lunes, 15 de septiembre de 2008

Dos mundos sin conexión

El debate educacional vive un mal momento: mientras las reformas legales se empantanan, los colegios siguen acumulando problemas.
JOSÉ JOAQUÍN BRUNNER

El debate educacional se mueve incómodamente entre dos polos que tienden a separarse cada vez más, generando una brecha política y práctica de negativos efectos.Por un lado, las escuelas viven su cotidianidad con las dificultades habituales: una subvención que no alcanza para ofrecer una enseñanza de calidad; directores sin atribuciones suficientes para dirigir sus establecimientos; profesores mal preparados y con escasas satisfacciones; alumnos que aprenden poco.Ahora se agregan, además, nuevas dificultades: crisis de infraestructura de varios liceos a lo largo del territorio nacional; violencia intraescolar; problemas logísticos en la distribución de los textos escolares; situaciones de indisciplina que ponen al descubierto fallas en el ejercicio de los roles de autoridad.Por otro lado, a kilómetros de distancia de esas dificultades diarias, el Parlamento discute lata y lentamente un conjunto de iniciativas impulsadas por el Gobierno: una reforma constitucional que garantiza el derecho a una educación de calidad (hace rato detenida, ya casi olvidada); un proyecto de Ley General de Educación (nuevamente postergado en el Senado); el proyecto que crea una Agencia de Calidad y una Superintendencia de Educación (que ni siquiera empieza a discutirse).Próximamente el Gobierno presentará, adicionalmente, un proyecto que modifica (en qué dirección no se sabe) la administración de los colegios municipales con el objetivo, se dice, de reforzar la educación gestionada por el sector público.Entre ambos polos no parece existir conexión ni comunicación alguna; se sitúan en mundos separados, puestos de espalda uno frente al otro. En una esfera gira el mundo de los practicantes, las comunidades escolares; en la otra, el mundo de los gobernantes, los parlamentarios, los partidos y los expertos.Es la antigua y conocida bifurcación chilena entre las formas legales que prometen cambiar la realidad cotidiana y los problemas comunes del día a día que se resisten y escapan a la racionalidad legal con la cual se procura solucionarlos.Al medio se crea un vacío donde se instala la confusión y la acción se vuelve intermitente y errática. El vacío en tanto se llena de ruidos: presiones corporativas, demandas de diversos actores, propuestas inorgánicas, situaciones de crisis.En estas condiciones, el Gobierno aparece inevitablemente conducido por las circunstancias, se ve obligado a reaccionar sobre la marcha y pierde claridad de conducción. Su agenda se desordena y su comunicación pública se disipa, creándose la sensación de una ausencia de prioridades claras.Por su parte, las comunidades escolares perciben que sus autoridades políticas (municipales, provinciales, regionales y nacionales) se hallan enclaustradas en un mundo ajeno a los problemas que ellas deben enfrentar cada día y pierden confianza en el apoyo que éstas pudieran prestarles para avanzar en su solución.Mientras persista esta separación entre un mundo de iniciativas legales que no prosperan y el mundo cotidiano de las escuelas enfrentadas a problemas sin solución, el ciclo de la política educacional continuará a la baja, por mucho que repitamos que allí reside el futuro de la nación."Las comunidades escolares perciben que sus autoridades políticas se hallan enclaustradas en un mundo ajeno a los problemas que ellas deben enfrentar cada día."

Directores que trabajan en base a metas académicas logran subir el Simce del colegio

