miércoles, 30 de mayo de 2007

Subvención Preferencial + recursos + gestión = ¿mejores resultados?

1.- Justificación de la subvención preferencial: + recursos




Cambiar la inequidad socioeducativa de los resultados de aprendizaje de los estudiantes en nuestros sistema escolar, no se logra solamente por el esfuerzo que el sistema escolar pueda y deba hacer al respecto, por lo que es necesario introducir correcciones, medidas que contradigan la segmentación provocada por las practicas de selección que han terminado diseñando un modelo en el cual los hijos de las familias de menores recursos asisten a instituciones deterioradas y donde se encuentran con otros niños y jóvenes de la misma condición. Escenario en el cual lo que se fortalecen son las incapacidades institucionales, la sensación de fracaso, de agotamiento profesional y el resentimiento social de padres y jóvenes.


Educar a los alumnos más pobres resulta más caro, ya que poseen mayores desventajas socioculturales; pero más dinero no elimina la condición de origen. Propongo que los alumnos prioritarios lo sean siempre, hasta su egreso del sistema escolar y no hasta cuando cambie de posición la escuela o su familia mejore sus ingresos muchas veces circunstancialmente.


Esta subvención reduce la desigualdad de recursos que afecta a los estudiantes pobres (escuelas de los dos primeros quintiles respecto de las del quinto), de manera que la brecha de financiamiento se reduce, pero no se revierte. Esto es válido para el gasto uniforme que contempla (de 14% a 5%). Pero para el caso del gasto focalizado, estas mismas escuelas tendrán más recursos que las del mayor quintil subvencionado (9%).


Esta subvención busca resolver el problema de las oportunidades desde una perspectiva individual, pretende que los niños pobres comiencen a ser más atractivos para las escuelas. Se convierten en un grupo desde el cual se seleccionará a aquellos con potencial de éxito escolar, profundizando la discriminación. Esto incrementará la cantidad de alumnos con menos capacidades –que dejarán sus cupos en los colegios privados a los prioritarios con capacidades-, en los únicos establecimientos que están obligados a recibir a todos: los municipales.


2.- Posibilidades de una mejor gestión (+ gestión)


Abordar con decisión el término de las prácticas discriminatorias y de selección en el conjunto del sistema subvencionado, especialmente privado, es un complemento ineludible, especialmente la de carácter socioeconómico, que es la que profundiza la segmentación social de las escuelas y de sus resultados escolares. Si no se mantiene la determinación de eliminar con la selección abierta y encubierta, las “buenas escuelas” generarán practicas sofisticadas de selección de buenos alumnos y excluirán a aquellos de más bajo desempeño real o potencial y podemos terminar premiando a las escuelas que han sido hábiles en excluir a los niños con mayores desventajas y castigando a las escuelas que han trabajado en los contextos social y educativamente más difíciles. Aquí quiero reiterar la pregunta que hiciera nuestra Presidenta el 21 de mayo en el Congreso Nacional: "¿es propio de una ética integradora que con recursos públicos se excluya a parte de nuestros niños, especialmente a los más vulnerables?”.


También, el 21 de mayo la Presidenta señaló “crearemos un fondo de apoyo al mejoramiento de la gestión municipal en educación. Se trata de una inversión significativa: 100 millones de dólares para que los municipios puedan hacer frente a las exigencias que plantea este esfuerzo nacional”. Muy bien, para generar capacidades de gestión profesional y técnica que en muchos municipios no tenemos, así le otorgaremos sustentabilidad a este esfuerzo. No puede ser para facilitar la jubilación de los profesores y rejuvenecer las plantas docentes, para esto debiera existir un fondo nacional permanente al cual puedan optar los docentes cuando lleguen a su edad de jubilación y retirarse dignamente.


Pretender mejorar la educación que se imparte en las escuelas municipales sin introducir modificaciones estructurales, es no conocer las limitaciones objetivas a la gestión que en estas se tienen.


Es difícil que en las escuelas municipales podamos tomar medidas más eficientes producto del exacerbado centralismo en la toma de decisiones:



  • Me gustaría destinar a los profesores mejor evaluados a las escuelas donde están los alumnos con mayores dificultades para aprender, pero no lo puedo hacer si el profesor no está de acuerdo.



  • La utilización de los recursos está dado centralizadamente, no puedo convenir la incorporación de estrategias de gestión y utilización de recursos materiales y profesionales si no cuento con la anuencia del Ministerio de Educación.



