz y la transferencia de conocimientos y tecnología a etapas previas a la fase productiva, desarrollando currículos y asegurando la adquisición de competencias en relación con las necesidades de la cadena de valor de la acuicultura, en la creación de redes especializadas y eficaces para asegurar el éxito de la transferencia de tecnología y la aplicación de las innovaciones, con ello podría garantizar una formación y desarrollo de habilidades de las personas que trabajan en el sector y atraer profesionales cualificados.

La industria acuícola tiene el reto de enfrentar la percepción pública y preocupaciones del consumidor negativas respecto de los productos acuícolas, con especial atención a la calidad, la seguridad, el impacto medioambiental y la sostenibilidad, que, de mantenerse, pueden constituir un riesgo que redunde en una falta de personal calificado y motivado, no proporcionándoles un ambiente de trabajo seguro, atractivo, desafiante y gratificante, y en que la transferencia del conocimiento desde la investigación hacia la industria y hacia los políticos, entre en abierta duda. Por ello, es estratégico para la industria invertir en un abanico más amplio de personas con educación superior, también en gestionar y transferir el conocimiento con mayor amplitud a los ciudadanos, especialmente de los resultados de las investigaciones que denotan beneficios para la población. Una política de extensión más allá de la comunicacional, es urgente en el sector.

Enfrentar estos desafíos implica que en materia de formación y desarrollo del conocimiento se deben promover intensivamente las oportunidades de formación permanente, formal e informal, en todos los niveles, como estrategia central para garantizar la transferencia y poder contar con técnicos y profesionales competentes e innovadores; explorar nuevos modelos y colaboraciones para el aprendizaje y asegurarse de que sean competentes para alentar el desarrollo de la promoción y la innovación en el sector; maximizar los itinerarios adecuados de promoción y satisfacción laboral; fomentar redes de colaboración entre los diferentes actores formativos y laborales, de modo que se creen vínculos eficaces entre la industria, las comunidades de investigadores y el amplio mundo laboral en el cual puede incidir no solo directamente, sino también de manera indirecta, como en la industria turística, en la gastronomía o en el desarrollo y puesta en valor de la riqueza patrimonial de nuestra región.

http://www.aqua.cl/columnas/potencial-formativo-la-industria-acuicola/#

acuicultura industria pesquera medio ambiente formación profesional

miércoles, 11 de julio de 2018

Las claves del aprendizaje cooperativo


Cuando es el grupo quien debe asegurarse que todos sus miembros deben aprender, entonces a todos les interesará dedicar tiempo a explicar las ideas a los demás. 

When it is the group who must ensure that all its members must learn, then everyone will be interested in taking time to explain the ideas to others.

Es imprescindible que las escuelas y los territorios escolares sean capaces de construir capacidades que les permitan crear e implementar una estrategia de mejora sostenida de la calidad y equidad de la educación, así como también, para instalar las bases de una inclusión real. Para lograrlo, los directivos de estos niveles deben poseer sólidos marcos de referencia conceptual, evidencia científica que sirva para la toma de decisiones profesionales y utilizar mecanismos de participación que aseguren la vivencia de la profundidad de la concepción democrática que tiene la escuela. Esta es la manera en que los liderazgos educativos son a la vez, liderazgos pedagógicos.

Uno de los aspectos que da cuenta del cambio que viene experimentando la enseñanza dice relación con la centralidad del aprendizaje en el discurso educativo y en el esfuerzo por alinear el desarrollo profesional de los docentes a los conocimientos que viene proveyendo la ciencia educativa. La existencia de una abundante investigación sobre el aprendizaje cooperativo en las escuelas sugiere su incorporación como estrategia de trabajo permanente, debido a que sus resultados son abrumadoramente beneficiosos, aun cuando las escuelas no le otorguen la relevancia que debieran, ya que los docentes y los padres suelen pensar que los métodos de aprendizaje cooperativo pueden retrasar a los estudiantes con altos desempeños, sin embargo, estos métodos obtienen logros con todos los tipos de estudiantes y la investigación educacional reporta que tantos los estudiantes de altos logros, como los de bajos y medios, se benefician de los métodos de aprendizaje cooperativo (Slavin; 1995).

