lunes, 11 de agosto de 2008

¿Por qué los insultos contra los ministros de Educación y Transportes?

Mónica Jiménez y René Cortázar practican lo que son sus valores: integridad personal a toda prueba, talento puesto al servicio de un bien colectivo y capacidad de trabajo y de diálogo sin limitaciones. ¿A qué se debe, entonces, esta ofensiva de "demolición" contra ellos?
Por Alejandro Foxley. Ministro de Relaciones Exteriores


Comenzó la semana marcada por el "jet lag" de un viaje prolongado. El punto de partida es Ginebra. Dramáticas sesiones en que se trataba de salvar la llamada Ronda de Doha, sobre comercio internacional. El acuerdo estuvo cerca. No se logró.Desde Ginebra, un paso por Singapur. Iniciamos allí el proceso para construir un acuerdo educacional con Singapur al estilo del de Canadá y California: becas e intercambio científicos para jóvenes chilenos, a financiarse con el Fondo Bicentenario de Capital Humano, propuesto por la Presidenta Bachelet el 21 de mayo.Luego, en Australia, la firma del tratado de libre comercio, recibido allí como un hecho político y no solo comercial, justo 2 días después del fracaso de Doha: dos países afines que siguen adelante, sin vacilaciones para materializar las oportunidades que ofrece la globalización.En el encuentro con los directivos de las principales universidades y centros de formación técnica de Australia, se acordó otorgar hasta 900 cupos para becarios chilenos, a partir del próximo año. Un acuerdo similar se firmó una días después con los ministerios de Educación y de Ciencia y Tecnología de Nueva Zelandia.Regreso de ese viaje algo cansado, pero contento y optimista. La acogida a las iniciativas chilenas, ya sea en materia de pactos bilaterales de libre comercio, o de intercambio de recursos humanos a nivel superior, había sido entusiasta, sin reticencias y en un lenguaje compartido por ellos de "ahora somos socios, naciones maduras que comparten su camino hacia el desarrollo".Me pongo al día en la lectura de los periódicos. Me interesan especialmente los temas legislativos, el avance allí de la reforma educacional y del financiamiento para el transporte público. Me encuentro con un lenguaje violento y destructivo, con descalificaciones personales y hasta insultos contra los ministros de Educación y Transporte.Me sorprende, especialmente, la violencia verbal, en este caso hacia dos personas que conozco hace muchos años. Compartimos con ellos vida académica, vocación de servicio público y muchos años de reflexión conjunta, en los tiempos particularmente difíciles del gobierno militar. Es cierto, no sufrimos el exilio, pero vivimos la angustia de lo que pasaba con otros, y procuramos entender y llegar a la raíz de por qué el desplome institucional de Chile en 1973 y la pérdida tan brutal de las libertades. Comprendimos, entonces, que el camino de salida era el opuesto de lo que vivíamos: el camino del diálogo, del respeto por el que piensa distinto, del lenguaje moderado. Nos convertimos en obsesivos de la construcción de consensos y desde entonces intentamos hacerlo una práctica de nuestra vida política.Seguramente hay muchas personas con los atributos personales de Mónica Jiménez y de René Cortázar. Ellos practican lo que son sus valores: integridad personal a toda prueba, talento puesto al servicio de un bien colectivo y capacidad de trabajo y de diálogo sin limitaciones. ¿Por qué, entonces, esta ofensiva de "demolición" contra ellos? Alguien en la oposición diría que "esto es sin llorar".¿Cómo procesa la gente todo ese barullo ruidoso, pequeño y destructivo? La gente se toma la revancha, dando la más baja calificación posible a "los políticos". Si sumamos a esto lo que esas mismas personas ven noche a noche en los noticiarios de televisión, no sorprende que cristalice en la conciencia pública la idea de un país hosco, rencoroso, agresivo y pesimista.Me pregunto, entonces, ya hacia fines de la semana: ¿qué vamos a ofrecer a esos 6 mil becados que estarán perfeccionándose en las mejores universidades e institutos técnicos del mundo, cuando terminados sus estudios decidan o no volver a hacer un aporte en su país? Para ese entonces, Chile no va a ser todavía un país desarrollado, pero sí podría aspirar a ofrecer un entorno amable, acogedor, constructivo para alentar su retorno. Menos politizado y más centrado en crear espacios para desarrollar al máximo los talentos propios. Más meritocrático y menos político.Concluyo: Si no rectificamos a tiempo, no podremos quejarnos de la "fuga de cerebros" y de una diáspora sin retorno. Tal vez alguien que lea estas líneas lo piense dos veces antes de proferir el próximo insulto o descalificación al que piensa distinto.¿Cómo procesa la gente todo ese barullo ruidoso, pequeño y destructivo? La gente se toma la revancha, dando la más baja calificación posible a "los políticos". Si sumamos a esto lo que esas mismas personas ven noche a noche en los noticiarios de televisión, no sorprende que cristalice en la conciencia pública la idea de un país hosco, rencoroso, agresivo y pesimista.Si no rectificamos a tiempo, no podremos quejarnos de la "fuga de cerebros" y de una diáspora sin retorno.