  • No puedo modificar la extensión de la jornada por las implicancias laborales y de financiamiento que ello tiene, si hasta construir horarios escolares donde se compatibilicen las disponibilidades laborales con las necesidades pedagógicas del trabajo escolar es una dificultad.



  • No puedo modificar la carga horaria de los docentes ni disminuir la cantidad de alumnos por curso en escuelas con alta vulnerabilidad, sino a un alto costo financiero.



  • Cada vez que hacemos un concurso para Directores, los actuales si no son elegidos quedan en la planta en las mismas condiciones.



  • El Estatuto Docente no es justo, contiene restricciones y mayores obligaciones para los municipios, quienes además deben tomar decisiones incluyendo criterios sociales y políticos que incrementan los costos y disminuyen los beneficios; lo contrario hacen los privados. Alienta la permanencia y desincentiva la renovación docente en los municipios; lo contrario provoca en los privados.

Volviendo al Proyecto de Ley de Subvención Preferencial


La Estrategia de Mejoramiento Educativo, que deberá ser presentada por los establecimientos escolares para su aprobación por el Ministerio de Educación en un plazo no superior a un año desde su incorporación al sistema y que tendrá una extensión máxima de cuatro años: ¿no basta con que sea aprobada por la propia comunidad y su sostenedor, quienes en definitiva son los que asumen el riesgo, las consecuencias y la responsabilidad de su éxito o fracaso? O el Ministerio de Educación rendirá cuentas a la comunidad escolar y asumirá las consecuencias de haber aprobado un plan equivocado, que no supo implementar ni corregir oportunamente? Falta confianza en los profesores, en los padres y en los directivos cuando se tienen que resolver problemas que difícilmente podrán ser bien comprendidos por un funcionario evaluador y mucho menos asesorar con las visitas esporádicas que pueden éstos hacer a los establecimientos. La evidencia sobre esta materia es que los buenos sistemas escolares integran los asuntos administrativos y pedagógicos en una sola unidad de mando.


Las posibilidades limitadas que en el Plan de Reestructuración (obligatorio para el sostenedor en escuelas Con Necesidad de Medidas Especiales y En Recuperación) pueda permitir la reorganización o reubicación de los docentes y directivos de la escuela. Sin modificaciones al Estatuto Docente, esto será un foco de conflictos que ninguna autoridad local estará dispuesta a asumir, acumulándose las tensiones y costos de un sistema laboral obsoleto.


La amenaza de cierre de las escuelas por mantener malos resultados en el SIMCE o el logro de los estándares deseados, puede provocar efectos contradictorios: desmotivación anticipada y fuga de los buenos profesores en escuelas de alta concentración de alumnos prioritarios. Pero también, que se concentren los esfuerzos en estos sectores instrumentales en desmedro de las múltiples acciones formativas que constituyen demanda a la escuela en estas comunidades con mayor fuerza. Orienta el uso de los recursos. Es decir, ¿tendremos que destinar menos tiempo y dineros a las actividades artísticas, deportivas, de formación valórica? Calidad en la educación es un concepto amplio y diverso.


Los municipios sufrimos un acoso permanente por efectos de la libertad de localización de la cual gozan los operadores privados en las zonas en las cuales no existe déficit de cobertura. Esto debiera restringirse, pues profundiza la segmentación social al elegir éstos a las familias socio culturalmente mejor dotadas y no ampliando la posibilidad de elección de las familias con una supuesta mejor escuela. (¿Qué los mueve al instalarse en estas zonas? No quiero decir la palabra).


Falta autonomía. Más recursos sin mayores atribuciones no nos hace más responsables. En esto estamos en desventaja con los establecimientos privados. Lo que pedimos es igualdad de trato.


3.- ¿Probabilidades de mejorar los resultados? (= resultados)


Se está sobre dimensionando la necesidad de tener escuelas más eficientes, por sobre el imperativo ético de tener un sistema educacional más equitativo.


Hay que tomar medidas más audaces que modifiquen sustancialmente el modelo de reproducción social que se está creando a partir de la calidad de las escuelas que tenemos, porque lo que se avizora es la misma estratificación en la educación superior, como una cadena natural, como un pasadizo predeterminado que impide la integración y la cohesión social.


Esta Reforma, con estas bases y dispositivos desplegados, ya no soporta más experiencias pilotos. Creo que tenemos que concentrar nuestros esfuerzos en alcanzar mayores niveles de igualdad de consecuencias: de las probabilidades que sujetos de diferentes grupos sociales tienen de acceder a similares niveles de vida como consecuencia de sus resultados escolares.