El simple hecho de que el líder de una escuela fije objetivos de aprendizaje hace que, al primer año, un colegio suba 4,1 puntos en el test nacional. Incluso un buen director puede mitigar el efecto negativo en los aprendizajes de factores como el menor nivel socioeconómico.
El trabajo del director tiene incidencia directa sobre los aprendizajes de los alumnos, sobre todo en los sectores más vulnerables. Ésa es la conclusión a la que llega una investigación del Centro de Microdatos de la Facultad de Economía de la U. de Chile.El estudio concluye que los colegios donde los directores acuerdan metas anuales concretas de logro de aprendizajes con los docentes tienen entre 5 y 7 puntos más en el Simce que aquellos que no lo hacen. Además, se aprecia que el implementar esta forma de trabajo lleva a que los colegios municipales suban 4,11 puntos en el Simce en un año.Asignatura pendiente"Puede parecer un efecto menor, pero equivale al impacto que tiene en el Simce la introducción de tecnología en los colegios y al efecto que tendría un aumento de tres años en la escolaridad de las madres de los alumnos", ilustra Paola Sevilla, una de las investigadoras del equipo, también compuesto por David Bravo y Leslie Miranda.Para hacer el análisis -el primero que aborda el tema con una muesta tan amplia-, compararon los datos de los 763 colegios que postularon en 2007 a la Asignación de Desempeño Colectivo, versus aquellos que no lo hicieron. Dicha asignación es un estímulo económico que da el Mineduc a los directivos que se proponen metas anuales y logran cumplirlas.El resultado es prometedor. "Acá medimos sólo el impacto de fijar metas. Si viéramos el efecto de un director que observa clases o participa en el diseño curricular, quizás habría mayores mejoras", dice Sevilla. La escuela República Checa de Peñaflor es un ejemplo de ello. Apoyada por una asesoría de la U. Central, la directora Ana María Leiva cuenta que ha empezado a jugar un rol más activo en la gestión de aprendizajes: observa clases, fija metas anuales y tiene constantes conversaciones con los docentes. El efecto en el Simce ha sido claro: de 220 puntos hace cinco años, hoy está cerca de los 260."En el concepto tradicional, los directores se desentendían del liderazgo pedagógico y se ocupaban sólo de los aspectos administrativos. Pero hoy la visión es que el profesor se involucre en lo pedagógico", explica Liliana Mayorga, académica de la Facultad de Educación de la U. Central y coordinadora de las asesorías, que hoy llegan a 28 colegios de la provincia de Talagante y la comuna de La Granja."El tema de los directores es una asignatura pendiente dentro de las políticas educacionales", sentencia José Weinstein, gerente del Área Educación de Fundación Chile. Plantea que el sistema no ofrece incentivos para atraer y mantener a los buenos líderes escolares.Es que en Chile un director de una escuela municipal o subvencionada no tiene un sueldo muy diferente al de un docente de aula. Y en el caso del sector público, tampoco tiene atribuciones para gestionar con libertad su establecimiento. Por ejemplo, no puede escoger a sus profesores.A lo anterior se suma que no tienen las oportunidades de perfeccionamiento adecuadas para la gestión de los aprendizajes. En su mayoría, sólo han hecho cursos de gestión administrativa.Eso lleva a que las municipalidades tengan dificultades para encontrar buenos directivos cuando llaman a concurso. "El perfil que buscamos es de un director que sepa conducir procesos educativos, y eso parece ser bastante escaso", dice Raúl Ortiz, jefe de Educación de Copiapó, ciudad que este año abrió un concurso para 25 puestos directivos.Aun así, los expertos son optimistas hacia adelante. "Es mucho más fácil introducir políticas públicas que apoyen el trabajo de los 8 mil directivos que hay en Chile, que de los 140 mil profesores", dice Weinstein.Consejos para mejorarEn su informe "Improving school leadership 2008", la OCDE, que reúne a los países desarrollados, entrega diferentes recomendaciones para elevar el nivel de los directores de colegios. La primera de ellas: darles más autonomía de trabajo y apoyo para que fijen metas, administren los recursos humanos, colaboren con otras escuelas y fomenten la calidad docente. Otra propuesta es brindarles a estos líderes mayores instancias de capacitación.Y otro consejo relevante es que el ser director de colegio se convierta en una profesión atractiva, profesionalizando la selección de directivos, mejorando sus sueldos y dándoles más oportunidades de hacer carrera y perfeccionarse.
EL FACTOR OLVIDADO
"El director tiene que ser un maestro de maestros, un referente para los docentes del establecimiento. Un liderazgo centrado en lo pedagógico, que ponga como centro la mejora de los aprendizajes". M. PAOLA SEVILLA Directora ejecutiva del Centro de Microdatos, U. de Chile
"Esta es una diferencia clave entre escuelas particulares y municipales. Las primeras tienen más claro lo necesarios que son los buenos directores, son mejor pagados y tienen más atribuciones". JOSÉ WEINSTEIN Gerente del Área Educación de la Fundación Chile
"Muchos directivos sienten que no pueden cambiar las cosas. También les cuesta trabajar en forma colaborativa, en equipo, y constituir redes con los demás colegios de su comuna". LILIANA MAYORGA. Académica de la Universidad Central.
EN CIFRAS
7.137 directores hay en los colegios municipales y subvencionados, según un estudio de este año de la U. Alberto Hurtado.62,3% de los directores de colegios municipales son hombres.En los particulares subvencionados ellas se imponen con un 64,5%.55,9 años es la edad promedio de los directores del sector municipal. En el subvencionado, la media baja a 49,3.86% de los directores se ha capacitado en temas administrativos.Sólo el 5,9% lo ha hecho en orientación y el 1,5% en currículo.72% del tiempo los directores lo ocupan en gestión administrativa. Sólo le dedican el 28% de su tiempo a la gestión pedagógica, según un estudio Simce de 2001.$20.454 por hora gana un director de colegio particular. Un 38% más que en un colegio municipal, según la Encuesta Longitudinal Docente 2005.30% más que un profesor de aula gana, en promedio, un director del sistema municipal. En el sistema subvencionado la diferencia es de 20% y en el particular llega al 64%."Los liderazgos efectivos son esenciales para mejorar la eficiencia y la equidad en las escuelas. Contribuyen a mejorar los aprendizajes, porque modelan las condiciones en las que ocurren". Informe "Improving school leadership" (OCDE, 2008)http://diario.elmercurio.com/2008/09/15/educacion/_portada/noticias/DFB2B095-B9DA-4D2E-AE7A-0962E191874F.htm?id={DFB2B095-B9DA-4D2E-AE7A-0962E191874F}