domingo, 13 de julio de 2008

Para superar la insatisfacción

Hemos perdido dos años, y como todo pareciera indicar, serán cuatro. Poco y nada se ha realizado para mejorar el sistema educacional: hemos sido espectadores de la caída de dos ministros en tan poco tiempo, que la estabilidad de las políticas implementadas a partir de mediados de los noventa pareciera estar sucumbiendo o a lo menos perdiendo la solidez argumentativa que le caracterizaba. En efecto, por un lado, mientras se discutía lo que han denominado “una nueva arquitectura” para la educación chilena, las escuelas y liceos han quedado abandonados y a la suerte de las iniciativas de los propios directivos y sostenedores, por otro, el Ministerio aparece ensimismado en otro tiempo.
Han vuelto los viejos problemas que creíamos superados: deterioro de la infraestructura escolar debido al insuficiente financiamiento para mantener un programa de mantención y reparaciones que supere el deterioro; lentitud en la distribución de los textos de apoyo a los estudiantes y profesores; desorden administrativo y falta de control en el proceso central del financiamiento del sistema, como son las subvenciones; inexistencia de una política sólida y coherente de perfeccionamiento que supla las debilidades tantas veces señaladas de nuestros docentes; y ahora, estancamiento en los logros de aprendizaje de los estudiantes y falta de claridad comunicacional para dar cuenta de los resultados y de estrategia de aprovechamiento de la información al interior de las comunidades escolares.
Todo esto que pareciera un desastre, bien podemos convertirlo en una gran oportunidad para asumir las responsabilidades que el Ministerio ha dejado de lado. Las escuelas están solas, pero puede ser la gran oportunidad para que los municipios especialmente, asuman el papel de organizadores, orientadores y promotores de ambiciones mayores, para que lideren en cada una de sus comunas un proceso de reconstrucción de un modelo de gestión educativa pública, pluralista, tolerante e inclusiva, pero que además, incorpore responsabilidades por los procesos administrativos y pedagógicos, con definiciones para una política de recursos humanos de largo plazo, con estándares exigentes, públicos, medibles, y que puedan ser juzgados con mayor objetividad por la ciudadanía.
Las familias más modestas, necesitan con mayor urgencia una educación de calidad para sus hijos; la promesa de una mejor educación en el futuro no posibilita ni una continuidad educativa ni una inserción laboral efectiva hoy. Es preciso que tomemos decisiones osadas: no hay que esperar la dictación de una norma para cambiar las prácticas de gestión escolar; para que nuestros docentes tengan una preparación académica de alto nivel ni para que tengan practicas de desempeño más rigurosas. Hay cambios urgentes que no requieren nuevas inversiones, pero si un liderazgo del cual carece nuestro sistema educativo: mayores exigencias académicas a nuestros estudiantes secundarios y universitarios (me da pena, por no decir vergüenza –porque no es culpa de ellos-, ver en un programa de concursos por una gira de estudios, que tampoco es tal, la ignorancia más elemental de nuestros jóvenes secundarios); o flexibilidad para destinar a los mejores docentes a las escuelas y cursos que más lo requieran.
Nuestro sistema requiere de las capacidades institucionales, pero también de los sentidos necesarios que posibiliten la movilización de las voluntades de los docentes de nuestro país por ser partes de una transformación profunda en nuestra sociedad, que vincule su esfuerzo no sólo con la ganancia personal, sino con lo más íntimo de su ethos profesional, con la transformación y construcción valórica de una sociedad que progresa con ellos, que los instala en un futuro predeciblemente accesible, pero también lo suficientemente optimista como trabajar con pasión. Aquí hay mucho que hacer, tanto para recompensar socialmente como para posibilitar el trabajo y estadía tranquila y grata de nuestros docentes en los establecimientos escolares.
La insatisfacción profesional es en nuestras escuelas un factor que entorpece la posibilidad de cambios, pues es inexistente la capacidad de los directivos de promover el consenso entre los ideales profesionales y las exigencias de resultados que hoy hace la sociedad al quehacer docente. Docentes motivados motivan más a sus alumnos y estos aprenden más; docentes en los cuales se confía mejoran su autoestima profesional y se sienten reconocidos. Este es un círculo virtuoso al cual debemos incorporar a nuestros docentes: si confiamos en ellos, lo harán con sus alumnos, tendrán mayores expectativas, pues existe una relación recíproca de mutua motivación.

miércoles, 28 de mayo de 2008

¿ISO 9001 EN LA EDUCACIÓN?

