Saber
y comprender por qué y cómo evaluamos lo que evaluamos, es fundamental para
diseñar los procesos de mejora, tomar decisiones de inversión y definir
objetivos, tanto en la escuela como en algún nivel del el sistema escolar.
Knowing and understanding why and how we evaluate what we evaluate, is essential to design improvement processes, make investment decisions and define objectives, both at school and at some level of the school system.
Knowing and understanding why and how we evaluate what we evaluate, is essential to design improvement processes, make investment decisions and define objectives, both at school and at some level of the school system.
El Estudio internacional de
progreso en comprensión lectora (PIRLS), de la Asociación Internacional para la
Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA), evalúa la comprensión lectora de
los estudiantes en su cuarto curso de escolarización obligatoria. Este momento
es clave en el desarrollo de los niños como lectores, puesto que ya han
aprendido a leer y «están ya leyendo para
aprender». PIRLS se basa en un concepto de la lectura que consiste en la
capacidad de reflexionar sobre textos escritos y a utilizarlos como
herramientas para lograr metas individuales y sociales, también conocido como «leer para actuar».
La definición de la comprensión
lectora de PIRLS procede del primer estudio de la IEA denominado Reading Literacy Study 1991, en el que
esta se presentaba como «la habilidad
para comprender y utilizar las formas lingüísticas requeridas por la sociedad
y/o valoradas por el individuo». Esta definición, tras las sucesivas
evaluaciones, se ha revisado de tal forma que se puede aplicar a lectores de
todas las edades y a una gran variedad de relatos. Aunque hace referencia
explícita a aspectos de la experiencia lectora de los estudiantes, a medida que
estos se convierten en lectores competentes, destaca la importancia de leer
tanto en el colegio como en la vida cotidiana, al tiempo que reconoce la
variedad, cada vez mayor, de textos que se encuentran en el mundo tecnológico
de hoy en día. Actualmente, PIRLS define la comprensión lectora como la
habilidad para comprender y utilizar las formas lingüísticas requeridas y/o
valoradas por el individuo, donde los lectores son capaces de construir
significado a partir de una variedad de textos, leen para aprender, para
participar en las comunidades de lectores del ámbito escolar y de la vida
cotidiana, y para su disfrute personal.
El marco conceptual del
estudio PIRLS distingue tres grandes aspectos o dominios a la hora de evaluar
la comprensión lectora: los propósitos de lectura, los procesos de comprensión
y la actitud ante la lectura. Los dos primeros marcan claramente la estructura
y el diseño de la evaluación, que se materializa en los cuadernillos de la
prueba, mientras que la actitud ante la lectura ocupa un lugar destacado en los
contextos de aprendizaje (familiar, escolar y personal) de los que PIRLS
recopila abundante información a través de los cuestionarios a los estudiantes,
padres, profesores y directores de las escuelas.
Los textos de las pruebas
PIRLS se clasifican según su propósito principal de lectura, en el que se
centran las preguntas que los acompañan. Así, los textos literarios tienen
preguntas sobre el tema, los acontecimientos del argumento, los personajes y la
ambientación, mientras que los textos informativos están acompañados de
preguntas sobre la información contenida en los mismos. Aunque los textos se
diferencian según los propósitos de lectura, los procesos de comprensión que el
lector usa para ambos tienen más similitudes que diferencias; por eso se
evalúan los mismos procesos de comprensión en todos los textos. Al seleccionar
los textos para las pruebas PIRLS, el objetivo es presentar una gran variedad
de ellos para cada propósito de lectura. La finalidad es crear una experiencia
de lectura que permita a los estudiantes que participen y que sea lo más
parecida posible a las experiencias que estos hayan experimentado dentro y
fuera del colegio.
El tipo de texto literario que
se usa principalmente en PIRLS es el de la ficción literaria. Los
acontecimientos, las acciones y las consecuencias que se describen en la
ficción literaria permiten al lector experimentar indirectamente situaciones
que, aunque sean imaginarias, reflejan la vida real, así como reflexionar sobre
ellas. Un texto sencillo puede presentar un único punto de vista del narrador o
de un protagonista y un texto más complicado puede llegar a presentar distintos
puntos de vista. Las informaciones y las ideas pueden describirse directamente
o a través de diálogos y acontecimientos. En ocasiones, las historias cortas y
las novelas narran los acontecimientos cronológicamente; no obstante, otras
veces hacen un uso más complejo del tiempo narrativo con escenas retrospectivas
o saltos en el tiempo.
La función principal de un
texto informativo es la de transmitir información, aunque los escritores, a
menudo, enfocan el tema con distintas finalidades. Los estudiantes pueden leer
textos informativos que abarquen gran variedad de contenidos: textos
científicos, históricos, geográficos o sociales, entre otros. En estos textos,
la estructura de la información presentada también podrá variar. Por ejemplo,
se pueden organizar los datos históricos de manera cronológica, las
instrucciones y los procedimientos mediante una lista de pasos a seguir y la
presentación de un razonamiento de manera lógica (por ejemplo, causa y efecto,
o comparación y contraste de información). La información se puede presentar en
formatos diferentes. Incluso las informaciones presentadas mediante texto pueden
incluir tablas que documenten los datos o imágenes que ilustren las
descripciones. Tanto los materiales impresos (manuales y periódicos, entre
otros) como las páginas web presentan una cantidad considerable de información
en listas, tablas, gráficos y diagramas. Además, las palabras no tienen que
estar necesariamente en forma de texto continuo, puede incluirse información
adicional como definiciones, listas o cronogramas en forma de notas o en
columnas laterales. De este modo, el lector tendrá que aplicar procesos de
comprensión distintos en función de cómo se haya presentado la información. Por
último, conviene subrayar que los textos informativos, a menudo, incluyen una o
más formas de presentación de la información.
Saber y comprender por qué y
cómo evaluamos lo que evaluamos, es fundamental para diseñar los procesos de
mejora, tomar decisiones de inversión y definir objetivos, tanto en la escuela
como en algún nivel del el sistema escolar.