lunes, 18 de agosto de 2008

El fin de la violencia escolar pasa por que la escuela ejerza su rol formador

El caso del profesor de Antofagasta que insultó a una alumna tiene dividido al liceo. Ella pide su expulsión, y él acusa que su arrebato es el corolario de un largo período de hostigamiento. Los expertos afirman que el episodio no es más que la erupción de un problema que involucra a toda la comunidad escolar.

Pamela Carrasco T.

El profesor Freddy Villalobos no olvidará fácilmente su última clase al 3° medio del Liceo Comercial "Jerardo Muñoz Campos" de Antofagasta. Mientras veían la película "Sicko" de Michael Moore, que critica el servicio de salud pública para la clase baja de Estados Unidos, y el docente intentaba generar un debate sobre el sistema chileno, los cerca de 40 alumnos parecían estar muy interesados.

En eso, Freddy le pregunta a la estudiante Stephanie Gatica: "¿Qué sabes tú?". Ella responde con un indiferente: "Yiaaaaa", y ahí todo se va a la punta del cerro... El diálogo entre ambos y los insultos del profesor a la niña increpándole su condición de pobre y madre soltera son grabados en un celular.

El resto ya es historia: la cinta se hizo pública, Stephanie pidió la expulsión del profesor, el profesor pidió disculpas públicas y reconoció su falta y se inició un sumario. Mientras, Freddy Villalobos está suspendido de sus funciones por 15 días y el colegio está dividido: gran parte del 3° medio apoya a Stephanie, mientras que el 4° B ha salido a la calle a manifestar su solidaridad con el profesor.

Stephanie ha dicho públicamente que no va a aguantar esta agresión. "Así como sancionaron a la niña en Santiago (María Música), yo también quiero que lo sancionen a él", pide.

El profesor, en tanto, cuenta su versión de la verdad y dice que la parte de la grabación que oyó el país es sólo el final de una escalada de presiones que se venía gestando hace tiempo.

"Les estaba enseñando acerca del sistema de salud, y a partir de eso les conté mi experiencia sobre lo que pasé cuando mi hija de cinco meses se enfermó. En ese momento recibí silencio e incluso burlas de parte de los alumnos, y me dio impotencia ver que estudiantes de bajos recursos no le tomen importancia a un tema relevante", relata el docente.

