lunes, 24 de enero de 2011

La nueva ley de educación: un acuerdo amplio y necesario

La educación ha estado en el centro de la discusión desde hace años. Muchos analistas, expertos y comisiones han mostrado un diagnóstico similar: nuestro sistema educacional tiene una gran cobertura, pero la calidad es deficiente, en todos sus niveles. Ya en 1994 el Informe Brunner proponía cambios profundos a la forma en la cual se dirigían las escuelas. Impulsaba una mayor autonomía a nivel local, mayor liderazgo del equipo directivo, y hacía explícita la necesidad de contar con mejores docentes, para lo cual se proponían becas y mejores salarios.
El Programa para la Evaluación internacional de Estudiantes (PISA) 2009, señala: los estudiantes chilenos obtuvieron los más altos puntajes en lectura (452): 41 puntos sobre el promedio latinoamericano (411), 44 menos que el promedio OCDE (493), 40 puntos superior al 2000 (412). En matemática, Chile obtiene 421 puntos, OCDE 496 y menor a Uruguay (+6), 10 puntos más que en 2000 y OCDE +2, estabilidad general. En ciencias naturales, Chile obtiene 447 puntos, 406 promedio latinoamericano, OCDE 501 puntos. Se confirma que el puntaje es mayor mientras más alto es el grupo socioeconómico y cultural al que pertenecen las familias de los estudiantes. Lo más importante: Chile es el país que más avanzó entre 2000 y 2009. Es posible estimar que si Chile continuara subiendo su puntaje en la medida que lo ha hecho hasta ahora, en diez años alcanzaría el actual promedio de la OCDE. Esta es la generación de la JEC y constituye un balance positivo de lo realizado por los gobiernos de la Concertación.


Sin embargo, en los últimos 30 años ha habido una masiva migración desde escuelas municipales a colegios subvencionados. Al mismo tiempo, mientras cientos de miles de alumnos salen del sistema municipal, la cantidad de escuelas de dicha dependencia no sufre los mismos cambios. Así, la situación financiera de los municipios que han perdido más matrícula ha visto ajustados sólo sus ingresos pero no sus costos.

¿Cuáles han sido históricamente las razones por las cuales padres y apoderados han elegido sacar a sus hijos de escuelas municipales? Las encuestas muestran que son principalmente tres: la búsqueda de mayor calidad de los aprendizajes; una mayor disciplina y mejor ambiente escolar; y finalmente una mayor certeza de que no verán interrumpida la realización de sus clases.
Existe abundante evidencia en cuanto a lo que, efectivamente, perciben los padres y apoderados sobre la calidad de los aprendizajes es cierto. Sin embargo, cuando se toma en cuenta la vulnerabilidad de los alumnos, su nivel de ingresos y el gasto por estudiante, los colegios subvencionados no tienen mejores resultados que los municipales. Aún así, la situación es preocupante, pues el sistema como un todo posee una baja calidad, cosa que queda expuesta al ver los resultados de pruebas internacionales en las que nuestro país participa, como lo es la prueba PISA y TIMMS.


Lograr una educación de buena calidad con equidad para todos los niños y niñas de Chile es una misión de país. De ahí la necesidad de acuerdos nacionales, ampliamente compartidos, consistentes, coherentes y sostenidos en el tiempo. Construir esos acuerdos exige que cada uno de los actores sociales y políticos actúe con voluntad de entendimiento.


Muchas de las medidas no son nuevas, ni muy distintas de las planteadas en el pasado, pero son especialmente influyentes en el fondo del sistema educativo: nuevo rol de los directores, beca para estudiar pedagogía y el cambio del 5%, pues cambia la estabilidad existente por las consecuencias inmediatas. Esta nueva ley será un avance importante en relación a la profesión docente y rol de los directores, incorporando o perfeccionando mecanismos que fortalecen la autonomía y gestión de los directores y el ejercicio de la profesión docente en el sector municipal. Contempla financiamiento adicional para los municipios, destacando la entrega de recursos para solventar gastos de indemnizaciones y bonificaciones, entre otras medidas.