El aprendizaje cooperativo se ha promovido para fortalecer las capacidades de pensamiento complejo, como alternativa a las clases de refuerzo, como medio para mejorar la tolerancia y como una manera de preparar a los estudiantes para cuando deban integrarse a una fuerza de trabajo cada vez más colaborativa. Existen muchas formas y muy diversas de aprendizaje cooperativo, todas requieren que los estudiantes trabajen en grupos pequeños para ayudarse unos a otros y comparten la idea de que los estudiantes que trabajan juntos son responsables del aprendizaje de los demás, así como del propio. Por otro lado, también es necesario destacar que el aprendizaje cooperativo mejora casi siempre los resultados en los aspectos afectivos: a los estudiantes les es grato trabajar en grupos, se sienten más competentes y les gustan más las asignaturas que se enseñan cooperativamente, pero para asegurar que sea eficaz, los docentes deben asegurarse que estén presentes las metas del grupo y la responsabilidad individual (Slavin; 2009), es decir, los grupos deben trabajar para alcanzar cierta meta, alcanzar una recompensa o un reconocimiento, pero también deben estar conscientes de que el éxito del grupo dependerá del aprendizaje de cada miembro del grupo, porque lo que se busca no es hacer algo juntos sino aprender algo en equipo.

Cuando es el grupo quien debe asegurarse que todos sus miembros deben aprender, entonces a todos les interesará dedicar tiempo a explicar las ideas a los demás. Los estudios del comportamiento de los estudiantes dentro de los grupos cooperativos de aprendizaje señalan que los estudiantes que más se benefician son aquellos que dan y reciben explicaciones (Webb; 2008); en cambio, dar y recibir respuestas sin explicaciones tiene una relación negativa con el aumento de logros. Por lo tanto, las metas del grupo y la responsabilidad individual motivan a los estudiantes para dar explicaciones y tomarse en serio el aprendizaje de los demás, en vez de simplemente dar respuestas o de centrase en el propio aprendizaje sin importar el de los otros.
equidad; igualdad, justicia, calidad de la educación, profesores, mejores escuelas

jueves, 28 de junio de 2018

El sentido del trabajo en red



En algunas escuelas puede que el trabajo en red no solo sea importante para la mejora escolar en el sentido tradicional, sino que también se constituya en un factor que contribuya a resolver cierto estado de desorganización interna.

In some schools it may be that networking is not only important for school improvement in the traditional sense, but also constitutes a factor that contributes to solving a certain state of internal disorganization.


El trabajo en red y la colaboración se han convertido en las estrategias preferidas por las escuelas y los sistemas escolares para enfrentar los retos de la mejora educativa en gran escala. Si bien, no siempre las formas virtuosas del trabajo en red entre escuelas giran en torno a los aprendizajes escolares, los desafíos de inclusión social, que vienen a tensionar el esfuerzo que realizan por incrementar los rendimientos de sus estudiantes, aparecen como oportunidades para otorgarle sentido y proyección al trabajo colaborativo entre las escuelas. 

En algunas escuelas puede que el trabajo en red no solo sea importante para la mejora escolar en el sentido tradicional, sino que también se constituya en un factor que contribuya a resolver cierto estado de desorganización interna o de aislamiento de la comunidad y su entorno, como consecuencia de una debilidad en el alineamiento con las políticas educativas locales o nacionales, y que por la vía de otorgar espacios para la integración entre las escuelas asociadas, compartan también los valores y las metas de las escuelas que enfrentan circunstancias desafiantes y han logrado superarlas. 

Las escuelas con resultados deficientes muchas veces muestran indicios de cierta anomia y su involucramiento en espacios de colaboración puede constituirse en la oportunidad para su integración a la comunidad y definir su camino hacia la mejora, aun cuando ésta sea vista como en condiciones desventajosas inicialmente, especialmente cuando se está junto a escuelas que tienen una trayectoria destacada de integración y resultados satisfactorios. 

El aprendizaje colaborativo ofrece un ambiente propicio para promover el cambio y la innovación. Estos son requerimientos esenciales principalmente para las escuelas que están insertas en comunidades vulnerables y a las cuales se les exige cumplir con altos estándares de desempeño. De esta manera, tanto las políticas nacionales, como los programas y las iniciativas de mejora escolar que los sistemas implementan, demuestran tener cierto impacto positivo en los aprendizajes de los estudiantes, y por esa vía, comienzan a cerrar la brecha en desempeño escolar entre las escuelas de alto y de bajo nivel socioeconómico. De este modo, el trabajo en red puede ayudar a ampliar las oportunidades y a resolver las necesidades de quienes vienen de entornos vulnerables, instalando bases para un mejoramiento efectivo de las condiciones de enseñanza y de los aprendizajes de los estudiantes, rompiendo con el aislamiento de las escuelas y disminuyendo las brechas de logro escolar. 

Algunas características de las redes que se orientan hacia la mejora escolar son que se proponen metas donde los líderes escolares se apoyan mutuamente, las escuelas programan en conjunto la focalización en estudiantes con necesidades comunes, desarrollan planes compartidos de capacitación docente, implementan enfoques colegiados de liderazgo y apoyo, planifican en conjunto como enfrentar las necesidades de la comunidad local en la cual están insertas e impulsan comunidades de aprendizaje en torno a los temas curriculares de interés común. En cambio, aquellas redes que se orientan a ampliar las oportunidades de sus estudiantes desarrollan colaborativamente sistemas de planificación curricular comunes, ofrecen orientación vocacional a sus estudiantes, desarrollan redes de apoyo a sus directivos, colaboran para gestionar apoyos externos e intercambian y comparten recursos humanos y materiales. 