La escuela puede ser vista como una organización educativa susceptible de ser administrada como un sistema, con determinadas funciones interrelacionadas, cuyos medios y procesos para alcanzar sus fines, metas y objetivos deben estar basados en una dimensión pedagógica como su eje de actuación. Lo anterior centra la preocupación en la interrelación académica entre los niveles educativos del sistema escolar, lo que constituye una cuestión de calidad poco abordada, a pesar que para determinar si lo estimado académicamente por un nivel, es pertinente para el siguiente y si cuenta con una secuencia de criterios de formación para el estudiante, como currículo pertinente, docentes idóneos, organización escolar adecuada o métodos pedagógicos apropiados. La interrelación académica entre los niveles educativos debe determinar una cadena de eficiencia, detectando con oportunidad las áreas de mejora que deberán ser atendidas y solucionadas, lo cual ayuda a elevar los índices de eficiencia terminal así como los de transición.

El sistema educativo que tenemos no es aún el que necesitamos. Las normas ISO 9001 promueven la adopción de un enfoque basado en procesos, tanto para desarrollar, implementar y mejorar la eficacia de un sistema de gestión de calidad, como para aumentar la satisfacción de las familias. Para que una organización escolar funcione de manera eficaz, debe identificar y administrar numerosas actividades entre sí. La estandarización de un sistema de calidad no implica que la formación de los alumnos tengan que ser iguales en todos los establecimientos, más bien, la normalización de los procesos apela al diseño particular de lo que la escuela desea lograr, a la documentación de cómo se hacen las cosas y a la verificación de cómo se hicieron. Para los escépticos será difícil homologar o sistematizar lo que siempre ha sido diferente y caótico; para los optimistas, se podrá certificar la calidad de la educación por un agente externo si previamente se establece un proyecto escolar y un sistema de calidad coordinados por un sistema de gestión escolar, donde el registro del aprendizaje de cómo se hacen mejor las cosas se convierte en un eje de actuación permanente.

En efecto, una actividad que utiliza recursos y que se administra con el fin de permitir que los elementos de entrada se transformen en resultados, se puede considerar como un proceso. Frecuentemente el resultado de un proceso constituye directamente el elemento de entrada del siguiente proceso. El enfoque hacia procesos dentro de la escuela, puede vislumbrarse primeramente a través de la identificación de éstos y posteriormente la concientización del personal de las interacciones entre éstos, así y por último su administración, considerando dentro de ésta la planeación, organización, control y evaluación. El concepto de calidad así entendido, opera como una disciplina, y por lo tanto requiere constancia en las prácticas y actividades del personal que conforma una organización que la desea alcanzar, requiere lógica en la descripción de los pasos que se siguen, sin olvidar cierto tipo de documentos indispensables para demostrar que se tiene calidad.

La implementación de un sistema de gestión de la calidad en una organización educativa trae consigo muchos beneficios, tal como una mejor administración de los procesos sustantivos, un mejor control en las áreas clave, una medición de un proceso de mejora, un mayor involucramiento del personal en sus actividades diarias, lo cual propone una motivación y por ende una mayor eficacia, una mejor pertinencia y excelencia en los procesos. Los países y las organizaciones educativas están depositando confianza en los beneficios que trae consigo la implementación y certificación de un sistema de gestión de la calidad basado en la norma internacional ISO 9001. Esta confianza se ha ido generando gracias a que otro tipo de organizaciones iniciaron la búsqueda de la mejora continua con resultados óptimos.

Aún cuando la certificación ISO 9001 siga siendo un fenómeno marginal en el mundo de la enseñanza, ya son muchos los profesionales del mundo docente que se preguntan si esta evolución constituye la mejor vía para perfeccionar la calidad dentro de las escuelas. Nosotros creemos que si lo es.

viernes, 2 de mayo de 2008

De la disciplina al control

Hace unos días estuve en Helsinki, por invitación de la Comunidad Europea y nuestro Ministerio de Educación para conocer la experiencia de dicho país en la enseñanza del idioma inglés. En este blog podrán encontrar mis registros de las reuniones e impresiones del –actualmente- mejor sistema educativo del mundo. A continuación quisiera compartir con ustedes otras ideas que “se me aparecieron” a propósito de esta experiencia.

Estar en un país de los más desarrollados del mundo causa una impresión desconcertante, más aún cuando la cultura y el comportamiento aprehensible en sólo una semana se le aparecen a uno como una cortina que impide la comunicación. En efecto, no nos quedaba más que mirar y observar con detenimiento quienes eran los finlandeses y por inferencia los del mundo desarrollado, podríamos decir. Vi un país de gente que confiaba en sus instituciones y en ellos mismos, en sus lugares de trabajo y en la calle. No existían funcionarios fiscalizadores que andaban sospechando de todos en el sistema educacional; la televisión en horario prime mostraba programas dedicados a la entretención, sin violencia, programas de entrevistas de actualidad y cine en inglés doblado al finés; en las calles las personas esperaban el cambio de luz del semáforo aún cuando no se veía acercarse vehículo alguno, y en los cruces con sólo paso de cebra, los automovilistas se detenían a lo menos a dos metros, sin amenazarnos, no escuché siquiera un bocinazo en esos días; la locomoción colectiva funcionaba como reloj, llegaban al paradero a la hora anunciada en el tablero electrónico; los transeúntes depositaban sus colillas de cigarrillos en los recipientes habilitados, nada de papeles o envases de comida en las calles. Nuestro cónsul me dijo que, como en toda sociedad, había crímenes, suicidios, pero nada de asaltos, hurtos ni lanzazos. Además, no eran temas de portada o apertura de noticiario. Más bien el reproche social a estas conductas llegaba a estos niveles de calificación.