Un proyecto limitado e insuficiente ha sido complementado y enriquecido ampliamente por la oposición en el Congreso Nacional, superando la rigidez inicial del gobierno por un acuerdo amplio y necesario que le hará bien al país.

sábado, 15 de enero de 2011

Una propuesta inconsulta

La comuna de Castro ha tenido cada año mejores resultados en las mediciones asociadas a la calidad de la educación, sin que éstas sean la calidad en sí, constituyen un indicador de eficacia de la gestión local en materia educativa. En efecto, a comienzos de 2010 se conocieron los resultados del SIMCE tanto en cuarto como en octavo básico, colocando a nuestra comuna entre las cinco mejores del país, en cuanto a educación municipal. A comienzos del actual, hemos conocido los resultados de la PSU y nuevamente nuestros estudiantes han sobresalido, tres de ellos, han sido los únicos puntajes nacionales de algún establecimiento municipal de Temuco a Punta Arenas. Esto viene a ratificar que la mejor educación municipal de la región de los lagos, se encuentra en nuestra ciudad.

Lo anterior no es producto del azar, es el resultado de un esfuerzo compartido donde cada actor ha asumido su responsabilidad con profesionalismo. A pesar de las limitaciones que nos impone el entorno para tomar más y mejores decisiones, tenemos una administración local sólida, que puede proyectar su trabajo en el futuro próximo. Somos de las pocas comunas del país que no tenemos deudas ni con el sistema financiero, ni con nuestros proveedores, ni con nuestros trabajadores por algún concepto. Asimismo, tampoco recibimos recursos municipales para cumplir nuestra tarea de administrar los establecimientos educacionales que se nos han confiado y realizamos una permanente gestión de captura de recursos en fuentes externas para mejorar nuestra infraestructura, instalaciones y equipamiento, como también, realizamos alianzas estratégicas con instituciones de solidez y confiables para fortalecer las capacidades profesionales de nuestros directivos, docentes y asistentes de la educación.

A pesar de lo anterior, me ha sorprendido la presentación que ha realizado el gobierno regional de un plan denominado “loslagoseduca”, con el cual pretende dirigir los esfuerzos que los administradores locales realizan para mejorar la calidad de los aprendizajes de los estudiantes de las escuelas municipales. Amén de carecer de facultades para concretar su pretensión, el gobierno regional debiera esforzarse en crear condiciones para que los privados y las comunidades puedan enfrentar y resolver por sí mismas sus desafíos y dejar de lado la seductora idea de querer controlar todo. Vivimos en una sociedad que aspira a fortalecer sus autonomías locales, pues con ello se mejoran las prácticas de convivencia democrática y la calidad de vida. Un gobierno que permanentemente habla de fortalecer la libertad y las capacidades de decisión de las personas, aparece aquí, en la región de los lagos, con una iniciativa que busca ahogar la iniciativa local, contradictoria con los instrumentos de gestión existentes en el sistema educacional, con las fuetes de recursos a las cuales podemos acceder a través de nuestros gobiernos locales y con las medidas que el gobierno central está impulsando para modificar el sistema educativo nacional y que son fruto de un largo debate y difícil consenso durante los últimos años. El Ministerio de Educación no debiera apoyar programas de estas características que lo único que hacen es confundir, desorientar y saturar con una verdadera guirnalda de acciones desvinculas y desconectadas de las propuestas de reforma que el gobierno central está proponiendo en el actual debate parlamentario.

El Consejo Regional debiera observar con mayor detenimiento esta iniciativa antes de asignar recursos a una propuesta limitada en sus posibilidades reales de resolver los problemas que pretende, recursos que por lo demás, siempre son escasos y existen necesidades ilimitadas tanto en educación como en otras áreas sociales en nuestra región.

Las oportunidades de esta crisis