El profesor, que cuenta con un magíster en Educación en Edmonton (Canadá), dice que no quiere justificarse, pero que los estudiantes les han perdido el respeto a los profesores.

"Días antes, un grupo de alumnos dejó un preservativo en mi asiento; no era primera vez que se me hostigaba".

Según los especialistas, la reacción desmedida del docente no es un hecho fortuito, sino que es un síntoma del funcionamiento de todo el colegio.

"Los alumnos van sintiendo que la escuela les sirve poco para superar su condición de vida o de pobreza, por eso aunque los sancionen les da lo mismo, tal como les da lo mismo sacarse buena nota", explica Fernando Maureira, académico investigador del CIDE (Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación) de la U. Alberto Hurtado.

En ese contexto, los profesores sienten que no pueden resolver su problema cotidiano de cómo enseñar y conectarse con los estudiantes. "Eso día a día va produciendo un desgaste y se genera una sensación mutua de frustración", dice.

Para Isidora Mena, directora del programa Valoras UC, de la Universidad Católica, el problema está en que la escuela no ha asumido su rol formador. "Si no existe esta conciencia y se hace un trabajo en torno a esto, la convivencia se vuelve caótica, las normas no existen o no se respetan y esto crea el escenario perfecto para que que estallen estos conflictos, porque quedan todos muy desvalidos", sostiene.

En el Ministerio de Educación, en tanto, creen que estos hechos de violencia son aislados y que la escuela sigue siendo un lugar confiable dentro de la sociedad y un ente formador.

De todas formas reconocen que estos casos de agresiones son inevitables en cualquier grupo humano y lo importante es saber tratarlos educativamente.

"Lo relevante es que las escuelas con sus alumnos, directivos, profesores y apoderados tengan un proyecto común que las convoque y que les haga sentido", dice Erika Castro, coordinadora de Convivencia Escolar del departamento de Educación Extraescolar del Mineduc.

Poca valoración

Si bien todos sancionan cualquier agresión de parte de los docentes, reconocen el difícil escenario en que se mueven.

"Los niños sienten que tienen libertad de hacer y deshacer y de ser insolentes si quieren, porque no son sancionados, y los profesores tienen miedo de dar cualquier paso formativo, por las consecuencias que puedan tener y se van quedando callados, hasta que estallan", dice Luis Morales, director de Educación de la Corporación Municipal de Desarrollo de Antofagasta.

Dice que nada justifica el mal proceder de Villalobos y que por eso se está esperando la resolución del sumario, pero también acusa que el rol de profesor ha perdido autoridad en la sociedad.

Hacer las cosas bien

Un buen clima escolar implica que el colegio haga bien su trabajo. "Las escuelas gastan mucha energía en manuales de convivencia y programas, cuando lo importante es tener buenas clases y profesores que enseñen", dice el investigador Fernando Maureira. Una opinión que comparte Isidora Mena. "Los colegios que sí funcionan cumplen sus objetivos de enseñar y aprender", dice la psicóloga, y señala que los buenos directores que ejercen un liderazgo positivo y hacen una buena gestión son la pieza clave para crear escuelas con un buen ambiente.

42%

de los profesores ha tenido diagnóstico de estrés, 44% padece de colon irritable y 49% tiene insomnio, según un estudio de Unesco.

Las explicaciones

"La convivencia debe tomarse como un problema sistémico, donde ministerio, sostenedores, padres, profesores y estudiantes trabajen para mejorarla".

FERNANDO MAUREIRA investigador del CIDE, de la U. Alberto Hurtado

"Si hay problemas en la escuela, el problema es de la escuela. Pero ésta, al tener una creencia equivocada de su rol, no invierte tiempo ni recursos en la formación de los alumnos".

ISIDORA MENA, directora Valoras UC

"La escuela es responsable de la formación de los jóvenes, pero a veces se la saca de foco cuando la sociedad le enrostra y le pide que se haga cargo de todos los problemas actuales".