Tremendos contrastes con nuestra realidad: hace unos días en tres de nuestros canales de TV abierta, a este mismo horario, mostraban programas de muertes pasionales, de delincuencia en las calles céntricas de la capital del país y de la “eficacia” de nuestra policía en apresar delincuentes. El sábado anduve caminado por el centro de mi comuna y a cada cierta cantidad de pasos debía hacerle el quite a la basura y restos de comida que habían tirado nuestros ciudadanos. En el trabajo me encontré con dos multas de dos instituciones fiscalizadoras del sistema escolar, ambas muy discutibles. También tenía un par de informes de que otros no hacían bien su trabajo y unas cartas “confidenciales” denunciando ciertas actitudes que habrían ocurrido en mi ausencia en unas escuelas. Pareciera que la orden del día que primero debemos cumplir es acusar.
Observé una situación más profunda. Percibí que ellos están viviendo en una sociedad que ha transitado de la disciplina cerrada a una sociedad con dispositivos de control abiertos y continuos. En efecto, nosotros seguimos confiando en una sociedad disciplinaria cuya técnica preferida es el encierro, el encierro en el hospital, en la cárcel, en la empresa, en la escuela o en el cuartel, propias de la realidad del siglo XIX (tengo esta manía de recurrir a la historia para explicar todo, pero la madre de las ciencias, es la madre). Nosotros apostamos a “normalizar” a las personas enfermas, a los que delinquen, a los niños y a los trabajadores, con la vieja técnica del encierro. Y ahí les dejamos caer todo el peso de nuestro poder moralizador, porque, en definitiva, lo que está de nuestro lado es la dominación serena del Bien sobre el Mal, la del orden sobre el desorden, la de quien sabe sobre el que no sabe. Nosotros seguimos hablando de hospitales, escuelas y cárceles, pero se trata de instituciones en crisis, que no son capaces de responder a las nuevas realidades que están instaurando un nuevo tipo de sanción, de educación y vigilancia. Si, allá la vida se desenvuelve a partir de una concepción del control social establecido institucional y conductualmente, de un control continuo y una comunicación instantánea.

El desarrollo no consiste en el bienestar material, sino en una convivencia distinta, donde los prisioneros no son tratados como niños ni los niños como prisioneros. Nuestros niños sufren una infantilización que no es la suya y las escuelas se comportan un poco como prisiones, lo mismo que nuestros lugares de trabajo. Nuestras relaciones se basan en la desconfianza del saber del niño y del trabajador: como no saben hay que encerrarlos y vigilarlos para que aprendan y trabajen. No estamos dando cuenta de los avances tecnológicos sobre todo, para dejar de tener relaciones e instituciones disciplinarias, que se fundan en la sospecha y la desconfianza, para construir relaciones e instituciones que se funden en la confianza y la colaboración, que permitan transitar bajo formas de control más sofisticados y colocados a disposición del aprendizaje y la convivencia más humana y no al servicio de la “normalización” por no saber, por no comportarnos como quieren quienes detentan el poder (el poder del guardia, del jefe o del profesor).

Nuestro gran desafío para ser desarrollados no consiste en tener más y mejores carreteras, más y más altos edificios, ni siquiera un PIB más alto, ni mayores exportaciones. Consiste en que nuestra educación cambie sus prioridades: dar a nuestros niños y jóvenes una formación valórica y ciudadana de país del primer mundo, lo demás viene por añadidura: la autodisciplina, la conciencia ambiental, la tolerancia y el respeto al otro, el compromiso social y con el país, el trabajo bien realizado, el buen comportamiento en las calles, el buen conducir, el beber con límites. En las sociedades disciplinarias los niños se envían o dejan en la escuela en horarios rígidos que si no los cumplen son castigados; en las sociedades del control los niños van a la escuela porque tienen conciencia de la importancia que ésta tendrá para su futuro personal y para su país; en las primeras las escuelas castigan a los niños que no aprenden, en las segundas los que no aprenden de una manera lo harán de otra. Esa es la diferencia, ni más ni menos. http://www.labatalla.cl/lb/col_del_2.asp

domingo, 13 de abril de 2008

LA ENSEÑANZA DEL INGLÉS EN FINLANDIA

(Conversación con Mr Kalevi Pohjala, profesor de inglés y miembro del Consejo de Educación de Finlandia)

Tiene dos hijos, uno están terminando el Bachillerato e iniciando los estudios de ingeniería el otro, además, también su esposa es profesora de inglés. Entonces sabe de lo que habla. Kalevi es un hombre de más de 60 años, cerca de dos metros de estatura, al verlo no puedo dejar de imaginarme los vikingos.

