jueves, 30 de agosto de 2007

Oportunidad para una reforma de verdad

Sabemos cómo el gobierno y la oposición pretenden resolver los problemas de nuestro sistema educacional. Esto nos dicen tanto con el proyecto de LGE, cuya idea de legislar se ha aprobado con el rechazo de la oposición, y con la propuesta presentada por la derecha recientemente, la que pretendían imponer como alternativa al proyecto del gobierno.

Más allá de lo anterior, que no quedará sino en lo anecdótico de esta discusión, a lo que debemos abocarnos es a mejorar la propuesta que ha iniciado su trámite legislativo de tal manera que permita al país tener un sistema educacional moderno, eficiente y que logre resultados socialmente satisfactorios, tanto para los aspectos formativos como académicos de nuestros estudiantes. La trascendencia de estas decisiones importa seriedad en las argumentaciones y no caricaturizar las del adversario pretendiendo con ello una legitimidad o autoridad que no contribuye ni está a la altura de los desafíos que tenemos. Lo anterior no implica que sólo el debate experto sea el relevante; más aún, una reforma educacional es ante todo una reforma política de implicancias insospechadas para la formación ciudadana, técnica, profesional y científica cuando se carece de claridad en los sustentos. Por lo tanto, este no es el espacio para fabricarse satisfacciones personales o pretender imponer o consolidar una visión no mayoritaria del modelo educativo que queremos para nuestras escuelas, especialmente para las escuelas públicas.

Patricia Matte, “la ideóloga de la propuesta de la oposición” ha desmentido a la Ministra de Educación al señalar que “En la pura forma, a lo mejor es un 50% similar; pero el fondo es absolutamente diferente” (19/07), respecto de los grados de coincidencia que la segunda señalaba tendrían las propuestas del gobierno y de la oposición sobre las reformas que se pretenden a la LOCE. Esto es efectivo, existe un fondo de discrepancia mayor entre lo que pretende la derecha hacer en educación y lo que ha señalado el gobierno en su proyecto de ley. Si bien esta última puede y debe mejorarse en los aspectos instrumentales, como la integración en un cuerpo legal de los temas relevantes del marco regulador como la superintendencia, el valor diferenciado y modalidad de cálculo de la subvención escolar y la institucionalidad de un sistema de aseguramiento de la calidad, existen aspectos que dan cuenta de la profundidad de estas discrepancias.

En primer lugar nos resulta llamativo que la derecha no se pronuncie sobre los profesores y el Estatuto Docente, a los cuales ha demonizado los últimos años al señalarlos como los causantes de todos los males de la educación municipal; el gobierno tampoco lo hace, pero los primeros tenían la oportunidad de ofrecer algo mejor a nuestros docentes. La derecha no tiene alternativa para los profesores o hace cálculos que desconocemos y que debieran explicitarse en el debate. Hemos dicho que el Estatuto Docente es injusto, contiene restricciones y mayores obligaciones para los municipios, quienes además deben tomar decisiones incluyendo criterios sociales y políticos que incrementan los costos y disminuyen los beneficios; lo contrario hacen los privados. Alienta la permanencia y desincentiva la renovación docente en los municipios; lo contrario provoca en los privados.

Pretender mejorar la educación que se imparte en las escuelas municipales sin introducir modificaciones estructurales, es no conocer las limitaciones objetivas a la gestión que en estas se tienen. La propuesta de la derecha al minimizar el rol del Estado descuida todas las escuelas rurales y de aquellos sectores en los cuales no es conveniente la instalación de la oferta privada. En estos sectores no rentables los padres por más información que tengan difícilmente podrán “comprar” otro servicio educativo que el de la escuela de siempre, lo mismo ocurre para las familias de los sectores marginales para los cuales el costo de traslado a la escuela que le gustaría para sus hijos, hace imposible la movilidad. Esperamos que nuestros congresistas puedan incorporar correcciones que renueven la ambición de nuestros docentes para enseñar con pasión, colocando incentivos más que castigos, relevando el deber profesional por sobre un falso derecho de acceder a un mal llamado perfeccionamiento que difícilmente podrá superar las falencias de la formación inicial o responder a las necesidades generadas en la comunidad escolar en la cual se desempeñan.

En segundo lugar, creo que hay que abordar con decisión el término de las prácticas discriminatorias y de selección en el conjunto del sistema subvencionado, especialmente privado, es un complemento ineludible, especialmente la de carácter socioeconómico, que es la que profundiza la segmentación social de las escuelas y de sus resultados escolares. Si no se mantiene la determinación de eliminar la selección abierta y encubierta, a lo menos en toda la enseñanza básica, las “buenas escuelas” generarán practicas sofisticadas de selección de buenos alumnos y excluirán a aquellos de más bajo desempeño real o potencial y podríamos terminar premiando a las escuelas que han sido hábiles en excluir a los niños con mayores desventajas y castigando a las que han trabajado en los contextos social y educativamente más difíciles. Aquí quiero reiterar la pregunta que hiciera nuestra Presidenta el 21 de mayo en el Congreso Nacional: "¿es propio de una ética integradora que con recursos públicos se excluya a parte de nuestros niños, especialmente a los más vulnerables?”.

Tenemos que colocar incentivos poderosos para construir una sociedad más integrada y de ambas propuestas, la del gobierno se acerca más a estos planteamientos. Expertos como la OCDE han señalado esta falencia en nuestro sistema y pareciera que estamos comportándonos como en el dicho de que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Los municipios sufren un acoso permanente por efectos de la libertad de localización de la cual gozan los operadores privados en las zonas en las cuales no existe déficit de cobertura. La derecha ha ofrecido a los sostenedores privados la posibilidad de otorgar legitimidad democrática a un ámbito de negocios socialmente discutido y con la perspectiva de ampliarlo a costa de que los establecimientos municipales que no tengan resultados satisfactorios deban ser licitados, ¿a quienes?, a los privados, que seguirán gozando de la posibilidad de seleccionar socioculturalmente a las familias de sus alumnos, consagrando la segmentación social de nuestras escuelas y ciudades.

Se está sobre dimensionando la necesidad de tener escuelas más eficientes, por sobre el imperativo ético de tener un sistema educacional más equitativo. Hay que tomar medidas más audaces que modifiquen sustancialmente el modelo de reproducción social que se está creando a partir de la calidad de las escuelas que tenemos, porque lo que se avizora es la misma estratificación en la educación superior, como una cadena natural, como un pasadizo predeterminado que impide la integración y la cohesión social. http://www.lanacion.cl/prontus_noticias/site/edic/2007_08_13_1/home/home.html

El Maletín Literario y la Promoción de la Lectura

A propósito de la iniciativa gubernamental del “maletín literario” han surgido unas voces señalando sugerencias para su mejor implementación y otras para promover la lectura en nuestra población, pero también, hemos conocido algunas experiencias que se estarían iniciando con el objetivo de que nuestros alumnos lean más y mejor. Primero quisiera recordar que desde 2003 la Región de Los Lagos está certificando la competencia lectora en los alumnos de primero básico en el “día regional de la lectura”; lo mismo está haciendo desde 2006 la comuna de Maipú, con el “día comunal de la lectura”; ambas el 12 de julio, en conmemoración del natalicio de uno de nuestros Premios Nobel, en este caso el de Pablo Neruda. En esta fecha los alumnos reciben una “certificación de su competencia lectora”; que es el primer gran reconocimiento al logro académico más trascendente de su infancia. Cuando las personas aprenden a leer ganan en libertad, son más autónomas, comienzan a soñar mundos nuevos a los que acceden a través de la lectura, a aprender por si mismas, a acceder a información que seleccionan. En definitiva, aprender a leer es un hito transformador que no puede pasar inadvertido en el proceso educativo y más allá de cumplir con un indicador de eficiencia institucional, debe ser reconocido como el momento más significativo de la vida académica de nuestros niños: su “primer título” y reconocimiento social de éxito escolar.

En segundo lugar, me parece inexplicable que reconociendo la importancia de la necesidad de mejorar la comprensión lectora en la vida de las personas, de su impacto en la productividad del país, en la calidad de nuestra democracia, aún se carezca de una política nacional que impulse la lectura temprana de manera decidida. Estos esfuerzos regionales, comunales y de algunas escuelas, dan cuenta de la necesidad de otorgar recursos para que autónomamente estos niveles puedan definir sus estrategias o continuar más sistemáticamente con las que están llevando a cabo con mucho esfuerzo. El Ministerio de Educación debiera fijar una política de apoyo donde quepan las diversas iniciativas que se están desarrollando y que fortalezcan la integración de la comunidad y de la familia para generar un ambiente que promueva la lectura efectiva en nuestras escuelas. El “maletín literario” anunciado por la Presidenta puede ser una inversión vistosa pero poco efectiva si no se complementa por ejemplo, con medidas como las que comentamos.

En tercer lugar, quisiera señalar que aquí tenemos una gran oportunidad para dar un sentido a la gestión de nuestras escuelas. Muchas veces hemos escuchado que la gran reforma educativa que hemos venido implementando durante estos años carece de la adhesión necesaria y de un sentido movilizador para nuestros docentes y que en ello estaría la razón fundamental de la carencia de compromiso y entusiasmo con estos cambios y con los éxitos alcanzados. No deja de existir cierta razón en esta crítica, pues muchas de estas medidas han sido “bajadas” –y siguen siéndolo- desde el nivel central del sistema e implementadas con la misma rigidez tanto en la escuela de Futaleufú como en la de Pudahuel. Esta es una oportunidad para apoyar la generación de espacios de autonomía en las escuelas y el desarrollo del profesionalismo de nuestros docentes. Este es un espacio privilegiado para que los directores de escuela puedan definir las metas a lograr y los recursos a utilizar. No hay excusa para que los alumnos no puedan leer el primer año en la escuela, como no la hay para que el profesor no enseñe eficientemente sino con uno, con otro método, pues debe tener la libertad de elegir como enseñar, ser tratado como profesional, y no adscribir involuntariamente a metodologías que no domina o verse expuesto a asistir a mini cursos para ser habilitado, lo cual nunca logrará. Aquí se juega el profesionalismo docente, si éste no es capaz de que sus alumnos aprendan a leer, difícilmente podrá enseñarle las matemáticas, las ciencias, transmitir la cultura o la formación cívica necesaria para la convivencia social.