ERIKA CASTRO, Ministerio de Educación

"En mi experiencia como docente, debo reconocer que generalmente los conflictos se manejan por la vía del castigo. Es necesario escuchar a los chiquillos, a los colegas, a los directivos, a los padres. No podemos vivir siempre a la defensiva". Clara Abello, blog 600 Mineduc.

Lanzan herramienta web de planificación para profesores

Más que un trámite administrativo, la planificación de clases es hoy el gran desafío de los profesores y una excelente oportunidad de reflexión sobre la propia práctica docente. Planificar es para el maestro "trazar los planos" para el aprendizaje, anticipándose, recreando y proponiendo a los estudiantes nuevas formas de aprender.
Conciente de la importancia de las planificaciones, el portal educarchile presenta una remozada herramienta web para todos los profesores del país. Se trata de "Planificacción" -www.educarchile.cl/planificaccion- que entrega en forma gratuita y de fácil acceso, renovados materiales para preparar su trabajo en el aula. Para este año se agrega mayor apoyo técnico pedagógico, un interesante concurso y más de 1.600 planificaciones para los distintos niveles y subsectores de enseñanza, que pueden ser consultadas y descargadas por los docentes.
La nueva versión de "Planificacción 2008" será lanzada hoy a las 18:00 horas, con el foro panel "Planificar para aprender", organizado por educarchile, la Red Maestros de Maestros y la Universidad Alberto Hurtado, y que se desarrollará en el Aula Magna de esta universidad, en Cienfuegos 41, en la comuna de Santiago. La idea es analizar la importancia de la planificación en el quehacer cotidiano docente y cómo las TICs contribuyen a facilitar esta tarea.
En la oportunidad participarán José Weinstein, gerente del Area Educación de la Fundación Chile; Juan Eduardo García Huidobro, Decano de la Facultad de Educación de la Universidad Alberto Hurtado; Rosita Puga, jefa de Educación General del Ministerio de Educación; Angélica Fuenzalida, directora Programa Mejor Escuela; Ina González, coordinadora Académica Complejo Educacional Rousseau, y Hugo Martínez, director del portal educarchile.
El profesor o profesora que utilice "Planificacción" -estimulado por las distintas ideas que se encuentran en la herramienta- puede desarrollar propuestas de actividades que se acerquen más a su grupo de alumnos; desarrollar trabajo colaborativo con otros subsectores con las sugerencias que se presentan en cada planificación; o evaluar con instrumentos ajustados a la actividad.
Por su parte, el concurso Planifica con educarchile busca incentivar a todos los profesores del país a crear y compartir con otros docentes sus trabajos profesionales, especialmente aquellos que incorporan creativamente el uso de TICs en el aula. Las planificaciones deberán crearse y publicarse con la herramienta "Planificacción" del portal educativo. El plazo de envío de las planificaciones se extiende hasta el 31 de octubre y se premiará a los tres mejores trabajos con un notebook para cada docente ganador.

lunes, 11 de agosto de 2008

¿Por qué los insultos contra los ministros de Educación y Transportes?

Mónica Jiménez y René Cortázar practican lo que son sus valores: integridad personal a toda prueba, talento puesto al servicio de un bien colectivo y capacidad de trabajo y de diálogo sin limitaciones. ¿A qué se debe, entonces, esta ofensiva de "demolición" contra ellos?
Por Alejandro Foxley. Ministro de Relaciones Exteriores