“Además de ser una exigencia de la realidad”, es decir, una necesidad para la integración europea, la enseñanza de los idiomas y especialmente del inglés, pues “está planteado como un elemento para la movilidad y para la cohesión social de los finlandeses”, me señala con total convencimiento.

El parlamento finés ha jugado y juega un rol muy importante en la educación, en las definiciones políticas y para el caso de la enseñanza de los idiomas ha sido fundamental, pues ellos reflejan la importancia de la integración de las nuevas demandas a la comunidad nacional. “Los parlamentarios están preocupados del futuro de nuestra nación”, me dice.

“Durante los últimos 25 años los resultados de aprendizaje del idioma han mejorado ostensiblemente y hemos sido testigos del mejoramiento de su dominio, hemos apreciado que las niñas aprenden con mayor facilidad, lo mismo ocurre con el sueco”. Por otro lado, nos cuenta que “el entorno televisivo ha sido fundamental”, es un “submaestro” (nosotros diríamos un ayudante), pues “no se doblan los programas, sino que sólo se subtitula”. Con orgullo comenta que la Unión Europea ha estado adoptando esta idea como norma para la enseñanza de lenguas extrajeras y dice que “hemos sido premiados por ello por los medios europeos de comunicación y además, se han creado muy buenos programas de apoyo a la tarea de los maestros en las escuelas”.

“Esto no sólo ha permitido que sean los niños los sujetos de aprendizaje, sino toda la población, ha sido un gran desafío para los adultos de nuestro país”, dice Mr Pohjala. Aún cuando no hay estudios que confirmen lo anterior, las evidencias practicas y la sensación de beneficio que ello reporta, ha convencido que este es uno de los factores que más han incidido en el aprendizaje del inglés; “existen encuestas donde los alumnos y los ciudadanos han atribuido mucha importancia a este método en sus posibilidades de aprender el idioma fuera de la escuela”. Nosotros confirmamos que en la TV la mayoría de los programas son en inglés y subtitulados al finlandés.

Para las nuevas generaciones ha sido un desafío más fácil debido a los avances y penetración de las nuevas tecnologías, especialmente el video juego. También, han sido los finlandeses sueco parlantes para quienes el aprendizaje del inglés les es más fácil debido a las similitudes que tienen dichas lenguas indoeuropeas. El finés es de raíz eslava, y por lo tanto son mayores las dificultades para aprender una lengua de raíz distinta.

La última vez que se realizó un examen a nivel nacional de la enseñanza del inglés, fue en 1999, ya que “nosotros confiamos en nuestras escuelas y profesores”, no se cansa de decir. Además, el nivel local es suficientemente responsable como para detectar las debilidades y realizar las correcciones. “Yo considero que no sólo ser profesor es de una gran satisfacción, sino que además ser profesor de inglés es un privilegio en nuestra sociedad”, nos dice. Estos logros se han obtenido con dos horas semanales de la enseñanza en la escuela desde lo que podría ser nuestro quinto año básico.

“El objetivo principal de nuestra enseñanza es que el idioma sea un instrumento para aprender otros conocimientos, atender otros asuntos diarios, o sea, no un fin en sí mismo. Ese es el mensaje que le queremos comunicar a nuestros alumnos”. Mientras me dice esto, pienso que es lo que debemos decir a todos nuestros profesores.

Entre otras lenguas que se estudian, llama la atención el crecimiento del interés de los estudiantes por elegir el español, incluso superior al interés por estudiar la lengua de los vecinos: los rusos. Lo más destacado sin embargo, es que, en 2005, menos del 0,5% de los estudiantes secundarios no había estudiado inglés, e incluso, sólo el 30% de los adultos en 2004 no había tomado clases de inglés. Mr Pojhala señala que el gobierno le encargó redactar el último informe sobre la enseñanza de los idiomas en Finlandia para ser entregado a la comunidad Europea, lo cual le permitió conocer la realidad de la enseñanza de los idiomas. Además de lo anterior, nos señala que a pesar de que el sueco es el segundo idioma nacional, que estudia y ha estudiado más del 80% de sus compatriotas, las nuevas generaciones progresivamente lo están abandonando y reemplazando por el inglés, además del interés creciente por el español -debido al interés por vacacionar en la Islas Canarias-, el alemán –debido a los intercambios económicos y culturales que tienen con ellos-, y el italiano -entiendo que puede ser por el interés en las italianas, pero no me atrevo a preguntarle, se ve serio el hombre. Además existen otras experiencias con el idioma árabe, chino y otras minorías muy poco significativas, pero que en todo caso, lo resuelven las autoridades locales.