La iniciativa del maletín literario, siendo una buena idea, puede convertirse en un elemento extraño para las familias, incomprendida o un despilfarro de recursos por los especialistas y carente de sentido para la comunidad, sino es acompañada de un esfuerzo de coordinación con quienes tienen las atribuciones, la voluntad y el entusiasmo de transformarla en una gran idea para el país. La Presidenta nos ha planteado un desafío para con las familias más modestas, es nuestra responsabilidad no construir argumentos para descalificarla anticipadamente.

martes, 24 de julio de 2007

La difícil convivencia escolar

El hecho de que las escuelas aparezcan a menudo en noticias policiales nos preocupa seriamente a todos los miembros de la comunidad educativa. En efecto, los episodios de violencia en nuestros colegios parecen tener una gran capacidad de atraer la atención pública, causando lo que hoy día se ha dado en denominar una alta «alarma social», por lo que la aparentemente nueva lacra de la violencia escolar se añade a las ya innumerables fuentes de demanda y presión social con que nuestras escuelas y nuestro profesorado deben enfrentarse. El vandalismo y la agresión física son estrictamente fenómenos de violencia; en el primer caso, contra los bienes; en el segundo, contra las personas. A pesar de ser los que más impacto tienen sobre las comunidades escolares y sobre la opinión pública en general, los registros indican que son muy limitados en el total de los casos de conducta antisocial que se registran en los establecimientos escolares. Pero ahí están, para copar la agenda: “abusos deshonestos”, “acusación a docente”, “toma de colegio”, “narcotráfico escolar”, “riñas entre estudiantes”, “agresión de apoderados”.

En el debate acerca de la violencia y el comportamiento antisocial en las escuelas subyacen cuestiones y retos de gran alcance y con profundas implicaciones para nuestra sociedad. Lo que «nos estamos jugando» aquí, es si la escuela puede continuar siendo un instrumento de cohesión social y de integración democrática de los ciudadanos, o de si es un escenario donde se replican a menor escala los conflictos de las familias y de la comunidad, siendo ésta sólo un reflejo de lo que allí ocurre. Creemos que las medidas de atención a la diversidad, el aprendizaje de la convivencia, la educación en actitudes y valores, se muestran como prioridades irrenunciables para la educación institucionalizada. Sin embargo, el carácter no estrictamente académico choca, a veces incluso con dureza, con ciertas culturas profesionales y personales de directivos y con la propia practica docente, y aún mucho más, con ciertas posiciones ideológicas en política educativa y curricular; y esto es así sobre todo en el ámbito de la educación media, el nivel del sistema educativo donde siempre se concentran los grandes debates de fondo sobre la educación.


El riesgo de fragmentación social y cultural, y de deterioro de la escuela como espacio público y ciudadano que tales posiciones sin duda implican, hacen aún más urgente la toma de conciencia de los actores educativos acerca del auténtico alcance de la responsabilidad que tenemos sobre este tema, y del esfuerzo por distinguir los deberes permanentes con la formación de nuestros niños y jóvenes, con los afanes por usar las comunidades escolares como instrumentos de promoción de intereses personales, de espacios de competencia de poderes o de escenarios de notoriedad comunicacional. Esto último constituye una abierta manipulación de los estudiantes y de sus familias en su legítima aspiración de dejarles la mejor de las herencias posibles: una buena educación.

viernes, 13 de julio de 2007

El Maletín Literario y la Promoción de la Lectura

A propósito de la iniciativa gubernamental del “maletín literario” han surgido unas voces señalando sugerencias para su mejor implementación y otras para promover la lectura en nuestra población, pero también, hemos conocido algunas experiencias que se estarían iniciando con el objetivo de que nuestros alumnos lean más y mejor. Primero quisiera recordar que desde 2003 la Región de Los Lagos está certificando la competencia lectora en los alumnos de primero básico en el “día regional de la lectura”; lo mismo está haciendo desde 2006 la comuna de Maipú, con el “día comunal de la lectura”; ambas el 12 de julio, en conmemoración del natalicio de uno de nuestros Premios Nobel, en este caso el de Pablo Neruda. En esta fecha los alumnos reciben una “certificación de su competencia lectora”; que es el primer gran reconocimiento al logro académico más trascendente de su infancia. Cuando las personas aprenden a leer ganan en libertad, son más autónomas, comienzan a soñar mundos nuevos a los que acceden a través de la lectura, a aprender por si mismas, a acceder a información que seleccionan. En definitiva, aprender a leer es un hito transformador que no puede pasar inadvertido en el proceso educativo y más allá de cumplir con un indicador de eficiencia institucional, debe ser reconocido como el momento más significativo de la vida académica de nuestros niños: su “primer título” y reconocimiento social de éxito escolar.

En segundo lugar, me parece inexplicable que reconociendo la importancia de la necesidad de mejorar la comprensión lectora en la vida de las personas, de su impacto en la productividad del país, en la calidad de nuestra democracia, aún se carezca de una política nacional que impulse la lectura temprana de manera decidida. Estos esfuerzos regionales, comunales y de algunas escuelas, dan cuenta de la necesidad de otorgar recursos para que autónomamente estos niveles puedan definir sus estrategias o continuar más sistemáticamente con las que están llevando a cabo con mucho esfuerzo. El Ministerio de Educación debiera fijar una política de apoyo donde quepan las diversas iniciativas que se están desarrollando y que fortalezcan la integración de la comunidad y de la familia para generar un ambiente que promueva la lectura efectiva en nuestras escuelas. El “maletín literario” anunciado por la Presidenta puede ser una inversión vistosa pero poco efectiva si no se complementa por ejemplo, con medidas como las que comentamos.

En tercer lugar, quisiera señalar que aquí tenemos una gran oportunidad para dar un sentido a la gestión de nuestras escuelas. Muchas veces hemos escuchado que la gran reforma educativa que hemos venido implementando durante estos años carece de la adhesión necesaria y de un sentido movilizador para nuestros docentes y que en ello estaría la razón fundamental de la carencia de compromiso y entusiasmo con estos cambios y con los éxitos alcanzados. No deja de existir cierta razón en esta crítica, pues muchas de estas medidas han sido “bajadas” –y siguen siéndolo- desde el nivel central del sistema e implementadas con la misma rigidez tanto en la escuela de Futaleufú como en la de Pudahuel. Esta es una oportunidad para apoyar la generación de espacios de autonomía en las escuelas y el desarrollo del profesionalismo de nuestros docentes. Este es un espacio privilegiado para que los directores de escuela puedan definir las metas a lograr y los recursos a utilizar. No hay excusa para que los alumnos no puedan leer el primer año en la escuela, como no la hay para que el profesor no enseñe eficientemente sino con uno, con otro método, pues debe tener la libertad de elegir como enseñar, ser tratado como profesional, y no adscribir involuntariamente a metodologías que no domina o verse expuesto a asistir a mini cursos para ser habilitado, lo cual nunca logrará. Aquí se juega el profesionalismo docente, si éste no es capaz de que sus alumnos aprendan a leer, difícilmente podrá enseñarle las matemáticas, las ciencias, transmitir la cultura o la formación cívica necesaria para la convivencia social.

La iniciativa del maletín literario, siendo una buena idea, puede convertirse en un elemento extraño para las familias, incomprendida o un despilfarro de recursos por los especialistas y carente de sentido para la comunidad, sino es acompañada de un esfuerzo de coordinación con quienes tienen las atribuciones, la voluntad y el entusiasmo de transformarla en una gran idea para el país. La Presidenta nos ha planteado un desafío para con las familias más modestas, es nuestra responsabilidad no construir argumentos para descalificarla anticipadamente.

miércoles, 6 de junio de 2007

LOS INCENTIVOS DOCENTES PARA UNA BUENA EDUCACIÓN

Si bien nuestro país ha logrado aumentar el acceso a la educación para la mayoría de sus niños, niñas y jóvenes, la calidad sigue siendo aún muy baja. En un mundo cada vez más globalizado en el cual las competencias y conocimientos cumplen un rol crucial, los países cuyos trabajadores están predominantemente mal capacitados se quedarán atrás indefectiblemente y sus ciudadanos seguirán percibiendo bajos salarios y perdiendo oportunidades de salir de la pobreza y disfrutar de una vida mejor.

Desde el punto de vista de la utilización eficiente de los escasos recursos disponibles, es inquietante que a pesar de que hemos aumentado considerablemente el presupuesto en educación, las competencias que poseen los egresados de los establecimientos educacionales no son suficientes para obtener un ingreso que les permita costear un nivel de vida de calidad.

Como país enfrentamos enormes desafíos, particularmente aquellos planteados por el desarrollo, la pobreza y la desigualdad. Ya lo señalamos al inicio, la educación es reconocida a todo nivel como uno, si no el más crítico, de los medios para enfrentar estos desafíos. La democratización de la educación, a través del mejoramiento de su cobertura como de su calidad, es clave para superar la desigualdad social y económica existente. Asegurar que todos los niños tengan la oportunidad de adquirir las habilidades fundamentales en el nivel primario y secundario es crucial para superar las barreras de habilidades que perpetúan el subdesarrollo y la pobreza.

A pesar de que la mayoría de las personas reconoce la importancia de mejorar la calidad de los sistemas educacionales para reducir la pobreza y la desigualdad y aumentar el desarrollo económico, la manera de hacerlo no está clara. Un creciente conjunto de evidencia apoya la noción intuitiva de que los docentes desempeñan una función clave en lo que respecta a qué, cómo y cuánto deben aprender los estudiantes. Atraer personas calificadas a la profesión docente, retener a estos maestros calificados, entregarles las competencias y conocimientos necesarios y motivarlos para trabajar duro y esforzarse al máximo es probablemente el principal desafío en el ámbito de la educación.

La eficacia de los docentes y el desempeño académico de los alumnos

¿Quién es un buen profesor? ¿Cuáles son las características de un buen profesor? Casi todas las personas que han pasado por el sistema escolar pueden recordar a un profesor excepcional. Las personas suelen entregar una diversidad de razones para explicar por qué su profesor o profesora es excepcional, desde ser “cariñoso/a y preocupado/a”, culto, un buen comunicador, hasta el hecho de ser exigente y estimular a los alumnos a trabajar duro y ampliar sus propios horizontes. Estos son comportamientos complejos que no se miden fácilmente. En efecto, la medición de los factores que poseen los profesores eficaces y que no poseen los profesores ineficaces ha resultado técnicamente difícil y onerosa. Esta dificultad de medir con precisión los factores que afectan la eficacia de los profesores plantea uno de los desafíos para el diseño de los incentivos docentes.