Al pedir una educación de calidad se pueden demandar cosas tan diversas como la potenciación de un modelo cultural, la facilitación de acceso al mundo del trabajo, el establecimiento de unos valores morales, la selección de una minoría de excelencia o la consecución de unos estándares instructivos considerados deseables.


Una educación que tenga logros instructivos al tiempo que resultados morales, que obtenga los máximos rendimientos de todos y cada uno de sus alumnos, así como de los recursos materiales y humanos de que disponga, donde la exigencia sea una constante para todos los miembros de la comunidad educativa, en la búsqueda de la mejora permanente. ¿Son muchos factores? Ciertamente, pero nunca se ha dicho que la educación sea una tarea simple. Buscar la calidad en educación será tan difícil como compleja es la naturaleza del fenómeno educativo.


Es probable que subamos el piso: más recursos mejora las oportunidades, me comprometo a mejorar la gestión, pero ¿mejorarán los resultados? Apuesto a que los promedios y resultados agregados serán mejores la próxima década, pero tengo dudas de que si habremos avanzado en equidad y justicia social.


La educación le ha cambiado el rostro a la sociedad chilena a lo largo de su historia: permitió la creación de una burocracia honesta y eficiente que nos dio estabilidad en el siglo XIX; permitió el surgimiento y la consolidación de la clase media a comienzos del siglo XX y nuestros dos Premios Nobel; la integración del campesinado y del mundo popular a los procesos de modernización nacional a partir de la década del 60; ha sido el más eficiente de los mecanismos de movilidad social que hemos tenido estos últimos 20 años. La educación me cambió la vida y se la ha cambiado a millones de chilenos y chilenas.


Tengo la esperanza de que a través de una mejor educación, vamos a derrotar la pobreza en nuestro país y le vamos a cambiar la vida a los hijos de las familias más modestas. Especialmente a ellos no les sirve la promesa de una buena educación en el futuro, necesitan buena educación hoy, que les permita seguir estudiando, tener mejores empleos y ser mejores ciudadanos mañana. Tengo fe en que lo vamos a lograr. (Presentación en Seminario del mismo nombre, organizado por la Fundación Chile)

¿A qué colegios les fue bien en el SIMCE?

Pasada la fiebre de los rankings, quisiera compartir con ustedes una respuesta que me he dado a esta pregunta inicial. Muchos seguramente también se habrán preguntado cómo le fue al colegio de sus hijos y no saben cómo interpretar o comparar los resultados. Les propongo realizar dos miradas a estos: primero, vean si en las pruebas que examinaron a los alumnos el colegio avanzó o disminuyó en alguna de las pruebas (los promedios esconden realidades); así usted podrá saber si en matemática mejoró, se mantuvo o empeoró respecto de la medición anterior. Si por ejemplo ha mejorado sus resultados en todas las pruebas (tres en cuarto básico y dos en segundo medio), usted podrá estar medianamente satisfecho. La segunda mirada que hay que hacer, es ver que diferencias, en estas mismas pruebas, tiene con sus pares, con los colegios que tienen como alumnos a los hijos de las familias que pertenecen al mismo nivel socioeconómico que al que pertenece el colegio de su hija o hijo (desde la A hasta la E, niveles socioeconómicos bajos al más alto). Así podrá usted saber si en matemática es mejor o peor que los colegios similares, con los cuales se puede comparar; si es superior en todas, usted podrá estar completamente satisfecha o satisfecho. Si ambas satisfacciones se juntan, podrá decir con toda propiedad que su hijo tiene un buen colegio.

La superación es logro evidente de una gestión educativa centrada en los aprendizajes sus estudiantes. Los catorce colegios de educación básica y cinco de enseñanza media que lograron avanzar y ser mejores que sus pares, podrán compartir de manera honesta con sus comunidades la satisfacción de decir que les ha ido bien en el SIMCE. Ellos difícilmente pueden ser torpedeados en sus argumentos y estarán dando un ejemplo de superación independientemente de los factores asociados a la buena enseñanza y que un muchos casos suelen utilizarse como argumentos que obstaculizan las posibilidades de aprendizaje de los niños y jóvenes.

Los resultados en nuestra comuna nos muestran que las diferencias entre grupos socioeconómicos son significativamente mayores que por tipo de dependencia. Es decir, tiene mayor incidencia en los resultados escolares las condiciones socioeconómicas de los jóvenes y sus familias que la propiedad de los establecimientos escolares a los que asisten. Nos preocupa la baja generalizada en todos los niveles socioeconómicos y en todas las pruebas en los cuartos básicos, contrario a lo ocurrido en el país, no así en segundos medios, donde se mejoró en las dos pruebas y en todos los niveles socioeconómicos y donde la educación municipal tiene mejores resultados en los grupos medios que el sector privado.