“Nuestro éxito en la enseñanza del inglés se debe principalmente a la incidencia de los medios de comunicación” (recuerdo haber visto muchos periódicos en inglés en mis vueltas por la fría ciudad, luego de las actividades académicas. Incluso, a la librería que ingresé casi la mitad de los textos estaban en inglés). Me señala que la libertad de las escuelas en materia de modificación curricular se debe a la “confianza que tienen en ellas”, por ejemplo me cuenta que en la escuela que enseña su esposa se están realizando modificaciones al currículo de la enseñanza de idiomas y no han tenido que pedir ninguna autorización. Muchas veces le he escuchado: ”nosotros confiamos en nuestras escuelas, confiamos en nuestros profesores”. Que diferente con lo que ocurre con nuestro Ministerio. Confianza es el gran misterio: confían en la capacidad de aprendizaje de todos los niños, de la capacidad de enseñanza de los profesores y de la escuela para resolver las dificultades que encontrará para que los estudiantes aprendan.

LA FORMACIÓN PROFESIONAL EN FINLANDIA

(Pirjo Väyrynen, del Consejo Nacional de Educación)

El grado elemental profesional se adquiere luego de tres años de estudio (120 créditos), eso hace posible acceder a los estudios universitarios. Incluye los estudios generales (arte, cultura, química, matemática, otros) y de inglés. También se desarrollan habilidades como la resolución de problemas, aprendizaje en el trabajo y otros estudios opcionales como otros idiomas.
LA ESTRUCTURA DEL CURRICULUM

Hay 52 especialidades curriculares para la formación profesional y 175 carreras. Los currículos son elaborados por la Dirección Nacional de Educación, están en constante revisión y adaptación para adecuarlos a las necesidades del mercado laboral.

Cada uno de los organizadores (profesional instalado en el nivel local, en el municipio o las agrupaciones de estos) de la educación, definen el carácter de la entrega de la formación profesional, es decir, el vínculo con las empresas y el empleo y la intensidad de dicha relación, pero lo más importante es lo referido a la rigurosidad académica con se imparte esta formación en los diversos institutos.

De los estudios en común, existen dos créditos obligatorios del idioma que han comenzado en la secundaria (grados 8 y 9), pero el 92% está eligiendo inglés. Estos criterios están basados en los niveles de exigencia europeo, por lo que cada alumno debe alcanzar el nivel ALTE 2. El alumno debe quedar habilitado a insertarse adecuadamente en el mundo laboral, desde la búsqueda de la información ocupacional, como llenar formularios con sus datos personales, hasta describir las tareas de su propia carrera, que permitan hacer una evaluación de sus competencias y conocimientos. También debe comunicarse con su entorno laboral de manera eficiente, hablar de sí mismo y entregar mensajes claros de las tareas para las cuales está habilitado. Entre las especialidades se encuentran carreras técnicas orientadas a la cultura, las artes y el deporte, con las mismas exigencias.

Destaca la importancia que los institutos educativos otorgan a la satisfacción que los clientes tienen con la formación que estos entregan, ello es fundamental para lo que podríamos decir, mantener la “alineación curricular”, pero además, mantener o incrementar esa satisfacción, posibilita el acceso a recursos adicionales a los que el gobierno y el municipio les entregan. En este sentido, la preocupación por mejorar la calidad de la información y de sus profesores está entre sus prioridades.

jueves, 10 de abril de 2008

The Finnish National Board of Education

Sistema Educativo de Finlandia

Uno de los objetivos centrales de la política de educación finlandesa es darles a todos los ciudadanos las mismas oportunidades de acceso a la educación, sin importar la edad, lugar de residencia, situación económico-social, sexo o lengua materna. Por eso, la educación preescolar, básica y secundaria, tanto general como de formación profesional son, en principio, libres de cotos: la enseñanza, la atención social y sanitaria al alumno y las comidas se ofrecen gratuitamente en todos los niveles.

Los libros de texto y otros materiales necesarios para el aprendizaje son gratuitos en los niveles preescolar y básico. En la educación básica también el transporte de ida y vuelta a la escuela corren a cargo de la entidad proveedora de los servicios educativos.
Soporte educativo para orientar a los alumnos

La orientación educativa (los servicios de tutoría) es esencial para alcanzar la igualdad en la educación. En los primeros seis años de enseñanza básica, la orientación está integrada en la enseñanza regular, mientras que los currículos en los niveles superiores de la educación básica y en la educación secundaria superior incluyen lecciones específicas de orientación educativa.