En último término lo que debería preocupar a la sociedad es si los docentes están generando aprendizaje en sus alumnos. En otras palabras, a pesar del hecho de que la demostración de afecto por parte de los profesores y su dominio de los conocimientos de la asignatura que enseñan son comportamientos que probablemente estimulan a los alumnos a aprender, no todos los maestros que son afectuosos o dominan su materia también son profesores eficaces.

Consideramos eficaz a un docente cuando existe evidencia de que sus alumnos han adquirido los conocimientos y habilidades adecuados. Para medir la eficacia de un docente, en primer lugar nos basamos en los indicadores de aprendizaje de los alumnos disponibles a partir de las evaluaciones nacionales (SIMCE y PSU) de los conocimientos de lenguaje y matemáticas. Debido a que el aprendizaje de los alumnos adquiere múltiples formas y es difícil de medir y a que las pruebas constituyen una medida imperfecta del aprendizaje, reconocemos que los puntajes obtenidos por los alumnos en las pruebas constituyen una medida incompleta e imperfecta de la calidad de los docentes. Sin embargo, dada la ausencia de una mejor comprensión de los factores que dan cuenta de un buen maestro y de la insuficiencia de datos sistemáticos y comparables con respecto al aprendizaje de los alumnos, las evaluaciones nacionales constituyen nuestra mejor opción para arrojar luces sobre la calidad de la enseñanza y el aprendizaje.

La mayoría de los docentes no se responsabiliza por su desempeño en el aula ni, lo que es más importante, por el avance del aprendizaje de sus propios alumnos. En nuestro país, la mayoría de los profesores puede ganar un mejor sueldo sólo por mantenerse en la profesión dado que la escala de remuneraciones está asociada principalmente a los años de servicio y no a alguna medida de desempeño, no pueden ser despedidos debido a su desempeño y es muy poco frecuente que se reconozca o gratifique por su excelencia. Por ejemplo, para un profesor tipo que tiene todas las asignaciones (profesor ejemplar) el 42% de sus ingresos provienen de su antigüedad, el 18% del perfeccionamiento, el 12% por trabajar en condiciones difíciles, el 8% por asignación directiva, 7% incentivos individuales, 8% maestros de maestros, y el 5% del SNED.

Es difícil diseñar, lograr la aprobación y -un aspecto que suele subestimarse- implementar reformas destinadas a modificar los incentivos docentes. En consecuencia, son pocos los países latinoamericanos que han sido capaces de introducir reformas a los incentivos docentes y los que lo han hecho han seguido diversos caminos.

Un sistema amplio que afecta la enseñanza y la docencia

Si bien las reformas de los incentivos docentes constituyen una opción prometedora para mejorar la calidad de los profesores y el aprendizaje de los alumnos, éstas no operan de forma aislada, sino como parte de un sistema más amplio que afecta tanto la enseñanza como el aprendizaje.
En consecuencia, las reformas de los incentivos docentes pueden ser más eficaces para mejorar el aprendizaje de los alumnos cuando otras partes del sistema ampliado que afectan la enseñanza y el aprendizaje se encuentran desarrolladas.

Por ejemplo, la vinculación de los aumentos de sueldo con el desempeño de los docentes sólo será eficaz para aumentar el rendimiento académico de los alumnos si los docentes tienen claridad acerca de los conocimientos y competencias pedagógicas que se requieren para mejorar el aprendizaje de los alumnos.

Del mismo modo, los beneficios de las reformas destinadas a aumentar la responsabilidad de los profesores por los resultados sólo son posibles si los docentes saben ante quién son responsables y estas personas, a su vez, tienen autoridad para gratificar y sancionar a los docentes sobre la base de su desempeño. En breve, los incentivos eficaces constituyen una condición necesaria, pero no suficiente, para garantizar la calidad de los docentes y el rendimiento de los alumnos.

¿Cuáles serían los componentes de un sistema educacional orientado a atraer y retener a profesores calificados junto con motivarlos a desempeñarse al máximo de sus capacidades en nuestras escuelas? Existen por lo menos siete componentes que pueden influir en la calidad de la enseñanza, uno de los cuales corresponde a los incentivos.

En primer lugar, los docentes deben tener acceso a materiales didácticos adecuados y contar con condiciones de infraestructura básicas. A pesar de que esto parece obvio muchos profesores siguen trabajando en escuelas con recursos insuficientes.
En segundo lugar, los profesores deben saber qué se espera de ellos. A pesar de que en muchos entornos los estándares educacionales constituyen un problema sensible, todos los sistemas educacionales han establecido estándares para los profesores de las escuelas públicas. Por ejemplo, la mayoría de los sistemas exige que los docentes hayan completado un número mínimo de años de educación; que hayan completado programas particulares de formación docente o hayan aprobado programas de certificación; la mayoría exige que trabajen determinado número de días/horas a la semana y al año.

Un sistema que tiene la capacidad de contratar y retener a profesores altamente calificados es un sistema que tiene claras expectativas con respecto a los docentes en término de los conocimientos de las asignaturas y de las competencias pedagógicas que requieren, que entrega pautas específicas relativas a la conducta y a las acciones que deban realizar los profesores y que explicita las competencias y objetivos de rendimiento académico específicos que se espera que desarrollen en sus alumnos. Sin claridad con respecto a lo que esperamos de ellos, será muy difícil establecer incentivos con el propósito de que cumplan nuestras expectativas.

En tercer lugar, la modalidad de selección y asignación de los profesores a los establecimientos educacionales afecta la calidad de la enseñanza y el aprendizaje de los alumnos. No siempre estas reglas son claras ni transparentes, dejando el proceso abierto a las influencias políticas. Y cuando existen reglas claras, éstas suelen estar desvinculadas de las políticas destinadas a orientar los recursos a las áreas de mayores necesidades. Por ejemplo, en lugar de asignar a los profesores con mejores desempeños a las escuelas que atienden a los niños más necesitados, se suele dar prioridad de elección en la asignación de escuelas a los más experimentados, dejando así las escuelas que atienden a las poblaciones más desfavorecidas en manos de profesores nuevos y con menor experiencia. Las reglas de selección y los criterios de asignación deberían ser claros, transparentes y racionales. Sin reglas claras, transparentes y racionales para la selección y asignación de los profesores a las escuelas de acuerdo con propósitos específicos, dejamos el sistema abierto a otras influencias y terminamos con un sistema en el cual los maestros menos eficaces enseñan a nuestros niños más vulnerables.

En cuarto lugar, los sistemas educacionales requieren información acerca de la enseñanza y el aprendizaje en forma regular y medidas de avance en función de las expectativas que se han establecido. Esta información no sólo debe ser utilizada para efectos de rendición de cuentas, sino como una herramienta para mejorar la práctica docente. Sin una evaluación de los conocimientos y competencias de los profesores, de su conducta y desempeño y de los resultados de aprendizaje de los alumnos, ni las autoridades responsables de las políticas, ni los maestros mismos pueden saber en qué medida ellos están cumpliendo nuestras expectativas.

En quinto lugar, para enseñar bien, se requiere un aprendizaje continuo, para lograr que todos los alumnos aprendan, se requiere que los profesores de cada escuela trabajen en conjunto en el diseño de estrategias para cada alumno. Por lo tanto, si bien un sistema eficaz para atraer y retener a los buenos profesores es aquel en el cual existen claras expectativas con respecto a las competencias que deben tener los docentes y las conductas que deben exhibir y en el cual son monitoreados y evaluados en forma continua, tan esencial como lo anterior es la utilización de esta información para brindar a los profesores apoyo técnico y directivo que requieren, junto con las oportunidades de desarrollo profesional necesarias para que tengan éxito en la tarea de generar el aprendizaje de los alumnos.

Poder brindar este tipo de apoyo a los docentes implica contar con administradores escolares que sean también líderes pedagógicos y que trabajen en estrecha colaboración con los profesores en la utilización de la información derivada de las evaluaciones para ayudarlos a mejorar sus conocimientos de las materias y sus competencias pedagógicas en áreas específicas. Si no se entrega a los profesores el liderazgo pedagógico y las oportunidades de desarrollo profesional necesarias, no podemos esperar que adquieran nuevas competencias, mejoren su aprendizaje ni desarrollen las comunidades profesionales docentes necesarias para producir altos niveles de aprendizaje en los alumnos.

En sexto lugar, los profesores eficaces tienen autoridad para utilizar su mejor juicio profesional en la determinación de lo que se requiere para obtener resultados en función de los estándares acordados. sin autoridad, por ejemplo, para escoger entre los diferentes métodos pedagógicos, los profesores no pueden ser responsabilizados por fracasar en el cumplimiento de los objetivos de aprendizaje de los alumnos. Sin autonomía profesional y autoridad, es poco probable que el profesor, como el actor educacional con el mayor conocimiento y comprensión de las necesidades de sus alumnos, sea capaz de promover el aprendizaje de los alumnos al máximo de sus capacidades.

Finalmente, dados que las personas responden a una diversidad de incentivos, probablemente deberían existir múltiples políticas de incentivos para atraer y retener en la profesión docente a personas altamente calificadas y para lograr que trabajen duro en pos del mejoramiento del aprendizaje de los alumnos. Algunas ya existen: sueldos relativos adecuados, es decir, sueldos que sean por lo menos tan altos como los ofrecidos a las personas con similares características en otras profesiones; mejores sueldos para los profesores con un mejor desempeño; mejores sueldos para los que trabajan en condiciones más difíciles (zonas remotas, poblaciones desfavorecidas); una carrera docente bien definida, con oportunidades de promoción, reconocimiento público y prestigio para los de excelencia; una verdadera amenaza de perder el empleo como resultado de un desempeño inadecuado y una relación relativamente estrecha con el cliente (los directivos de los establecimientos, los padres o las comunidades) de que se están desempeñando de manera adecuada.

Nadie negará que la educación tiene tradición de evaluación y que se basa en la información de manera decisiva, la cuestión ahora es cómo utilizar la evaluación no sólo para sancionar el nivel de aprendizaje de los alumnos sino para valorar el conjunto del proceso educativo y al conjunto de sus agentes, como referencia para la mejora.

miércoles, 30 de mayo de 2007

Subvención Preferencial + recursos + gestión = ¿mejores resultados?