Si bien la voluntariedad de participar de las redes suele ser deseable, la obligatoriedad puede, en algunos casos, ser más efectiva y necesaria para lograr que las escuelas mejoren su desempeño y, además, tiene la ventaja de brindar un mayor control y oportunidades para la integración, y por esa vía, la contribución al mejoramiento del sistema es más cierta. 

equidad, justicia social, calidad educativa, mejora escolar, liderazgo

miércoles, 20 de junio de 2018

Liderazgo para la buena enseñanza


El tipo o estilo de liderazgo que se practica en la escuela define las modalidades del trabajo profesional docente, es decir, de la enseñanza que se practica, y con ello las trasmisiones simbólicas hacia los estudiantes, como las actitudes y valores que de ello se desprenden. 

The type or style of leadership practiced in the school defines the ways of teaching, that is, the teaching that is practiced, and with it the symbolic transmissions to the students, such as the attitudes and values that result from it.

Si el mundo está cambiando, la escuela no puede permanecer estática, también está llamada a cambiar. ¿Qué ha de cambiar en la escuela? Lo más relevante es la definición del tipo de liderazgo que se desarrollará en la escuela. Hay efectos significativos directos -demostrados por la investigación nacional e internacional-, que un fuerte liderazgo pedagógico puede contribuir a crear estructuras que faciliten el trabajo de los profesores y que éste, a su vez, incida en la mejora de los aprendizajes de sus estudiantes. Esta creencia es fundamental, si nuestros directivos saben que su liderazgo tiene consecuencias en el grado de colaboración y trabajo conjunto de los docentes, entonces debemos realizar esfuerzos formativos por promover e instalar en el sistema escolar modalidades diferentes a las tradicionales de conducir los procesos de gestión en ellas. El tipo o estilo de liderazgo que se practica en la escuela define las modalidades del trabajo profesional docente, es decir, de la enseñanza que se practica, y con ello las trasmisiones simbólicas hacia los estudiantes, como las actitudes y valores que de ello se desprenden. Un liderazgo impositivo, impersonal, desconectado de la cotidianeidad, genera desconfianza en las relaciones interpersonales, indiferencia con el destino de los demás y de la comunidad, provoca apatía cívica, promueve el individualismo y la competencia anuladora de las virtudes y talentos ajenos.

En cambio, un liderazgo que se involucra en los desafíos personales y comunes, que practica la cercanía y el contacto personal con todos los miembros de la comunidad escolar, que está atento a las necesidades y forma parte de la búsqueda de soluciones a las dificultades, provoca compromiso, solidaridad y colaboración. El estilo de liderazgo que se promueve y practica en nuestras escuelas no puede ser indiferente a los valores que se quieren inculcar en nuestras próximas generaciones.

Si bien la contribución del liderazgo pedagógico de la dirección escolar, en un contexto distribuido, centrado en el aprendizaje, es siempre indirecto, puesto que no reemplaza la labor del profesor, no es el/la director/a quien trabaja en las aulas, pero si puede contribuir a establecer las condiciones para que se trabaje bien en ellas. Sin duda la efectividad de un profesor está en relación con sus capacidades, motivaciones, con su compromiso y las características del contexto, pero la creación de un ambiente y de unas condiciones que favorezcan a su vez un buen trabajo en las aulas, es algo que depende de los directivos y mientras más desfavorecido es el contexto social o menores los logros escolares de sus estudiantes, más significativa es la calidad de los directivos. La escuela y los estudiantes más vulnerables son más sensibles a los efectos del liderazgo directivo, por lo que su calidad y efectividad importa más en estas escuelas.

En definitiva, si queremos una buena escuela, inclusiva y justa, los directivos deben contribuir a que los profesores enseñen mejor, pues la estrategia más prometedora para mantener un mejoramiento sostenido y sustantivo es el desarrollo de la capacidad de todo el personal de la escuela para funcionar como comunidad profesional de aprendizaje, donde lo predominante sea la responsabilidad colectiva con la mejora de la enseñanza, con el mejoramiento de los aprendizajes de los estudiantes, con procesos de toma de decisiones compartidas, informada y sobre la base de evidencia científica y guiada por el juicio y la experiencia colectiva. Los focos del trabajo profesional docente que promueve un liderazgo efectivo en las buenas escuelas buscan asegurar que todos los estudiantes aprendan, que se despliegue una cultura de la colaboración, saliendo del trabajo individualista, y con un enfoque en los resultados.

http://www.australosorno.cl/impresa/2018/06/29/full/cuerpo-principal/8/
liderazgo, calidad de la educación, equidad, justicia, eficacia educativa, aprendizaje, enseñanza

lunes, 11 de junio de 2018

Oportunidades para el liderazgo


La alta calidad del liderazgo en los directores y directoras es un ingrediente necesario para el éxito escolar de todos los estudiantes, por lo tanto, se espera que sean capaces de alinear este propósito con las capacidades y recursos de la escuela. 