El propósito es apoyar, ayudar y orientar a los alumnos para que alcancen el mejor resultado posible en sus estudios y, además, para que estén capacitados para tomar las decisiones correctas y apropiadas referentes a las opciones alternativas de su educación y carrera futura.
La enseñanza obligatoria comienza a los siete años de edad. Después de nueve años de educación básica, es posible elegir dentro de la educación secundaria superior entre los estudios generales o los de formación profesional y, posteriormente, pasar a una escuela superior profesional o a una universidad.
Minorías lingüísticas
Finlandia tiene dos lenguas oficiales, el finés y el sueco. Aproximadamente el cinco por ciento de los estudiantes de la educación primaria y secundaria asisten a escuelas que imparten la enseñanza en sueco. Ambos grupos lingüísticos disponen de sus propias instituciones educativas que imparten todas o parte de sus clases en una lengua extranjera (normalmente en inglés). En las áreas de Laponia donde se habla saame, las autoridades locales deben impartir la educación en ese idioma. También se imparte educación en su propia lengua a los romaníes (gitanos) y a otras minorías lingüísticas, incluyendo a los que usan el lenguaje por señas.

ADMINISTRACIÓN Y FINANCIAMIENTO
La administración local juega un papel fundamental
La política educativa es responsabilidad del Ministerio de Educación. La Dirección Nacional Finlandesa de Educación coopera con el Ministerio a fin de desarrollar los objetivos, el contenido y los métodos de enseñanza para la educación primaria, secundaria y de adultos. Además, cada una de las seis provincias finlandesas tiene su propio Departamento de Educación y Cultura que se encarga de estos cometidos. La administración de la educación a nivel local es responsabilidad de las autoridades locales, o sea, las autoridades locales surgen como autoridades proveedoras de servicios educativos.

La mayor parte de la educación está financiada por medios públicos

La mayor parte de las instituciones de educación primaria y secundaria está bajo la tuición de los municipios o asociaciones de direcciones municipales (federaciones municipales). En 2005, el 99% de las escuelas básicas estaban públicamente financiadas, y entre el 70% y el 98% de las escuelas secundarias. Las instituciones privadas están bajo supervisión pública: siguen los currículos nacionales y las pautas de calificación confirmadas por la Dirección Nacional finlandesa de Educación. También reciben el mismo nivel de financiamiento público que las escuelas públicas.

La responsabilidad del financiamiento educativo está dividida entre el Estado y las autoridades locales. Las subvenciones estatales cubren el 57% de los costos, mientras que las contribuciones municipales cubren, en promedio, el 43% restante.

Autonomía Educativa

Los municipios determinan el grado de autonomía que se concede a las escuelas. Las escuelas están autorizadas para impartir servicios educativos de acuerdo con sus propios arreglos administrativos, con tal de que las funciones básicas determinadas por las leyes sean respetadas.
Las escuelas superiores profesionales son principalmente municipales o privadas (nuestros CFT). El Estado financia a todas las universidades, las cuales gozan de un considerable grado de autonomía.

Evaluación en vez de inspección

No hay un sistema de inspección deparado de la escuela, y las visitas de inspección efectuadas por las autoridades estatales han sido suprimidas. Estas están en manos de las autoridades locales y se acotan a las normas y currículos nacionales. El sistema se sustenta en la competencia de los profesores empeñados en cumplir con los objetivos establecidos en el currículo. Se ha concedido un papel importante tanto a la autoevaluación como a la evaluación externa (acreditación y certificación).

En 2003, se fundó un Consejo de Evaluación para la Educación y Capacitación para apoyar al Ministerio de Educación en las funciones de evaluación. Tiene la responsabilidad de la planificación, coordinación, gestión y desarrollo de la evaluación de la educación básica y secundaria superior. Las escuelas superiores profesionales y las universidades son responsables de la evaluación de sus propias operaciones y resultados.
EDUCACIÓN PREESCOLAR
Desde el nacimiento hasta la edad de seis años, los niños pueden ir a guarderías infantiles o a grupos de menores atendidos en residencias privadas, a un costo razonable ajustado a los ingresos de los padres. A partir de 2001, todos los niños de seis años de edad tienen derecho a una educación preescolar gratuita.

Cada autoridad local puede decidir si se imparte la educación preescolar en escuelas, guarderías infantiles o en otro sitio adecuado. En 2005, la asistencia de los niños de seis años en la educación preescolar era casi 100%.

EDUCACIÓN BÁSICA
La educación básica es de nueve años de duración y las clases son normalmente impartidas en los primeros seis grados por profesores generalistas, quienes hacen todas o casi todas las materias, y en los últimos tres grados, por profesores encargados de una asignatura especial.

Los niños tienen que comenzar la enseñanza obligatoria en el año en que cumplen siete años., aproximadamente el 1% comienza antes, situación que requiere de un certificado de aptitud. Toda la educación básica es gratuita. Las autoridades locales designan una plaza escolar para cada alumno cerca de su residencia, teniendo, sin embargo, los padres, el derecho a elegir la escuela primaria de su preferencia, con ciertas restricciones.

El año escolar es de la misma duración en todo el país

El año escolar comprende 190 días, a partir de mediados de agosto hasta el comienzo de junio. Las escuelas funcionan cinco días a la semana, y el mínimo de clases semanales varía entre 19 y 30, según el nivel y el número de asignaturas opcionales. Además, hay autonomía local para decidir sobre las vacaciones extraordinarias.