1.- Justificación de la subvención preferencial: + recursos




Cambiar la inequidad socioeducativa de los resultados de aprendizaje de los estudiantes en nuestros sistema escolar, no se logra solamente por el esfuerzo que el sistema escolar pueda y deba hacer al respecto, por lo que es necesario introducir correcciones, medidas que contradigan la segmentación provocada por las practicas de selección que han terminado diseñando un modelo en el cual los hijos de las familias de menores recursos asisten a instituciones deterioradas y donde se encuentran con otros niños y jóvenes de la misma condición. Escenario en el cual lo que se fortalecen son las incapacidades institucionales, la sensación de fracaso, de agotamiento profesional y el resentimiento social de padres y jóvenes.


Educar a los alumnos más pobres resulta más caro, ya que poseen mayores desventajas socioculturales; pero más dinero no elimina la condición de origen. Propongo que los alumnos prioritarios lo sean siempre, hasta su egreso del sistema escolar y no hasta cuando cambie de posición la escuela o su familia mejore sus ingresos muchas veces circunstancialmente.


Esta subvención reduce la desigualdad de recursos que afecta a los estudiantes pobres (escuelas de los dos primeros quintiles respecto de las del quinto), de manera que la brecha de financiamiento se reduce, pero no se revierte. Esto es válido para el gasto uniforme que contempla (de 14% a 5%). Pero para el caso del gasto focalizado, estas mismas escuelas tendrán más recursos que las del mayor quintil subvencionado (9%).


Esta subvención busca resolver el problema de las oportunidades desde una perspectiva individual, pretende que los niños pobres comiencen a ser más atractivos para las escuelas. Se convierten en un grupo desde el cual se seleccionará a aquellos con potencial de éxito escolar, profundizando la discriminación. Esto incrementará la cantidad de alumnos con menos capacidades –que dejarán sus cupos en los colegios privados a los prioritarios con capacidades-, en los únicos establecimientos que están obligados a recibir a todos: los municipales.


2.- Posibilidades de una mejor gestión (+ gestión)


Abordar con decisión el término de las prácticas discriminatorias y de selección en el conjunto del sistema subvencionado, especialmente privado, es un complemento ineludible, especialmente la de carácter socioeconómico, que es la que profundiza la segmentación social de las escuelas y de sus resultados escolares. Si no se mantiene la determinación de eliminar con la selección abierta y encubierta, las “buenas escuelas” generarán practicas sofisticadas de selección de buenos alumnos y excluirán a aquellos de más bajo desempeño real o potencial y podemos terminar premiando a las escuelas que han sido hábiles en excluir a los niños con mayores desventajas y castigando a las escuelas que han trabajado en los contextos social y educativamente más difíciles. Aquí quiero reiterar la pregunta que hiciera nuestra Presidenta el 21 de mayo en el Congreso Nacional: "¿es propio de una ética integradora que con recursos públicos se excluya a parte de nuestros niños, especialmente a los más vulnerables?”.


También, el 21 de mayo la Presidenta señaló “crearemos un fondo de apoyo al mejoramiento de la gestión municipal en educación. Se trata de una inversión significativa: 100 millones de dólares para que los municipios puedan hacer frente a las exigencias que plantea este esfuerzo nacional”. Muy bien, para generar capacidades de gestión profesional y técnica que en muchos municipios no tenemos, así le otorgaremos sustentabilidad a este esfuerzo. No puede ser para facilitar la jubilación de los profesores y rejuvenecer las plantas docentes, para esto debiera existir un fondo nacional permanente al cual puedan optar los docentes cuando lleguen a su edad de jubilación y retirarse dignamente.


Pretender mejorar la educación que se imparte en las escuelas municipales sin introducir modificaciones estructurales, es no conocer las limitaciones objetivas a la gestión que en estas se tienen.


Es difícil que en las escuelas municipales podamos tomar medidas más eficientes producto del exacerbado centralismo en la toma de decisiones:



  • Me gustaría destinar a los profesores mejor evaluados a las escuelas donde están los alumnos con mayores dificultades para aprender, pero no lo puedo hacer si el profesor no está de acuerdo.



  • La utilización de los recursos está dado centralizadamente, no puedo convenir la incorporación de estrategias de gestión y utilización de recursos materiales y profesionales si no cuento con la anuencia del Ministerio de Educación.



  • No puedo modificar la extensión de la jornada por las implicancias laborales y de financiamiento que ello tiene, si hasta construir horarios escolares donde se compatibilicen las disponibilidades laborales con las necesidades pedagógicas del trabajo escolar es una dificultad.



  • No puedo modificar la carga horaria de los docentes ni disminuir la cantidad de alumnos por curso en escuelas con alta vulnerabilidad, sino a un alto costo financiero.



  • Cada vez que hacemos un concurso para Directores, los actuales si no son elegidos quedan en la planta en las mismas condiciones.



  • El Estatuto Docente no es justo, contiene restricciones y mayores obligaciones para los municipios, quienes además deben tomar decisiones incluyendo criterios sociales y políticos que incrementan los costos y disminuyen los beneficios; lo contrario hacen los privados. Alienta la permanencia y desincentiva la renovación docente en los municipios; lo contrario provoca en los privados.

Volviendo al Proyecto de Ley de Subvención Preferencial


La Estrategia de Mejoramiento Educativo, que deberá ser presentada por los establecimientos escolares para su aprobación por el Ministerio de Educación en un plazo no superior a un año desde su incorporación al sistema y que tendrá una extensión máxima de cuatro años: ¿no basta con que sea aprobada por la propia comunidad y su sostenedor, quienes en definitiva son los que asumen el riesgo, las consecuencias y la responsabilidad de su éxito o fracaso? O el Ministerio de Educación rendirá cuentas a la comunidad escolar y asumirá las consecuencias de haber aprobado un plan equivocado, que no supo implementar ni corregir oportunamente? Falta confianza en los profesores, en los padres y en los directivos cuando se tienen que resolver problemas que difícilmente podrán ser bien comprendidos por un funcionario evaluador y mucho menos asesorar con las visitas esporádicas que pueden éstos hacer a los establecimientos. La evidencia sobre esta materia es que los buenos sistemas escolares integran los asuntos administrativos y pedagógicos en una sola unidad de mando.


Las posibilidades limitadas que en el Plan de Reestructuración (obligatorio para el sostenedor en escuelas Con Necesidad de Medidas Especiales y En Recuperación) pueda permitir la reorganización o reubicación de los docentes y directivos de la escuela. Sin modificaciones al Estatuto Docente, esto será un foco de conflictos que ninguna autoridad local estará dispuesta a asumir, acumulándose las tensiones y costos de un sistema laboral obsoleto.


La amenaza de cierre de las escuelas por mantener malos resultados en el SIMCE o el logro de los estándares deseados, puede provocar efectos contradictorios: desmotivación anticipada y fuga de los buenos profesores en escuelas de alta concentración de alumnos prioritarios. Pero también, que se concentren los esfuerzos en estos sectores instrumentales en desmedro de las múltiples acciones formativas que constituyen demanda a la escuela en estas comunidades con mayor fuerza. Orienta el uso de los recursos. Es decir, ¿tendremos que destinar menos tiempo y dineros a las actividades artísticas, deportivas, de formación valórica? Calidad en la educación es un concepto amplio y diverso.


Los municipios sufrimos un acoso permanente por efectos de la libertad de localización de la cual gozan los operadores privados en las zonas en las cuales no existe déficit de cobertura. Esto debiera restringirse, pues profundiza la segmentación social al elegir éstos a las familias socio culturalmente mejor dotadas y no ampliando la posibilidad de elección de las familias con una supuesta mejor escuela. (¿Qué los mueve al instalarse en estas zonas? No quiero decir la palabra).


Falta autonomía. Más recursos sin mayores atribuciones no nos hace más responsables. En esto estamos en desventaja con los establecimientos privados. Lo que pedimos es igualdad de trato.


3.- ¿Probabilidades de mejorar los resultados? (= resultados)


Se está sobre dimensionando la necesidad de tener escuelas más eficientes, por sobre el imperativo ético de tener un sistema educacional más equitativo.


Hay que tomar medidas más audaces que modifiquen sustancialmente el modelo de reproducción social que se está creando a partir de la calidad de las escuelas que tenemos, porque lo que se avizora es la misma estratificación en la educación superior, como una cadena natural, como un pasadizo predeterminado que impide la integración y la cohesión social.


Esta Reforma, con estas bases y dispositivos desplegados, ya no soporta más experiencias pilotos. Creo que tenemos que concentrar nuestros esfuerzos en alcanzar mayores niveles de igualdad de consecuencias: de las probabilidades que sujetos de diferentes grupos sociales tienen de acceder a similares niveles de vida como consecuencia de sus resultados escolares.


Al pedir una educación de calidad se pueden demandar cosas tan diversas como la potenciación de un modelo cultural, la facilitación de acceso al mundo del trabajo, el establecimiento de unos valores morales, la selección de una minoría de excelencia o la consecución de unos estándares instructivos considerados deseables.


Una educación que tenga logros instructivos al tiempo que resultados morales, que obtenga los máximos rendimientos de todos y cada uno de sus alumnos, así como de los recursos materiales y humanos de que disponga, donde la exigencia sea una constante para todos los miembros de la comunidad educativa, en la búsqueda de la mejora permanente. ¿Son muchos factores? Ciertamente, pero nunca se ha dicho que la educación sea una tarea simple. Buscar la calidad en educación será tan difícil como compleja es la naturaleza del fenómeno educativo.


Es probable que subamos el piso: más recursos mejora las oportunidades, me comprometo a mejorar la gestión, pero ¿mejorarán los resultados? Apuesto a que los promedios y resultados agregados serán mejores la próxima década, pero tengo dudas de que si habremos avanzado en equidad y justicia social.


La educación le ha cambiado el rostro a la sociedad chilena a lo largo de su historia: permitió la creación de una burocracia honesta y eficiente que nos dio estabilidad en el siglo XIX; permitió el surgimiento y la consolidación de la clase media a comienzos del siglo XX y nuestros dos Premios Nobel; la integración del campesinado y del mundo popular a los procesos de modernización nacional a partir de la década del 60; ha sido el más eficiente de los mecanismos de movilidad social que hemos tenido estos últimos 20 años. La educación me cambió la vida y se la ha cambiado a millones de chilenos y chilenas.


