La calidad de la educación
pública a la que los niños, niñas y
jóvenes chilenos tienen derecho, no debe
depender de las capacidades y las voluntades del municipio. El modelo actual no
es capaz de garantizar procesos de mejora continua y de calidad creciente vía una
gestión estable en el tiempo en los establecimientos que tiene a su cargo, lo
que se refleja en una carencia de equidad en las condiciones y en las oportunidades
de aprendizaje en todo el país; no permite que los logros en gestión e
innovación educativa se aquilaten, difundan y compartan de manera efectiva, con
pertinencia local ni se optimice el uso de los recursos disponibles,
especialmente los recursos humanos y financieros, afectando en muchos casos y
en otros deteriorando los niveles de profesionalización y resultados de calidad
alcanzados en periodos anteriores.
La misión de la educación
pública es garantizar, para todos los sectores sociales y en todo el país, el
acceso universal a una educación de calidad, laica, gratuita e inclusiva, que
ofrezca experiencias de aprendizaje significativas, diversas, pertinentes y
contextualizadas, orientadas a la formación de personas y de ciudadanos libres,
autónomos e iguales en dignidad y derechos. El propósito de la nueva
institucionalidad propuesta para la educación pública es construir y consolidar
un sistema con carácter local y nacional a la vez, expresado en la instalación
gradual de una red moderna y articulada de servicios de educación pública, cuyo
foco sea desarrollar y fortalecer las capacidades de los establecimientos
educacionales y sus ciclos de mejora educativa.
La nueva institucionalidad
crea un sistema nacional articulado donde la gestión educativa es de carácter local e integral, donde los
establecimientos educacionales: liceos, escuelas, centros de educación de
adultos, jardines y salas cuna públicos (hoy administrados por los municipios),
son los encargados de asegurar los aprendizajes y la formación de sus
estudiantes; donde los Servicios Locales de Educación Pública son servicios
descentralizados funcional y territorialmente, adscritos a la Alta Dirección
Pública, con un Consejo Local y un Consejo Directivo representativo de la
comunidad educativa local y regional, siendo ambos responsables de la gestión
educativa en su territorio. Completa el diseño la Dirección de Educación
Pública, servicio público especializado, encargado de coordinar y apoyar
administrativa y técnicamente a los Servicios Locales de Educación y de
monitorear los convenios de gestión de sus directores sin intervenir en la
gestión de éstos.
El nuevo diseño para la
educación pública es una superación del estado actual de la educación
municipal, garantiza independencia de los ciclos políticos, la estabilidad de
los equipos técnicos, coloca foco en el desarrollo de las capacidades de
aprendizaje de los estudiantes y fortalece el profesionalismo docente, genera
un sistema territorial de carácter cooperativo y solidario donde lo central es
la escuela y la calidad quienes aprenden y enseñan en ella.