El currículo nacional admite variaciones locales

No hay normas referidas al número de alumnos por curso. Los grupos de enseñanza normalmente están formados por alumnos de la misma edad. Sin embargo, donde es aplicable, se pueden formar clases de alumnos de diferentes edades, particularmente en escuelas pequeñas (nuestra escuela multigrado en el campo).

El currículo nacional ha sido diseñado por la Dirección Nacional Finlandesa de Educación, incluyendo objetivos y criterios de evaluación. Dentro de este marco, las escuelas y las autoridades locales forman sus propias normas de currículo sensibles al contexto de enseñanza y tienen libertad para elegir sus propios materiales didácticos.

La evaluación forma parte del trabajo escolar diario
Los profesores llevan a cabo la evaluación de sus propias asignaturas basándose en los objetivos establecidos en el currículo. La evaluación forma parte de la vida escolar diaria y cada alumno recibe un certificado de notas por lo menos una vez cada año escolar. Además, se puede dar información adicional sobre el alumno por lo menos una vez en el año escolar.
(Junto a Jefe de Educación de La Cisterna, Ramón Figueroa)
Se evalúan los resultados teniendo en cuenta tanto la progresión continua como las pruebas establecidas por los profesores. Una vez cumplidos con éxito los nueve años de la escuela de educación primaria, el alumno obtiene un certificado de estudios. A los que cursan el décimo año optativo se les da un certificado adicional.

EDUCACION SECUNDARIA SUPERIOR

La mayor parte de los estudiantes continúan sus estudios

Los estudiantes que hayan cumplido su enseñanza obligatoria pueden acceder a la educación secundaria general o de formación profesional. La selección de los estudiantes en el nivel general está principalmente basada en las calificaciones obtenidas, mientras que los criterios de selección en el nivel profesional, abarca experiencia laboral práctica y otros factores comparables, así como posibles pruebas de admisión y de aptitud.

Aunque la enseñanza es gratuita, hay que pagar por los materiales didácticos. El 95% estudia este nivel escolar y luego se da a los estudiantes la posibilidad de acceder a la educación superior.
EDUCACIÓN DE NECESIDADS ESPECIALES

En la educación básica, la educación de necesidades especiales es impartida primordialmente en conexión con la educación general. Un alumno que no pueda recibir enseñanza en un grupo escolar regular, debido a dificultades de aprendizaje, enfermedad, desarrollo retrasado, desorden emocional, o por otras razones similares, será admitido o transferido al nivel de educación de necesidades especiales. En tales casos, la educación especial también puede ser impartida en una clase especial también puede ser impartida en una clase especial o en otro lugar apropiado. Un profesor de clase especializado imparte la enseñanza. A cada alumno transferido o admitido en educación de necesidades especiales se le elabora una adaptación curricular individual. Además, los con necesidades especiales tiene derecho a servicios de educación preescolar y de educación profesional, impartida por las instituciones regulares, cuando ello sea posible.
PROFESORES CON BUENA FORMACIÓN
El personal de enseñanza y de orientación de las guarderías infantiles tienen un título de diplomatura de una universidad o escuela superior profesional, o una calificación profesional post secundaria. Además, pueden recibir asistencia de otros profesionales del cuidado de niños, con calificaciones profesionales relevantes del nivel secundario superior.

Los profesores de los seis primeros grados de educación básica normalmente son profesores generalistas (profesores de clase), mientras que los de los tres últimos grados y de nivel secundario son especialistas de una asignatura (profesores de asignatura). Los profesores de clase tienen Maestría en Pedagogía y los de asignatura tiene Maestría en su asignatura de enseñanza, y además, han cursado estudios de pedagogía.

Según la institución y asignatura, los profesores de enseñanza profesional tanto a nivel secundario como superior deben tener un título académico superior adecuado (posgraduado); o, un título de una escuela superior profesional adecuado; o, la calificación más alta posible en su propio sector profesional, por lo menos tres años de experiencia laboral en el sector, y estudios pedagógicos. Generalmente los profesores de universidad deben tener un título doctoral u otro título de postgrado.

Las cuatro fortalezas del sistema educativo:

· Sistema educativo uniforme, igual para todos y para todas, diseño centralizado pero implementación local.
· Sistema de apoyo de apoyo individual para nuestros alumno e intervención temprana para superar sus dificultades, como apoyo de las familia y responsabilidad de los alumnos
· Profesores con formación de alta calidad y desempeños competentes.
· La cultura nacional finlandesa que apoya y valora la educación. Las familias quieren que sus hijos reciban una educación de buena calidad.

“La confianza en que tenemos buenos profesores, en que los directores dirigen adecuadamente sus escuelas y que los alumnos aprenden, es nuestro secreto”. Nos señaló la Directora de Relaciones Internacionales del consejo Nacional de Educación, Riita Lampola.

Las oportunidades de esta crisis