Tengo la esperanza de que a través de una mejor educación, vamos a derrotar la pobreza en nuestro país y le vamos a cambiar la vida a los hijos de las familias más modestas. Especialmente a ellos no les sirve la promesa de una buena educación en el futuro, necesitan buena educación hoy, que les permita seguir estudiando, tener mejores empleos y ser mejores ciudadanos mañana. Tengo fe en que lo vamos a lograr. (Presentación en Seminario del mismo nombre, organizado por la Fundación Chile)

¿A qué colegios les fue bien en el SIMCE?

Pasada la fiebre de los rankings, quisiera compartir con ustedes una respuesta que me he dado a esta pregunta inicial. Muchos seguramente también se habrán preguntado cómo le fue al colegio de sus hijos y no saben cómo interpretar o comparar los resultados. Les propongo realizar dos miradas a estos: primero, vean si en las pruebas que examinaron a los alumnos el colegio avanzó o disminuyó en alguna de las pruebas (los promedios esconden realidades); así usted podrá saber si en matemática mejoró, se mantuvo o empeoró respecto de la medición anterior. Si por ejemplo ha mejorado sus resultados en todas las pruebas (tres en cuarto básico y dos en segundo medio), usted podrá estar medianamente satisfecho. La segunda mirada que hay que hacer, es ver que diferencias, en estas mismas pruebas, tiene con sus pares, con los colegios que tienen como alumnos a los hijos de las familias que pertenecen al mismo nivel socioeconómico que al que pertenece el colegio de su hija o hijo (desde la A hasta la E, niveles socioeconómicos bajos al más alto). Así podrá usted saber si en matemática es mejor o peor que los colegios similares, con los cuales se puede comparar; si es superior en todas, usted podrá estar completamente satisfecha o satisfecho. Si ambas satisfacciones se juntan, podrá decir con toda propiedad que su hijo tiene un buen colegio.

La superación es logro evidente de una gestión educativa centrada en los aprendizajes sus estudiantes. Los catorce colegios de educación básica y cinco de enseñanza media que lograron avanzar y ser mejores que sus pares, podrán compartir de manera honesta con sus comunidades la satisfacción de decir que les ha ido bien en el SIMCE. Ellos difícilmente pueden ser torpedeados en sus argumentos y estarán dando un ejemplo de superación independientemente de los factores asociados a la buena enseñanza y que un muchos casos suelen utilizarse como argumentos que obstaculizan las posibilidades de aprendizaje de los niños y jóvenes.

Los resultados en nuestra comuna nos muestran que las diferencias entre grupos socioeconómicos son significativamente mayores que por tipo de dependencia. Es decir, tiene mayor incidencia en los resultados escolares las condiciones socioeconómicas de los jóvenes y sus familias que la propiedad de los establecimientos escolares a los que asisten. Nos preocupa la baja generalizada en todos los niveles socioeconómicos y en todas las pruebas en los cuartos básicos, contrario a lo ocurrido en el país, no así en segundos medios, donde se mejoró en las dos pruebas y en todos los niveles socioeconómicos y donde la educación municipal tiene mejores resultados en los grupos medios que el sector privado.

No estamos satisfechos con los resultados alcanzados tanto en los cuartos básicos como en los segundos medios. Maipú puede más. Ningún establecimiento de la comuna tiene alumnos pobres: el 97% son hijos de familias de caracterización media, es decir, sus padres en promedio tienen a lo menos enseñanza básica completa e ingresos entre $150 mil y $500 mil pesos. Esta fuerte homogeneidad social debiera ser una fortaleza para tener mejores resultados en los aprendizajes de nuestros estudiantes y para potenciar la identidad y la solidaridad como valores sociales y escolarmente efectivos y no contradictorios. (
www.lavozdemaipu.cl)

viernes, 11 de mayo de 2007

El "milagro" de la Región de Los Lagos

Los resultados obtenidos por los establecimientos escolares en la Región de Los Lagos, no son casualidad. Tampoco son un "milagro" como ha señalado El Mercurio. En efecto, si se revisan las estadísticas antes de 2002, la región se encontraba en los últimos lugares en cada medición, existía la complacencia de “ganarle” a una o dos regiones y con un sentido de resignación generalizada entre docentes y autoridades especialmente. Cuando asumí como Seremi de Educación, declaré que “esta región no baja un punto más en el SIMCE o me voy” y que “nuestros niños aprenderán a leer el primer año en la escuela”, o "los responsables de lo que los alumnos aprendan o no son los profesores", entre otros desafíos lanzados. Algunos se molestaron por la “sobrexigencia”, que había un desconocimiento de la realidad y otros tantos argumentos conformistas; me tildaron de promover medidas "anti pedagógicas" -que se aprenda a leer el primer año en las escuelas-, y hasta de que no seríamos capaces. Ello no nos amilanó, al contrario, nos dió más ánimo para hacer más urgente la demanda por una buena educación ahora. Muchas veces dijimos "las familias más modestas de nuestra región necesitan una buena educación ahora y no mañana", era el sentido de la urgencia a nuestro desafío. Que creo, sigue vigente.

Durante nuestra gestión promovimos la autonomía escolar y exigimos mejores resultados en los aprendizajes de nuestros estudiantes en los niveles y sectores más críticos del sistema -muchas veces sentí no ser bien recibido en algunos liceos tradicionales de mala calidad (que siguen haciendo lo mismo y obteniendo los mismos resultados)-, nos organizamos y actuamos en consecuencia en cada Departamento Provincial; motivamos a los funcionarios provinciales, comunales y de cada escuela a hacerse cargo de la gestión que encabezaban, especialmente respecto del buen desempeño que deben tener siempre los docentes. Destinamos los pocos recursos de disposición regional a aquellas estrategias que provocan sentido y eficacia a la labor docente, como perfeccionamiento directo a los docentes de aula en matemáticas, seguimiento y monitoreo a la implementación curricular, evaluación de procesos en los programas claves, comunicación permanente a la ciudadanía aún cuando los resultados no eran del todo agradables a algunos de los actores, publicación de los niveles de logro esperados en cada nivel, entre otros. Desplegamos con pasión y firmeza nuestras convicciones respecto de que se puede más, que se deben hacer las tareas que todos tenemos de otra manera cuando no resultan de la forma como siempre se han hecho, que la identidad y la solidaridad son valores social y escolarmente efectivos y no contradictorios, que son las practicas las que nos condenan e hicimos esfuerzos por cambiar muchas de ellas.
Estoy convencido de que una mejor combinación entre autonomía y responsabilidad en la escuela; más recursos para ser administrados descentralizadamente en la regiones y las comunas, con rendición de cuenta periódica; y un liderazgo fuerte, claro, basado en evidencias científicas y no voluntaristas, motivador y movilizador, pueden llevarnos a construir una sociedad más inclusiva, con mayor bienestar material y mejores satisfacciones espirituales. No hemos demostrado nada, pero hemos abierto un camino que espero sigan transitando con firmeza y valentía.

Con satisfacción, hoy puedo decir que mi experiencia profesional en la región no fue una simple estadía en un cargo público. Quiero enviarles un afectuoso saludo a los docentes y directivos de las escuelas y funcionarios del Ministerio en la región, que creyeron en la estrategia desplegada de mayor responsabilización. Estoy seguro que en estos momentos sus comunidades escolares estarán tan felices que serán sujetos de mejores gratificaciones, que son siempre la mayor recompensa a nuestros esfuerzos.

viernes, 30 de marzo de 2007

Reflexión y Debate

Al inicio del año escolar, propusimos a directores y directoras de los establecimientos escolares promover la reflexión y el debate en torno a los temas educativos que nos motivan en la comuna de Maipú. Estamos convencidos que éste es el mejor camino para promover la profesionalización docente y la recuperación del prestigio de la educación pública. Este es un ejercicio permanente del cual deben participar todos: profesionales de la educación, auxiliares de la labor docente, padres y apoderados, y miembros de la comunidad escolar. Creemos que los Consejos Escolares y Consejos de Profesores son los espacios privilegiados para conversar sobre estos y otros temas:

Desafíos Educativos 2010-2018

•Cómo puede hacer una contribución efectiva al crecimiento económico como factor clave que afecta el bienestar de las personas.
•Cómo puede contribuir a la reducción de las desigualdades sociales y convertirse en un verdadero canal de movilidad social.
•Cómo puede ayudar a combatir la discriminación cultural, la exclusión social, y prevenir la violencia y la corrupción.
•Cómo puede contribuir a una mayor cohesión social y al fortalecimiento de los valores democráticos, ampliando las opciones de las personas para vivir con dignidad, valorar la diversidad y respetar los derechos humanos.

Responsabilidades de la Educación Pública

•Garantizar el derecho a la educación, especialmente para los más desfavorecidos.
•Hay que propender a eliminar todo gasto familiar que se convierta en un obstáculo para matricularse y asistir a las escuelas.
•Asegurar el derecho a la no discriminación conlleva eliminar las diferentes prácticas que limitan no sólo el acceso a la educación sino también la continuidad de estudios y el pleno desarrollo y aprendizaje de cada persona.
•La selección y expulsión de alumnos son prácticas ajenas a la esencia de la educación pública: atentan contra el derecho a la educación; limitan la integración y la cohesión social; y conducen a la concentración de aquellos con mayores necesidades educativas en determinados establecimientos.
•Una educación es de calidad si ofrece los recursos y ayudas que cada quien necesita para estar en igualdad de condiciones de aprovechar las oportunidades educativas y ejercer el derecho a la educación.
•Desde la perspectiva de la equidad, es preciso equilibrar los principios de igualdad (lo común) y diferenciación (lo diverso). Es nuestra obligación asegurar equidad en el acceso, en los procesos y en los resultados. Tenemos que tratar de forma diferenciada lo que es desigual en el origen para llegar a resultados equiparables y no reproducir las desigualdades presentes en la sociedad.
•Avanzar hacia una mayor equidad supone desarrollar escuelas más inclusivas que acojan a todos los niños y jóvenes de la comunidad, transformado su cultura y sus practicas para dar respuesta a las necesidades de aprendizaje de todos.
•El desarrollo de escuelas inclusivas es el fundamento de escuelas más justas y democráticas. Por su naturaleza, la escuela pública debe ser inclusiva y favorecer el encuentro entre diversos grupos sociales.
•La eficacia y la eficiencia son dos atributos básicos de la educación de calidad para todos que han de representar las preocupaciones centrales de la acción pública en el terreno de la educación.
•Es necesario analizar en qué medida la operación pública es eficiente, respetando el derecho ciudadano a que su esfuerzo material sea adecuadamente reconocido y retribuido.
•La eficiencia no es un imperativo economicista, sino una obligación derivada del respeto a la condición y derechos ciudadanos de todas las personas.
Gastar mejor es indispensable para poder invertir más.
•La calidad de los docentes y el ambiente que generan en la sala de clases -excluidas las variables extraescolares-, son los factores más importantes que explican los resultados de aprendizaje de los alumnos.
•Avanzaremos en la construcción de un cuerpo docente con las competencias profesionales y éticas adecuadas, así como los medios necesarios para hacer efectivo el derecho de los alumnos a aprender y desarrollarse plenamente.
•Para atraer y mantener docentes calificados y tener mejores desempeños en los actuales, implementaremos una selección y formación permanente; incentivos atractivos y transparentes; y mejoramiento de las condiciones laborales y de bienestar.