Comenzó la semana marcada por el "jet lag" de un viaje prolongado. El punto de partida es Ginebra. Dramáticas sesiones en que se trataba de salvar la llamada Ronda de Doha, sobre comercio internacional. El acuerdo estuvo cerca. No se logró.Desde Ginebra, un paso por Singapur. Iniciamos allí el proceso para construir un acuerdo educacional con Singapur al estilo del de Canadá y California: becas e intercambio científicos para jóvenes chilenos, a financiarse con el Fondo Bicentenario de Capital Humano, propuesto por la Presidenta Bachelet el 21 de mayo.Luego, en Australia, la firma del tratado de libre comercio, recibido allí como un hecho político y no solo comercial, justo 2 días después del fracaso de Doha: dos países afines que siguen adelante, sin vacilaciones para materializar las oportunidades que ofrece la globalización.En el encuentro con los directivos de las principales universidades y centros de formación técnica de Australia, se acordó otorgar hasta 900 cupos para becarios chilenos, a partir del próximo año. Un acuerdo similar se firmó una días después con los ministerios de Educación y de Ciencia y Tecnología de Nueva Zelandia.Regreso de ese viaje algo cansado, pero contento y optimista. La acogida a las iniciativas chilenas, ya sea en materia de pactos bilaterales de libre comercio, o de intercambio de recursos humanos a nivel superior, había sido entusiasta, sin reticencias y en un lenguaje compartido por ellos de "ahora somos socios, naciones maduras que comparten su camino hacia el desarrollo".Me pongo al día en la lectura de los periódicos. Me interesan especialmente los temas legislativos, el avance allí de la reforma educacional y del financiamiento para el transporte público. Me encuentro con un lenguaje violento y destructivo, con descalificaciones personales y hasta insultos contra los ministros de Educación y Transporte.Me sorprende, especialmente, la violencia verbal, en este caso hacia dos personas que conozco hace muchos años. Compartimos con ellos vida académica, vocación de servicio público y muchos años de reflexión conjunta, en los tiempos particularmente difíciles del gobierno militar. Es cierto, no sufrimos el exilio, pero vivimos la angustia de lo que pasaba con otros, y procuramos entender y llegar a la raíz de por qué el desplome institucional de Chile en 1973 y la pérdida tan brutal de las libertades. Comprendimos, entonces, que el camino de salida era el opuesto de lo que vivíamos: el camino del diálogo, del respeto por el que piensa distinto, del lenguaje moderado. Nos convertimos en obsesivos de la construcción de consensos y desde entonces intentamos hacerlo una práctica de nuestra vida política.Seguramente hay muchas personas con los atributos personales de Mónica Jiménez y de René Cortázar. Ellos practican lo que son sus valores: integridad personal a toda prueba, talento puesto al servicio de un bien colectivo y capacidad de trabajo y de diálogo sin limitaciones. ¿Por qué, entonces, esta ofensiva de "demolición" contra ellos? Alguien en la oposición diría que "esto es sin llorar".¿Cómo procesa la gente todo ese barullo ruidoso, pequeño y destructivo? La gente se toma la revancha, dando la más baja calificación posible a "los políticos". Si sumamos a esto lo que esas mismas personas ven noche a noche en los noticiarios de televisión, no sorprende que cristalice en la conciencia pública la idea de un país hosco, rencoroso, agresivo y pesimista.Me pregunto, entonces, ya hacia fines de la semana: ¿qué vamos a ofrecer a esos 6 mil becados que estarán perfeccionándose en las mejores universidades e institutos técnicos del mundo, cuando terminados sus estudios decidan o no volver a hacer un aporte en su país? Para ese entonces, Chile no va a ser todavía un país desarrollado, pero sí podría aspirar a ofrecer un entorno amable, acogedor, constructivo para alentar su retorno. Menos politizado y más centrado en crear espacios para desarrollar al máximo los talentos propios. Más meritocrático y menos político.Concluyo: Si no rectificamos a tiempo, no podremos quejarnos de la "fuga de cerebros" y de una diáspora sin retorno. Tal vez alguien que lea estas líneas lo piense dos veces antes de proferir el próximo insulto o descalificación al que piensa distinto.¿Cómo procesa la gente todo ese barullo ruidoso, pequeño y destructivo? La gente se toma la revancha, dando la más baja calificación posible a "los políticos". Si sumamos a esto lo que esas mismas personas ven noche a noche en los noticiarios de televisión, no sorprende que cristalice en la conciencia pública la idea de un país hosco, rencoroso, agresivo y pesimista.Si no rectificamos a tiempo, no podremos quejarnos de la "fuga de cerebros" y de una diáspora sin retorno.