No estamos satisfechos con los resultados alcanzados tanto en los cuartos básicos como en los segundos medios. Maipú puede más. Ningún establecimiento de la comuna tiene alumnos pobres: el 97% son hijos de familias de caracterización media, es decir, sus padres en promedio tienen a lo menos enseñanza básica completa e ingresos entre $150 mil y $500 mil pesos. Esta fuerte homogeneidad social debiera ser una fortaleza para tener mejores resultados en los aprendizajes de nuestros estudiantes y para potenciar la identidad y la solidaridad como valores sociales y escolarmente efectivos y no contradictorios. (
www.lavozdemaipu.cl)

viernes, 11 de mayo de 2007

El "milagro" de la Región de Los Lagos

Los resultados obtenidos por los establecimientos escolares en la Región de Los Lagos, no son casualidad. Tampoco son un "milagro" como ha señalado El Mercurio. En efecto, si se revisan las estadísticas antes de 2002, la región se encontraba en los últimos lugares en cada medición, existía la complacencia de “ganarle” a una o dos regiones y con un sentido de resignación generalizada entre docentes y autoridades especialmente. Cuando asumí como Seremi de Educación, declaré que “esta región no baja un punto más en el SIMCE o me voy” y que “nuestros niños aprenderán a leer el primer año en la escuela”, o "los responsables de lo que los alumnos aprendan o no son los profesores", entre otros desafíos lanzados. Algunos se molestaron por la “sobrexigencia”, que había un desconocimiento de la realidad y otros tantos argumentos conformistas; me tildaron de promover medidas "anti pedagógicas" -que se aprenda a leer el primer año en las escuelas-, y hasta de que no seríamos capaces. Ello no nos amilanó, al contrario, nos dió más ánimo para hacer más urgente la demanda por una buena educación ahora. Muchas veces dijimos "las familias más modestas de nuestra región necesitan una buena educación ahora y no mañana", era el sentido de la urgencia a nuestro desafío. Que creo, sigue vigente.

Durante nuestra gestión promovimos la autonomía escolar y exigimos mejores resultados en los aprendizajes de nuestros estudiantes en los niveles y sectores más críticos del sistema -muchas veces sentí no ser bien recibido en algunos liceos tradicionales de mala calidad (que siguen haciendo lo mismo y obteniendo los mismos resultados)-, nos organizamos y actuamos en consecuencia en cada Departamento Provincial; motivamos a los funcionarios provinciales, comunales y de cada escuela a hacerse cargo de la gestión que encabezaban, especialmente respecto del buen desempeño que deben tener siempre los docentes. Destinamos los pocos recursos de disposición regional a aquellas estrategias que provocan sentido y eficacia a la labor docente, como perfeccionamiento directo a los docentes de aula en matemáticas, seguimiento y monitoreo a la implementación curricular, evaluación de procesos en los programas claves, comunicación permanente a la ciudadanía aún cuando los resultados no eran del todo agradables a algunos de los actores, publicación de los niveles de logro esperados en cada nivel, entre otros. Desplegamos con pasión y firmeza nuestras convicciones respecto de que se puede más, que se deben hacer las tareas que todos tenemos de otra manera cuando no resultan de la forma como siempre se han hecho, que la identidad y la solidaridad son valores social y escolarmente efectivos y no contradictorios, que son las practicas las que nos condenan e hicimos esfuerzos por cambiar muchas de ellas.
Estoy convencido de que una mejor combinación entre autonomía y responsabilidad en la escuela; más recursos para ser administrados descentralizadamente en la regiones y las comunas, con rendición de cuenta periódica; y un liderazgo fuerte, claro, basado en evidencias científicas y no voluntaristas, motivador y movilizador, pueden llevarnos a construir una sociedad más inclusiva, con mayor bienestar material y mejores satisfacciones espirituales. No hemos demostrado nada, pero hemos abierto un camino que espero sigan transitando con firmeza y valentía.

Con satisfacción, hoy puedo decir que mi experiencia profesional en la región no fue una simple estadía en un cargo público. Quiero enviarles un afectuoso saludo a los docentes y directivos de las escuelas y funcionarios del Ministerio en la región, que creyeron en la estrategia desplegada de mayor responsabilización. Estoy seguro que en estos momentos sus comunidades escolares estarán tan felices que serán sujetos de mejores gratificaciones, que son siempre la mayor recompensa a nuestros esfuerzos.

Las oportunidades de esta crisis