Nuestra Gestión


•El estilo de gestión tiene efectos en la forma de administrar la labor de apoyo a la función educativa y directa en el aula.
•La Gestión Educativa es aquella en que el directivo determina las acciones a seguir (planifica), según los objetivos institucionales, necesidades detectadas, nuevas acciones solicitadas, implementación de cambios necesarios, la forma cómo se realizarían estas acciones (estrategias y tácticas) y los resultados que se lograrían.

Una buena práctica de gestión educativa…


•Busca la pertinencia con la realidad local en la cual nace y se desarrolla, y tener una llegada directa o indirecta a un sector significativo de la población.
•Muestra los logros en términos de los objetivos que se proponen.
•Es reconocida, esta legitimada e institucionalizada en la organización municipal. •Muestra capacidad de coordinación entre los recursos financieros y/o humanos disponibles, sean estos municipales, públicos o privados, locales, regionales, nacionales o internacionales.

domingo, 25 de febrero de 2007

El Primer Día en el Colegio

El inicio escolar es una excelente oportunidad para plantear las prioridades que queremos lograr en el ámbito personal o institucional. El primer día de escuela marca el inicio de una nueva etapa, donde todo está por hacerse; de nosotros depende que sea traumático o inolvidable.

Los directores son personajes claves este día. Ellos pueden convertirlo en un hito inolvidable para muchos alumnos, padres y profesores; es en este día donde se juega una buena parte de su liderazgo en la organización escolar. Primero, los directores deben recibir a todos sus alumnos, especialmente a los más pequeños. Es un momento oportuno para ayudar a nuestros estudiantes a asumir sus propios retos e incorporar sus metas dentro del contexto de las prioridades del nuevo año. Los estudiantes deben sentir que son lo más importante para el establecimiento escolar, que una mejor educación también depende de ellos, de sus disposiciones para aprender y de su entusiasmo para descubrir las novedades de las ciencias y del conocimiento. Los estudiantes, pequeños y grandes, deben al final del primer día quedar con la sensación de que volver a la escuela ha sido una grata sorpresa este año: se encontraron con sus antiguos amigos y compañeros, se propusieron metas a lograr durante el año con sus profesores y cuyos resultados regalarán a sus padres en Navidad. Los jóvenes estudiantes debieran durante este día vincular sus aspiraciones personales con los desafíos que tiene nuestra comuna y el país en términos de la construcción de una sociedad más humana, solidaria y con mayor bienestar para todos.

Este día los padres conocerán lo que sus hijos aprenderán durante el año escolar, se comprometerán a ser sus activos acompañantes en el proceso educativo; los profesores darán a conocer sus metas personales a sus alumnos y padres y lo que esperan de sus apoderados y alumnos. Este es un día de diálogo, de compromisos. Los directores con sus actitudes marcarán el año que se inicia este primer día de clases: acojan con cariño a sus alumnos, con respeto a sus padres y con consideración a sus profesores, especialmente a los nuevos, para que su primer día se transforme en una experiencia que los entusiasmará y motivará para trabajar bien durante todo el año. Bienvenidos a este nuevo año escolar, los estabamos esperando.

sábado, 6 de enero de 2007

Orientaciones para el Proceso de Planificación 2007

Las estrategias de apoyo al mejoramiento de la calidad de la educación en nuestra comuna tendrán como foco principal las condiciones para el desarrollo de instituciones escolares efectivas, movilizando esfuerzos y recursos que permitan abordar las complejidades involucradas en el mejoramiento de la escuela y del liceo completos, desde Prekinder a Octavo año Básico y desde Primero a Cuarto año Medio.

La escuela/liceo efectivo, debe ser capaz de generar un ambiente enriquecido en conocimientos, para el desarrollo educativo y un mejoramiento sostenido de los resultados de aprendizaje de sus estudiantes, favoreciendo un clima caracterizado por las altas expectativas, la disposición al esfuerzo, al rigor y a la sana disciplina, la valoración del aprender y el buen clima entre los actores educativos.

El foco de los esfuerzos debe estar puesto en la generación de capacidades de autonomía de los establecimientos educacionales para gestionar de manera más efectiva sus procesos y asegurar mejores resultados educativos. Importa sobre todo la instalación de capacidades en los docentes y educadoras y en los que cumplen funciones directivas y técnico-pedagógicas de los establecimientos educacionales para gestionar buenos ambientes para el aprendizaje. Desde esa perspectiva, las prioridades del trabajo para el 2007, serán:

a) Apoyar el mejoramiento de la gestión institucional del establecimiento educacional, dedicando especial atención al desarrollo de los procesos de aseguramiento de la calidad, a la normalización de las rutinas escolares y la responsabilidad por los resultados de aprendizaje, al desarrollo del liderazgo de los equipos directivos y a sus esfuerzos para la creación de ambientes de trabajo y de convivencia sanos y productivos. En este sentido se requiere también de una preocupación especial por trabajar junto a los establecimientos educacionales, la ampliación de cobertura en Educación Parvularia y el mejoramiento de su calidad, al igual que los temas de acceso, retención y resguardo de derechos de estudiantes en el sistema escolar.

b) Una preocupación preferente por el mejoramiento de la gestión curricular y pedagógica del establecimiento educacional, donde la tarea principal sea la profesionalización de la enseñanza a través de la creación de capacidades para la implementación del currículo escolar, el mejoramiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje y de la evaluación de éstos, la convivencia y el desarrollo personal y ciudadano de nuestros estudiantes. Ello incluye también la incorporación de apoyos a sus equipos técnicos y de instituciones académicas comprometidas con el mejoramiento de los resultados de aprendizaje de las escuelas y liceos.

c) Contribuir a la creación de redes y espacios de colaboración con otros actores externos al establecimiento educacional, que enriquezcan el capital social y las capacidades de la comunidad educativa. En ese sentido, el trabajo con otros establecimientos educacionales, el intercambio de buenas prácticas, la participación en talleres comunales, la vinculación con instituciones de apoyo, la articulación con el sector productivo, especialmente para el caso de los establecimientos educacionales EMTP, la incorporación de actores del mundo de la cultura, de las artes, del deporte al trabajo escolar, son capacidades y recursos importantes de instalar en los establecimientos educacionales.

d) Apoyar procesos conducentes a mejores niveles de logro de los estudiantes, teniendo como referentes: (i) el incremento de la cobertura especialmente en Educación Parvularia, Educación Media y en Educación de Adultos; (ii) el mejoramiento de las tasas de retención y la disminución de la repetición escolar; (iii) la disminución de la desigualdad de resultados en el SIMCE; (iv) la disminución de la dispersión interna de resultados del SIMCE en cada establecimiento educacional; (v) el currículo y los mapas de progreso que comenzarán a desplegarse; (vi) los niveles de satisfacción de los estudiantes, docentes, educadoras, asistentes de la educación y padres.

lunes, 30 de octubre de 2006

Ideas para Mejorar el Sistema de Educación Pública

1.- Modificaciones al Sistema Municipal

El sector municipal es el que hoy día presenta mayores problemas. Los municipios son la instancia política más cercana a la gente y administran una red de prestaciones sociales de las cuales puede enriquecerse el sistema educacional.

• Proponemos que la provisión de la educación municipal esté a cargo de Corporaciones de Derecho Público que puedan agrupar a las escuelas de un municipio o de varios, con un Directorio integrado por representantes del o los municipios y representantes de la comunidad, elegidos para tal efecto. Estas deberán contar con los equipos técnicos que le permitan administrar los establecimientos y gestionarlos en lo pedagógico.

• las instituciones a cargo de gestionar la educación pública deben tener las atribuciones, las herramientas técnicas y los apoyos para poder promover la calidad de sus centros educativos.

Para este fin es preciso

I. Terminar con la doble dependencia de los establecimientos (Municipios y Ministerio) entregando apoyo y responsabilidad en la gestión pedagógica. Con este fin proponemos que parte de los equipos técnicos del Mineduc se traspase a las nuevas Corporaciones y que éstos sean quienes proveen de sustento técnico pedagógico y apoyos a los establecimientos. El Ministerio definirá políticas, fijará estándares, evaluará los aprendizajes de los estudiantes (SIMCE). La Superintendencia debiera fiscalizar y aplicar evaluaciones externas a través de un Sistema de Aseguramiento de la calidad (tipo SAGCE o sistemas de acreditación como el de la Fundación Chile).
II. Revisar el Estatuto Docente para promover una carrera profesional basada en el mejoramiento continuo. Valoramos la existencia del estatuto docente pero consideramos que éste sólo logrará preservarse si se introducen modificaciones que permitan mayor flexibilidad e incentivos para la calidad de la educación pública , tales como una carrera docente con acreditaciones y un reordenamiento de las remuneraciones conforme a ellas.
III. Perfeccionar la concursabilidad de los Directores: de modo que permita la renovación y despolitice su selección. Proponemos que los Consejos Escolares tengan una participación en la selección, entregando su opinión luego de que quien concurse presente ante esta instancia una propuesta de su Plan Educativo.
IV. Mejorar condiciones de retiro para los docentes. Es indispensable resolver problema de jubilaciones de docentes en edad de jubilar con sistema AFP y por otra es necesario abordar tema de enfermedades profesionales para la franja de personas que está cercana a la edad de jubilar (stress, problemas de cuerdas bucales, várices).