The Pricipal's high quality of leadership is a necessary ingredient for the school success of all students, therefore, it is expected that they will be able to align this purpose with the capacities and resources of the school.

Existen dos características comunes de los sistemas educativos modernos que están satisfaciendo las expectativas de sus poblaciones y que han logrado éxito en alcanzar destacados logros comparativos y que se desprenden de una política de liderazgo escolar consistente promovida por la política educativa: (i) es imprescindible que el liderazgo tenga un carácter distribuido y éste emerja desde los distintos actores, generando una cultura escolar orientada hacia el trabajo colaborativo (Fullan y Hargreaves) y (ii) que la orientación tanto de las políticas públicas hacia el mejoramiento del sistema escolar en general como al de las escuelas en particular, busque el logro de resultados de aprendizaje en los estudiantes (Harris). Conjugar estos dos objetivos será un trabajo exigente, en el cual se requiere compartir y colaborar en las tareas que debe asumir cada actor, pero también, requiere de determinación de éstos para no claudicar ante los obstáculos e incomprensiones con las cuales nos encontraremos muchas veces a medio camino.

Sabemos que las condiciones del contexto y las demandas de la sociedad hacen compleja la tarea de los líderes educativos, por lo mismo, es que debemos promover la calidad de las directoras y directores en nuestras escuelas, pues ésta es más relevante para las que están en entornos de poblaciones en condición de desventaja social, y numerosas investigaciones han reafirmado que luego de la enseñanza en el aula, es el segundo factor con mayor capacidad para mejorar los aprendizajes. La alta calidad del liderazgo en los directores y directoras es un ingrediente necesario para el éxito escolar de todos los estudiantes, por lo tanto, se espera que sean capaces de alinear este propósito con las capacidades y recursos de la escuela. Sin embargo, el logro de ciertos estándares satisfactorios de una escuela o un grupo de ellas no es suficiente para tener un sistema de calidad, para alcanzar este objetivo se requiere reducir las brechas de aprendizaje entre los grupos socioeconómicos distintos y para que  ello ocurra es necesario que los liderazgos de la escuela y del territorio compartan estas definiciones otorgando apoyo decidido a las estrategias de desarrollo educativo, de desarrollo profesional docente y de eficacia en la administración de los recursos con los cuales disponen las escuelas.

Para mejorar nuestro sistema educativo es fundamental que en todas nuestras escuelas se promueva la buena enseñanza, aquella que tenga como foco el valor del significado, el de las relaciones con conocimientos previos y con la experiencia real, que lo vincula con otros incorporando el juicio crítico y el análisis lógico, provocando una motivación intrínseca por el saber, por la bondad y la belleza entre los estudiantes. Esta buena enseñanza surge de convicciones de que todos los alumnos tienen capacidades y que el esfuerzo que coloquen en ellos les permitirá alcanzar las metas que se proponga. El nivel aula explica alrededor de cuatro veces más la varianza en los resultados de aprendizaje, en comparación al nivel escuela; esto deben saberlo los profesores y que tienen un rol clave en crear las condiciones para el éxito escolar, al igual que los directivos en apoyar el desarrollo de la interacción profesor alumno, al inducir el diálogo y la reflexión profesional para complementar, fortalecer y aprender entre docentes, mejorando así el clima escolar y la cultura de trabajo de los profesores.

Asumiendo con convicción estas tareas, las escuelas pueden dar el salto y dejar atrás las trayectorias frustrantes fortaleciendo la colaboración entre profesores y entre sus unidades internas e invirtiendo en el aprendizaje y desarrollo profesional. Se trata de que nuestras escuelas movilicen sus capacidades internas de manera articulada, como una organización profesional de aprendizaje, impulsada por un liderazgo pedagógico desde la dirección escolar y se transforme a sí misma en un entorno que apoya el trabajo colaborativo de los profesores. Cada escuela y el conjunto de ellas deben actuar dentro de un marco de acción coherente que promueva metas, la cultura colaborativa centrada en los aprendizajes y un marco de responsabilidades compartidas que tome en cuenta las necesidades de los estudiantes y las preocupaciones de la comunidad.
justicia escolar equidad de género calidad quality of leadershipeducativa acapacities and resources of the school.prendizajes

Las oportunidades de esta crisis