domingo, 13 de julio de 2008

Para superar la insatisfacción

Hemos perdido dos años, y como todo pareciera indicar, serán cuatro. Poco y nada se ha realizado para mejorar el sistema educacional: hemos sido espectadores de la caída de dos ministros en tan poco tiempo, que la estabilidad de las políticas implementadas a partir de mediados de los noventa pareciera estar sucumbiendo o a lo menos perdiendo la solidez argumentativa que le caracterizaba. En efecto, por un lado, mientras se discutía lo que han denominado “una nueva arquitectura” para la educación chilena, las escuelas y liceos han quedado abandonados y a la suerte de las iniciativas de los propios directivos y sostenedores, por otro, el Ministerio aparece ensimismado en otro tiempo.
Han vuelto los viejos problemas que creíamos superados: deterioro de la infraestructura escolar debido al insuficiente financiamiento para mantener un programa de mantención y reparaciones que supere el deterioro; lentitud en la distribución de los textos de apoyo a los estudiantes y profesores; desorden administrativo y falta de control en el proceso central del financiamiento del sistema, como son las subvenciones; inexistencia de una política sólida y coherente de perfeccionamiento que supla las debilidades tantas veces señaladas de nuestros docentes; y ahora, estancamiento en los logros de aprendizaje de los estudiantes y falta de claridad comunicacional para dar cuenta de los resultados y de estrategia de aprovechamiento de la información al interior de las comunidades escolares.
Todo esto que pareciera un desastre, bien podemos convertirlo en una gran oportunidad para asumir las responsabilidades que el Ministerio ha dejado de lado. Las escuelas están solas, pero puede ser la gran oportunidad para que los municipios especialmente, asuman el papel de organizadores, orientadores y promotores de ambiciones mayores, para que lideren en cada una de sus comunas un proceso de reconstrucción de un modelo de gestión educativa pública, pluralista, tolerante e inclusiva, pero que además, incorpore responsabilidades por los procesos administrativos y pedagógicos, con definiciones para una política de recursos humanos de largo plazo, con estándares exigentes, públicos, medibles, y que puedan ser juzgados con mayor objetividad por la ciudadanía.
Las familias más modestas, necesitan con mayor urgencia una educación de calidad para sus hijos; la promesa de una mejor educación en el futuro no posibilita ni una continuidad educativa ni una inserción laboral efectiva hoy. Es preciso que tomemos decisiones osadas: no hay que esperar la dictación de una norma para cambiar las prácticas de gestión escolar; para que nuestros docentes tengan una preparación académica de alto nivel ni para que tengan practicas de desempeño más rigurosas. Hay cambios urgentes que no requieren nuevas inversiones, pero si un liderazgo del cual carece nuestro sistema educativo: mayores exigencias académicas a nuestros estudiantes secundarios y universitarios (me da pena, por no decir vergüenza –porque no es culpa de ellos-, ver en un programa de concursos por una gira de estudios, que tampoco es tal, la ignorancia más elemental de nuestros jóvenes secundarios); o flexibilidad para destinar a los mejores docentes a las escuelas y cursos que más lo requieran.
Nuestro sistema requiere de las capacidades institucionales, pero también de los sentidos necesarios que posibiliten la movilización de las voluntades de los docentes de nuestro país por ser partes de una transformación profunda en nuestra sociedad, que vincule su esfuerzo no sólo con la ganancia personal, sino con lo más íntimo de su ethos profesional, con la transformación y construcción valórica de una sociedad que progresa con ellos, que los instala en un futuro predeciblemente accesible, pero también lo suficientemente optimista como trabajar con pasión. Aquí hay mucho que hacer, tanto para recompensar socialmente como para posibilitar el trabajo y estadía tranquila y grata de nuestros docentes en los establecimientos escolares.
La insatisfacción profesional es en nuestras escuelas un factor que entorpece la posibilidad de cambios, pues es inexistente la capacidad de los directivos de promover el consenso entre los ideales profesionales y las exigencias de resultados que hoy hace la sociedad al quehacer docente. Docentes motivados motivan más a sus alumnos y estos aprenden más; docentes en los cuales se confía mejoran su autoestima profesional y se sienten reconocidos. Este es un círculo virtuoso al cual debemos incorporar a nuestros docentes: si confiamos en ellos, lo harán con sus alumnos, tendrán mayores expectativas, pues existe una relación recíproca de mutua motivación.

Las oportunidades de esta crisis