2.- Modificaciones al Sistema de Financiamiento

El subsidio a la demanda por alumno es un instrumento que ha garantizado que los recursos lleguen a los estudiantes en forma transparente. Sin embargo, el financiamiento actual, aunque contiene subvenciones diferenciadas, no da cuenta real de los costos asociados a la educación en distintos contextos. Por otra parte, si queremos fomentar la calidad, el financiamiento debiera contener incentivos para ello. Por lo tanto proponemos:

2.1- Una subvención que de cuenta de costos diferenciados

Compartimos la afirmación del Informe del Consejo Asesor en cuanto el Estado debe financiar la educación obligatoria con montos suficientes para la calidad orientando ese financiamiento hacia los grupos más desaventajados.

Para que esto se cumpla, la subvención que se establezca debe dar cuenta:

a) de los costos que tiene la provisión de educación considerando: remuneraciones; gastos de administración; infraestructura; equipamiento; perfeccionamiento docente; apoyo a la docencia.

b) de los costos de la educación, diferenciados por distintos factores:
Vulnerabilidad: para lograr la equidad es necesario compensar las carencias de los estudiantes y sus familias.
Tamaño del establecimiento: hay costos de escala. Establecimientos con 1.100 alumnos, con 500, 250 ó 60 alumnos tienen costos diferentes.
Condiciones Difíciles: con montos que sean realmente un incentivo para buenos profesores.
Especialidades técnico-profesionales: tienen costos diferentes.

El proyecto de ley sobre subvención preferencial que se está discutiendo en el Congreso, si bien recoge la necesidad de poner más recursos en sectores de pobreza -que es un factor indispensable de priorizar-, no da cuenta de la complejidad de factores que inciden en los costos.

c) La subvención adicional por vulnerabilidad debe ser incompatible con cobro de financiamiento compartido al alumno que la porte.

2.2.- Constituir una instancia que permita resolver técnicamente como se calcula la subvención.

Dicha instancia debe fijar costos de referencia, corrigiendo la subvención por variables críticas para tiempos determinados, sobre la base de información confiable.

2.3.- Ligar subsidio a calidad.

Hasta ahora la subvención ha estado ligada a la asistencia lo que ha sido un estímulo para la ampliación de cobertura. En esta nueva etapa deben considerarse incentivos a la calidad. Con este fin proponemos:

a) fijar un % adicional de subvención para aquellos establecimientos que acrediten por un período de 5 años su calidad, conforme a estándares definidos para este fin y a acreditaciones que lo confirmen.

b) fijar un % adicional a la subvención de los establecimientos que superen un % establecido de asistencia, cambiando así la asignación por asistencia a un premio por asistencia.

3.- Sobre los profesores.

• Nuestra estrategia política debiera hacer un fuerte énfasis en la selección, capacitación permanente y carrera profesional de nuestros docentes.
• Proponer una política firme y sostenida para que quienes elijan ser profesores lo hagan no como una opción secundaria o transitoria; vincular los primeros años de formación a la practica docente; vincular la capacitación en servicio estrechamente a las necesidades de cada institución educativa y capacitación disciplinaria individual; proponer una carrera docente que reivindique su condición profesional, de autonomía en la toma de decisiones y de mayor responsabilidad en los resultados.
• Sabemos que el mejoramiento de la calidad de la educación está asociada a establecimientos donde existe una serie de características que los identifican, que les dan cierta identidad institucional, que tienen un cierto liderazgo de parte de su director, un proyecto pedagógico, un equipo de trabajo donde se acumulan tradiciones y maneras de solucionar los problemas.
• Todo eso exige autonomía. Si se le otorga a un director de escuela atribuciones para definir su equipo, sus métodos, y además pone a los docentes en relación con los padres, para darles cuenta de los resultados, se acaba la impunidad sobre los resultados del aprendizaje.
• El ejercicio profesional se expresa en los niveles de autonomía que éste goza y para el caso del docente no es puramente individual, pues la docencia no es una profesión individual sino colectiva.
• Es la escuela la responsable de los resultados y no el profesor individualmente. Esto último tiene un efecto empobrecedor muy fuerte sobre el desempeño docente, porque de alguna manera privatiza la responsabilidad de cada docente, que no comparte sus experiencias con sus colegas del año anterior, ni los del mismo año, ni del siguiente.
• No hay trabajo en equipo ni responsabilidad institucional. La autonomía institucional exige profesionalismo colectivo, recompensas colectivas y apoyos institucionales.

En Maipú, estamos empeñados en transformar nuestros sueños en realidades. Y en educación tenemos sueños que queremos transformar en nuevas prácticas, en nuevas actitudes, en nuevos estilos, en nuevas instituciones educativas. Al gobierno y a nuestros parlamentarios les corresponde transformar estos sueños en leyes y reglamentos que aseguren que estos sueños de querer una sociedad más justa y solidaria se hagan realidad.

sábado, 28 de octubre de 2006

¿Qué es la Educación Pública de Calidad?

La educación es un bien público y un derecho personal y social, que nos esforzaremos para garantizar a todos los maipucinos. Es una prioridad comunal y una política para aportar a la construcción de una sociedad más justa, reafirmar nuestra identidad, profundizar el ejercicio de una ciudadanía democrática, respetar los derechos humanos y libertades fundamentales y fortalecer el desarrollo económico y social de nuestro país.

La educación pública brinda las oportunidades necesarias para desarrollar y fortalecer la formación integral de las personas a lo largo de toda la vida y promueve en cada estudiante la capacidad de definir su proyecto de vida, basado en los valores de libertad, paz, solidaridad, igualdad, justicia, responsabilidad y bien común. Queremos que los maipucinos gocen del acceso a la información y al conocimiento como instrumentos centrales de la participación en un proceso social equitativo y sustentable.

La educación pública de calidad es integral, con igualdad de oportunidades y posibilidades; garantiza la inclusión educativa a través de estrategias pedagógicas que otorguen prioridad a los sectores más desfavorecidos de nuestra comunidad; asegura condiciones de igualdad, respetando las diferencias entre las personas sin admitir discriminación alguna; garantiza a todos el acceso y las condiciones para la permanencia y el egreso de los distintos niveles del sistema educativo, asegura la gratuidad de los servicios de gestión municipal, en todos los niveles y modalidades. La educación pública de calidad asegura la participación democrática de docentes, familias y estudiantes en la gestión escolar; brinda una formación ética, técnica y profesional que habilite para el desempeño social y laboral y para el acceso a estudios superiores.

Vamos a fortalecer la centralidad de la lectura y la escritura, como condiciones básicas para la educación a lo largo de toda la vida, la construcción de ciudadanía responsable y la libre circulación del conocimiento, junto con el desarrollo de las competencias necesarias para el manejo de los nuevos lenguajes producidos por las tecnologías de la información y la comunicación. Queremos en nuestras escuelas una cultura del trabajo y del esfuerzo personal y cooperativo como principio fundamental de los procesos de enseñanza y de aprendizaje.

Aspiramos a metas exigentes y a colocarle urgencia al largo plazo. Queremos que nuestras familias sientan satisfacción en nuestros colegios y que nuestros profesores se sientan orgullosos de sus alumnos.

viernes, 10 de febrero de 2006

Escuela y Seguridad Escolar

Las escuelas que promueven el aprendizaje, la seguridad y la conducta social apropiada, tienen un marcado enfoque académico y ayudan a los estudiantes a alcanzar metas y valores elevados, impulsan las relaciones positivas entre el personal y los estudiantes, y promueven la participación significativa de los padres y de la comunidad. La mayoría de los programas de prevención en escuelas efectivas atienden factores múltiples y reconocen que la seguridad y el orden están relacionados al desarrollo social, emocional y académico de los niños.

· Las escuelas efectivas tienen la convicción de que todos los niños pueden triunfar académicamente y comportarse apropiadamente, pero al mismo tiempo aprecian las diferencias individuales. Las metas se comunican de manera clara, entendiendo que tales metas son la responsabilidad de los estudiantes, de la escuela y el hogar. Los estudiantes que reciben el apoyo que necesitan tienen más probabilidades de comportarse de manera socialmente aceptable.
· Los estudiantes cuyas familias están involucradas en su formación dentro y fuera de la escuela, tienen más probabilidades de triunfar y menos de involucrarse en actividades antisociales. Las comunidades escolares deben hacer que los padres se sientan bienvenidos en la escuela, deben atender a los obstáculos que limitan su participación, y mantener a las familias involucradas positivamente en la educación de sus hijos. Las escuelas efectivas también ayudan a las familias a expresar sus preocupaciones acerca de sus hijos y les apoyan para conseguir la ayuda necesaria para tratar los comportamientos que les causan preocupación.
· El mejoramiento de las escuelas es responsabilidad de todos. Las escuelas que han establecido relaciones con las familias, los servicios de apoyo, la policía de la comunidad, organizaciones religiosas y la comunidad en general, se pueden beneficiar de muchos recursos valiosos. Cuando estos vínculos son débiles, el riesgo de la violencia en la escuela se incrementa y la oportunidad de ayudar a los niños que corren el riesgo de usarla o de ser víctimas de ésta, disminuye.
· Los niños vienen a la escuela con diferentes percepciones y malos entendidos acerca de la muerte, la violencia y el uso de las armas. Las escuelas pueden reducir el riesgo de la violencia enseñando a los niños los peligros que involucran las armas de fuego, así como también las estrategias apropiadas para tratar con los sentimientos, cómo expresar la ira de modo apropiado y la resolución de conflictos. Las escuelas también deben enseñar a los niños que ellos son responsables por sus propias acciones y que las decisiones que tomen tienen consecuencias por las cuales serán igualmente responsables.
· Una de las mayores fuentes de conflicto en muchas escuelas es el problema real o imaginario de favoritismos y trato injusto de algunos estudiantes debido a factores étnicos, de sexo, raza, clase social, religión, incapacidad, orientación sexual, apariencia física, etc., tanto por miembros del personal, como por los mismos compañeros. Los estudiantes que han sido tratados injustamente, en algunos casos pueden convertirse en víctimas o blancos de violencia. Las escuelas efectivas comunican a los estudiantes y a la comunidad en general que todos los niños son valiosos y respetables. Existe un esfuerzo deliberado y sistemático, por ejemplo, mostrando los trabajos de arte de los niños, exhibiendo el trabajo académico en foros, respetando su diversidad de opciones culturales, por establecer un clima que demuestre interés y sentido de comunidad.

