Esto es algo que los responsables de la gestión y del liderazgo de estas escuelas no pueden ignorar y deben asumir con urgencia los desafíos de mejorar la selección y la evaluación de sus actuales y futuros directivos. Aquí es necesario innovar en el ejercicio de un nuevo liderazgo que permita transformar las estructuras, las relaciones y los sentidos en estas escuelas.
This is something that those responsible for the management and leadership of these schools can not ignore and must urgently assume the challenges of improving the selection and evaluation of their current and future managers. Here it is necessary to innovate in the exercise of a new leadership that allows to transform the structures, the relationships and the senses in these schools.
This is something that those responsible for the management and leadership of these schools can not ignore and must urgently assume the challenges of improving the selection and evaluation of their current and future managers. Here it is necessary to innovate in the exercise of a new leadership that allows to transform the structures, the relationships and the senses in these schools.
Recientemente
la Agencia de Calidad de la Educación (ACE) publicó el libro “Panorama de la Gestión Escolar. ¿Cómo
avanzamos en calidad en las escuelas que más apoyo requieren? Primer informe
2014 – 2015”. Éste constituye un reporte de los resultados de 200 visitas
integrales a escuelas
con menores desempeños,
haciendo referencia a los Estándares Indicativos de Desempeño que son
utilizados para evaluar el desempeño integral de los establecimientos escolares
en nuestro país. Para una lectura total, pueden bajarlo de nuestro sitio
www.agenciaeducacion.cl.
Como
señala Stephen Anderson, de la Universidad de Toronto, al prologar este libro, “El panorama general en temas de dirección y
liderazgo escolar no es alentador, tampoco el de la calidad de la enseñanza y
del aprendizaje, en las escuelas visitadas”. En efecto, sabemos que luego
de la incidencia del profesor en la sala de clases, es el liderazgo y la
gestión de los directivos las dimensiones más efectivas para asegurar procesos
de mejora institucional permanente y aprendizajes de alta calidad en los
estudiantes de una organización escolar. También diríamos que constituye el
punto de partida para construir una “ruta de la mejora” para desarrollar un
proceso de disposición de las capacidades y talentos de todos los integrantes
de las comunidades educativas y colocarlas al servicio del desarrollo integral
de todos los estudiantes.
El
liderazgo en las escuelas de menores desempeños, por lo general, es
tremendamente débil, tanto el del sostenedor como el del director. Estos establecimientos
se caracterizan por una baja autonomía; bajas expectativas del logro académico
en los estudiantes, a pesar de que suelen afirmar lo contrario; sus proyectos
educativos no constituyen un programa de carácter estratégico para escuela, más
bien opera como un requisito con el cual hay que cumplir, y además no cuentan con
un foco pedagógico claro o compartido.
Tan
importante es el liderazgo al interior de las escuelas, que en aquellos
establecimientos en que la Agencia ha realizado Visitas de Aprendizaje por su
alto desempeño, nos encontramos con escuelas cuyos sostenedores apoyan o dan
autonomía a los directores; directores que gestionan activamente redes de apoyo;
equipos directivos y docentes que le exigen mayores
aprendizajes a sus estudiantes y directivos que
analizan la información que tienen y buscan cómo mejorar los aprendizajes.
Todas estas acciones requieren de un alto liderazgo.
La
gestión pedagógica de los establecimientos con menores desempeños también es precaria.
Si bien existen elementos importantes, como por ejemplo, todas estas escuelas
ya cuentan con planificaciones curriculares altamente asentadas, y
abordan los diversos niveles requeridos, y la observación de clases se ha
instalado generalizadamente como práctica de monitoreo de los procesos de
enseñanza aprendizaje, lo que sin duda constituye una fortaleza a ser
potenciada y mejorada, aún existen importantes desafíos.
En
estas escuelas no existe una intervención planificada ni coherente con una
estrategia de conducción, orientación y liderazgo por parte de los directivos;
no se observa la presencia permanente de algún directivo conduciendo los
procesos de enseñanza, evidenciando fuertes debilidades en la dinámica de las
clases como en el uso pedagógico de la información. Esto se traduce en que en
más del 80%de estas escuelas los estándares asociados a la gestión curricular,
a la enseñanza y aprendizaje en el aula, y al apoyo de los estudiantes sean bajos
o incipientes, lo que obviamente repercute en la calidad de los aprendizajes de
los estudiantes.
Lo
que constituye el corazón del trabajo profesional docente se presenta como un
desafío de magnitud mayor para nuestro sistema educacional y para las políticas
públicas, pero también para las instituciones formadoras de docentes y
directivos, para los actuales municipios, y para los instrumentos de gestión
como los planes de desarrollo profesional docente, entre otros. Esto es algo
que los responsables de la gestión y del liderazgo de estas escuelas no pueden
ignorar y deben asumir con urgencia los desafíos de mejorar la selección y la
evaluación de sus actuales y futuros directivos. Aquí es necesario innovar en
el ejercicio de un nuevo liderazgo que permita transformar las estructuras, las
relaciones y los sentidos en estas escuelas. En ese sentido, desde la Agencia
ya contamos con evidencia sobre la diferencia que marcan los directores
elegidos a través del sistema de Alta Dirección Pública. Creemos que ése es un
primer paso que debemos profundizar.
Los
sostenedores y directivos de estas escuelas hoy encuentran en la
institucionalidad educativa de nuestro país la información, los recursos y las oportunidades
para redefinir sus trayectorias y rediseñar sus procesos, de modo que puedan
focalizarse en superar sus debilidades orientando la inversión de los recursos
provenientes tanto de las subvenciones como de las fuentes con fines
específicos, para dotarse de nuevas capacidades de enseñanza que les permitan
dar un salto pedagógico y desarrollar ahora en sus estudiantes las habilidades
fundamentales que le asegurarán mañana seguir aprendiendo e incorporarse a los
desafíos de la continuidad de estudios, de la inserción laboral y del desempeño
ciudadano.