Las investigaciones han demostrado repetidamente que las comunidades escolares pueden hacer mucho para prevenir la violencia y las anteriores ideas no cuesta un peso implementarlas. El siguiente paso es aprender a reconocer las señales de advertencia tempranas de un niño que está en problemas, de manera que pueda otorgársele un apoyo efectivo.

lunes, 16 de enero de 2006

La Familia y Los Consejos Escolares

La mayor parte de la investigación educativa demuestra la importancia que tiene la familia tanto como variable independiente que explica las diferencias de resultados escolares, si no también como variable interviniente en los procesos de aprendizaje de los estudiantes. La evidencia es tal que ni siquiera es tema de discusión: “cuando los padres están involucrados a los niños les va mejor”. Se ha demostrado incluso que para el éxito escolar es más importante lo que la familia hace, que su nivel de ingresos o nivel educacional. Pese a lo señalado, es muy difícil lograr la participación. Las personas no tienen la necesidad innata ni tampoco existen fórmulas ni técnicas preestablecidas transferibles para generar una participación creativa. La trayectoria histórica del Estado y las representaciones que la población tiene de su rol forma parte de una cultura que favorece más la “delegación” que la “responsabilidad compartida” frente a problemas como los de la educación de los hijos. Además, en no pocos casos los docentes reducen la educación a su dimensión técnico pedagógica dificultando aún más la expresión de opiniones por parte de otros agentes educativos como son las familias.
La falta de información que tienen los padres y la comunidad sobre el desempeño de las escuelas de sus hijos, es uno de los problemas que afecta la calidad de la educación. Su consecuencia es una comunidad con bajas exigencias y control de calidad de los establecimientos y cuyas opiniones, a favor o en contra, dependen muy fuertemente de los beneficios inmediatos que recibe. Las familias más pobres no tienen posibilidades de “salida” del sistema en caso que no estén de acuerdo con sus resultados. Por otra parte, la precariedad de su capital social y cultural frente a las autoridades de los establecimientos y profesores los hace partícipes de una relación “sin voz” o completamente subordinadas a los mensajes de los directivos.
Estamos convencidos que la participación de los padres tiene muchos beneficios y por ello es importante promoverla; permite el ejercicio del derecho y su responsabilidad por ser los primeros y permanentes educadores de sus hijos e hijas; expresa una visión educativa donde el eje se ubica en la responsabilidad social, pues la educación es responsabilidad de toda la sociedad y no sólo de un gobierno; mejora la calidad de la educación escolar ya que se pueden incorporar con mayor facilidad los aspectos sociales y culturales de la realidad como también las necesidades e intereses de actores claves en la educación; facilita el logro de los objetivos transversales como son la educación sexual, la formación cívica o el cuidado del medio ambiente; y aumenta los recursos, especialmente humanos.

lunes, 9 de enero de 2006

La dirección escolar: los cambios que vienen

Los próximos años comenzarán a aumentar progresivamente el número de establecimientos escolares cuyas direcciones gozarán de mayor autonomía de gestión. Esta autonomía, unida al incremento de la participación social en el gobierno escolar, provocará cambios sustanciales en la dirección: surgirán nuevas formas de liderazgo y se ampliarán las capacidades para tomar decisiones. Inevitablemente estos cambios afectarán las competencias para ser director o directora en Chile.

Las nuevas iniciativas que provocarán este cambio son el fin de los directores designados en las escuelas municipales; la creación de los Consejos Escolares; la aplicación de medidas que hagan transparente el proceso de selección de los alumnos y que también resguarden sus derechos; y, la incorporación de un 15% de alumnos de escasos recursos en todos los establecimientos subvencionados. Lo que se busca es establecer un conjunto de mecanismos de selección que aseguren la calidad y buen rendimiento de los directivos, y paralelamente, generar una carrera directiva. En la práctica, los nuevos directores deberán acreditar sus habilidades para el cargo y presentar ante una comisión, un proyecto educativo que será su compromiso de gestión y por el cual será evaluado. Los nuevos directores y directoras se deberán acreditar para verificar su calificación para el cargo, su evaluación permitirá fortalecer su desempeño y comprobar ante la comunidad que cumplen con los objetivos propuestos y tendrán un procedimiento claro para ser removidos.

Al crearse los Consejos Escolares en cada establecimiento educacional subvencionado, por primera vez los padres y los jóvenes tendrán participación formal y establecida, y derecho a voz en las decisiones importantes de escuelas y liceos. Serán la expresión, en la práctica, de una verdadera comunidad escolar. Por otro lado, al establecerse que los establecimientos subvencionados, vale decir, aquellos en los que hay recursos de todos los chilenos, tengan al menos un 15% de alumnos de las familias más modestas, implica avanzar en la integración social, pues ya la OCDE al evaluar la reforma educacional chilena ha señalado que una de las características más impresionantes de nuestro sistema escolar, es que los establecimientos tienden a agrupar a los estudiantes según su situación económica. Por lo demás, los resultados de las pruebas internacionales demuestran que los sistemas educativos con mejores resultados son los más integrados socialmente, entre otras razones, porque las escuelas y liceos se esfuerzan por nivelar los aprendizajes de estos escolares más modestos con el resto de los estudiantes.

jueves, 5 de enero de 2006

El sentido de la urgencia educativa

No discutamos si nuestros colegios deben mejorar sus desempeños institucionales. Ello es un imperativo, pero necesitamos constancia, perseverancia y urgencia en lo que estamos haciendo. Sobre todo urgencia, porque las familias más modestas no pueden seguir esperando que en el futuro mejore la educación, sino que mejore hoy, para que mañana sus hijos puedan seguir estudiando, tener mejores empleos y un futuro con más esperanzas.

Los resultados de la PSU nos muestra que las diferencias entre grupos socioeconómicos son significativamente mayores que por tipo de dependencia. Es decir, tienen mayor incidencia en los resultados escolares las condiciones socioeconómicas de los jóvenes y sus familias que la propiedad de los establecimientos a los que asisten. Sin embargo, también es posible observar que algunos colegios que enseñan a niños en situación de desventaja social logran resultados que superan con creces lo que cabría esperar si la relación antes descrita explicara con férrea rigidez el destino educativo de ellos. Así, estos casos destacables muestran que la condición socioeconómica de los estudiantes no puede ser esgrimida como una “coartada” para explicar su fracaso en el colegio. Más bien es éste el que fracasa al no asegurar el éxito de estos alumnos.

Hay casos concretos que demuestran que si se presta suficiente atención a las condiciones particulares de los alumnos y éstas son trabajadas arduamente, el establecimiento puede tener éxito en condiciones sociales muy difíciles. Así, éste puede hacer la diferencia en el futuro de sus alumnos. Estos establecimientos tienen prácticas simples pero de gran impacto como son tutorías personalizadas, clases bien preparadas, prácticas de autodisciplina en alumnos y docentes, asistencia escolar y laboral altas como también altas exigencias académicas.

Queremos más colegios que lo hagan mejor y ello se hará entre todos, cada uno haciendo las tareas que les corresponden. La equidad educacional es un objetivo importante en el Chile de hoy por buenas razones, la principal, por que la legitimidad en la democracia se cimenta en la medida en que proporciona a sus ciudadanos igualdad de oportunidades, entre las cuales la más importante es la oportunidad de recibir educación de calidad.

Tenemos que decirlo: hay tareas que no se están haciendo o por lo menos no con la rigurosidad que debiéramos. Los directivos y profesores deben tener la convicción de que los alumnos en situación de pobreza pueden alcanzar altos rendimientos y en cada región hay muestras de colegios vulnerables que han logrado ir más allá de lo esperado para su grupo. Los colegios, directivos y profesores, deben tener la convicción de que la instrucción académica es importante. No se debe escoger entre la formación afectiva y la académica, ya que éstas se pueden aprender en forma complementaria. Hay que fijar metas altas, concretas y medibles; destinar tiempo, recursos y personas a lo académico: usar la extensión de la jornada en las asignaturas instrumentales, priorizar la supervisión desde la dirección hacia los objetivos pedagógicos, buscar e invertir recursos en buenos textos, tomar cursos de perfeccionamiento sobre los contenidos académicos y su didáctica.
El buen aprovechamiento del tiempo es un factor crucial para revertir las brechas y para remediar los déficits. Uno de los elementos que inciden positivamente en los logros de aprendizaje es el tiempo dedicado al tema de estudio. Por lo tanto, hay que maximizar las oportunidades que se les ofrecen a los niños para involucrase en las tareas de aprendizaje. Es necesario tomar los cursos a tiempo y empezar las clases sin demora; no permitir la interrupción de clases (en Chile es más frecuente su ocurrencia que en países con buenos resultados académicos); no permitir la práctica de que los profesores corrijan pruebas y realicen labores administrativas durante las clases, cuando los alumnos trabajan en forma independiente en clase, el docente debe supervisarlos, la dedicación al trabajo de los alumnos aumenta considerablemente cuando el profesor se pasea por el curso; planificar las clases detalladamente para no divagar; implementar sistemas clásicos de ahorro de tiempo (guías para no dictar, métodos eficientes para corregir tareas, para pasar lista, para disminuir los tiempos de transición entre actividades). Dar tareas, exigirlas y corregirlas. Las tareas extienden el tiempo que el niño trabaja en un tema y por lo tanto sus posibilidades de aprender. Las tareas tienen un efecto positivo sobre el aprendizaje y éste aumenta si son corregidas y la incidencia es mayor aún si el profesor comenta la tarea por escrito.

Lo importante es que nos centremos en los elementos que sí podemos cambiar y no precisamente en lo que viene dado. Es ahí donde el énfasis en la entrega de contenidos, la gestión educativa basada en logros y metas, el liderazgo del propio director y un adecuado marco de incentivos –que el Ministerio ha implementado a partir de la evaluación docente -, pueden pasar a ser elementos centrales para explicar el mejor desempeño de ciertos colegios. Tenemos que hacer sentir a los padres que sus hijos van a aprender más con nosotros, que cada uno de nuestros colegios será un espacio seguro donde las aspiraciones de superación familiar se concretarán, donde los sueños del hijo profesional se harán realidad. Pero estos jóvenes deben esforzarse más por que la vida es más dura con ellos. Su desempeño académico es el único elemento valorado en el mercado laboral futuro; un buen desempeño académico es más beneficioso para un alumno proveniente de un estrato socioeconómico bajo que para uno de estrato socioeconómico alto. Por eso, exijamos más, pero también, seamos más exigentes con nosotros mismos.

Las oportunidades de esta crisis